“Porque nada tenemos, todo lo haremos” reza al pie, si acaso esto de rezar cabe citar sin causar una polémica de gran magnitud. Un espacio arrancado al Internet por unos adictos al atrevimiento, al irrespeto, al cuestionamiento total, a la ocurrencia, a la literatura, a la irreverencia, a la ruptura, a la contra ruptura y a todo eso junto a la vez. No por ello dejan, todos y cada uno de ellos, de tener vivacidad en cuanto a ese logro existencial que significa pensar. Sobra profundidad. Falta inhibición. Es un sitio alegre, a veces melancólico disfrazado de patán. La literatura fluye de tal manera que incluso las palabras de grueso calibres, esas que no es usan en sociedad, irrumpen a la hora de la “descarga” y Andrés Crespo las recita con naturalidad y sentimiento como si fueran tomadas de su propio poemario existencial.
Muchos de ustedes posiblemente hayan seguido o escuchado de GKILL CITY, aunque estoy seguro que estos en su gran mayoría deben ser personas relativamente jóvenes o de al menos una o dos generaciones menores a la mía. Y por eso me estoy dirigiendo a ellos para invitarlos a sintonizar a GKILL CITY en Internet. Es fácil. Pidan a sus hijos o nietos que les ubique, mediante el buscador aquel que se llama Google, y luego marquen el sitio entre los favoritos, para que cada semana se den una visita por ahí y entiendan que hay toda una corriente o torrente de pensamiento, una forma de actuar y otro modo de pensar al que estamos habituados los que ya somos algo mayorcitos de edad.