7 septiembre, 2024

Calidad educativa

Mi espíritu, análogo con la mayoría de los ecuatorianos productivos, es que la calidad educativa ha ido descendiendo en forma exponencial en los últimos años.

Los parámetros que se fijan al buscar un empleado o un colaborador, año a año, han tenido que ser disminuidos para poder contratarlos. Ahora se necesita pedir una persona con estudios de post-grado para lograr la equivalencia de conocimientos que antes tenía un bachiller.

El doctor Roberto Hanze, cuando actúo como Ministro de Educación, comenzó a implementar un método diseñado para trazar una meta de subir la calidad académica y lograr el efecto social universal que debe brindar la enseñanza. Fijar efectos valorados del proceso de formación de las personas en su cultura, los que generalmente se fijan en cinco: Filosofía (relevancia); Pedagogía (eficacia); Cultura (pertinencia); Sociedad (equidad); Economía (eficacia).

Una de las primeras sorpresas que tuvo fue que una gran cantidad de “educadores” no tenían noción de la materia que debían trasladar a los educandos. Sorpréndase más que por su censo se supo que un gran porcentaje de los “profesores” contratados ya no radicaban en el país o simplemente no existían; ni que hablar del cumplimiento del horario de la mayoría.

El comunismo había hecho una gran inversión en “profesores” para que enseñen a odiar al prójimo, no para superarlo en cualidades y triunfar. El gran Maestro Universitario Emilio NN, nos brindó una charla dentro de la cual leyó – literalmente – los textos que en los colegios privados se enseñaban: Odio, rencor, utopías.

Debo hacer notar que hay muchas personas que escalaron los peldaños económicos con sus carretillas, canjeadas luego por tiendas de abarrotes; trabajando desde la madrugada hasta la medianoche, para captar los medios y enviar a sus hijos a estudiar a los mejores colegios y darles mayores y más fáciles oportunidades. Alumnos a los que se les inculcaba el odio a sus padres, el odio al trabajo, el deseo de ser mediocres como ellos.

Carlos Muñoz Izquierdo (2003) explica “que la educación es de calidad cuando está dirigida a satisfacer las aspiraciones del conjunto de los sectores integrantes de la sociedad a la que está dirigida; si, al hacerlo, se alcanzan efectivamente las metas que en cada caso se persiguen; si es generada mediante procesos culturalmente pertinentes, aprovechando óptimamente los recursos necesarios para impartirla y asegurando que las oportunidades de recibirla –y los beneficios sociales y económicos derivados de la misma– se distribuyan en forma equitativa entre los diversos sectores integrantes de la sociedad a la que está dirigida.”

El Dr. Pere Marques Graells (2002), nos dice: “La calidad en la educación asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida adulta.”

Además señala que un sistema educativo de calidad se caracteriza por:

  • Ser accesible a todos los ciudadanos.
  • Facilitar los recursos personales, organizativos y materiales, ajustados a las necesidades de cada alumno para que todos puedan tener las oportunidades que promoverán lo más posible su progreso académico y personal.
  • Promover cambio e innovación en la institución escolar y en las aulas (lo que se conseguirá, entre otros medios, posibilitando la reflexión compartida sobre la propia práctica docente y el trabajo colaborativo del profesorado).
  • Promover la participación activa del alumnado, tanto en el aprendizaje como en la vida de la institución, en un marco de valores donde todos se sientan respetados y valorados como personas.
  • Lograr la participación de las familias e insertarse en la comunidad.
  • Estimular y facilitar el desarrollo y el bienestar del profesorado y de los demás profesionales del centro.-

Como dije al inicio: Comparto totalmente y respaldo el concepto de evaluar la calidad de los docentes y los centros de estudio; sin embargo, ¿por qué no asistí? -como los traídos de todo el país – (la hilaridad que me produjo con sus declaraciones un Asambleísta electo, de Cotopaxi o Ibarra, me hizo olvidar su nombre y localidad: Dijo: “No a ellos (los maestros de su zona) no les toca todavía pero sé que van a ir todititos”, ese es el resultado de la “cultura, sapiencia y educación” del “onoravle azamvleizta” que estuvo con los borregos en la demostración). Por eso no expresé el deseo de los ecuatorianos? Sencillamente porque no está clara ni se ha precisado la intencionalidad y meta que se persigue.

No puede apoyarse el que boten a ineptos para reemplazarlos por otros peores pero miembros del rebaño que desean dedicar a decirnos que: “La Ignorancia ya es de Todos”

La batalla a favor de una Educación de Calidad tiene que darse. Podría ser que el monólogo sabatino en que se autocontesta el auto-nombrado Presidente y que enseña a odiar a todos, se aproveche para dar charlas didácticas de superación.

Artículos relacionados

El niño y la revolución ciudadana

taxisEnLaLluvia

Hay dos hecatombes que pueden destruir la revolución ciudadana: La caída severa del precio del petróleo y los estragos del fenómeno del niño. El precio del petróleo no depende de nosotros, sino de la comunidad internacional, de la OPEP y de los Gobiernos de varios países, pero el fenómeno del Niño, si bien depende de la naturaleza (Dios perdona siempre; el hombre, a veces; la naturaleza, nunca, dice un viejo y sabio refrán), sus efectos dependen de lo que se haga en el país para atenuar la destrucción que nos amenaza y para proteger los poblados, los cultivos, las tierras y sus habitantes.

¿Qué debería hacer el Gobierno para protegernos de esta amenaza? No podemos impedir que llueva, pero podemos y es imperativo prevenir la subida de las aguas, la inundación. ¿Qué hay que hacer? Hay que dragar la desembocadura de los ríos como primera y elemental acción. Esto permitirá que el agua fluya al mar y bajará el nivel de los ríos. Segundo, hay que hacer y reforzar los muros de los poblados que están a la orilla de los ríos. Todos los años, poblados importantes como Salitre, Babahoyo y muchos más, se inundan todos los inviernos, aún sin niño e incluso en los inviernos secos y hasta ahora se hace muy, muy poco. Nuestro hermoso Río Guayas, está tan embancado que ya hasta tiene nombre el islote que formó el puente de la Unidad Nacional sobre el Daule, el Palmar (aunque no tenga una palma). Tercero, hay que hacer refugios y puestos de socorro en sitios altos cercanos a las poblaciones críticas para poder dar asistencia a nuestros compatriotas afectados cuando se presente el problema. También hay que reforzar las vías de la costa. Esperar a que venga el niño para realizar estos trabajos, será un lamento grave cuando estas obras se requieran.

4 comentarios

  1. FELICTACIONES MUY BUENO SU ARTICULO,ME PARECE MUY BUENA IDEA QUE EL SABADO SE DE CHARLAS DIDACTICAS EN VEZ DE ENSEÑAR A ODIAR Y A OFENDER A TODO EL QUE NO LE GUSTE AL REY DE NO SE QUE….VALLEJO VIENE DE MINISTRO DE 3 PRESIDENTES Y ES PESIMO , SUS LIBROS SON UNA VERDADERA PORQUERIA POBRE CHICOS… POR ENDE POBRE PAIS

  2. Antonio, la educación no va a cambiar porque está enquistado la politiquería.
    Ese cáncer MPD UNE NO lo extirpa nadie.
    Mayra

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×