Hace pocos días un amigo extranjero me preguntaba si creía que el país había cambiado desde que asumió el poder el Presidente Correa y se estableciera en el Ecuador el Socialismo del Siglo XXI. Me pedía la opinión sobre los cambios que se consideran se han dado a nivel social, económico y político y, si consideraba que dichos cambios habían favorecido positivamente al pueblo ecuatoriano y en especial a las clases más necesitadas. Las preguntas me tomaron como se dice vulgarmente fuera de base y para responder tuve que memorizar rápidamente lo que era el Ecuador en el 2006 y lo que es en los actuales momentos.
Debo reconocer que la primera conclusión a la que llegue es que estamos viviendo en OTRO PAIS. Partamos solo del hecho de que nos esta rigiendo una Nueva Constitución, aprobada por una Asamblea Constituyente, reunida en la Ciudad de Alfaro, Montecristi, Provincia de Manabí e integrada en su gran mayoría por un nuevo movimiento político denominado Alianza-País.
Con la promulgación de la Nueva Carta Política del Estado, nació otro Ecuador totalmente distinto al que conocimos algunas generaciones y en donde se registran una serie de derechos mas amplios y completos, que fortalecen los Derechos Civiles, Económicos, Sociales y Colectivos generando mayores garantías para su cumplimiento, con mecanismos mas efectivos y acceso a recursos económicos (?). Es sin lugar a dudas la Constitución de la palabrería y de la gran confusión.
En escasos dos años el Ecuador ha sido transformado en tal forma, que los Poderes del Estado han variado de TRES a CINCO, aunque en la práctica solo exista UNO, el Ejecutivo, ejercido por un mandatario que ha aglutinado a grandes mayorías y que desapareció todo vestigio de la partidocracia.
Es OTRO PAÍS, gobernado bajo premisas diferentes, en el que predomina el insulto, la agresividad y el enfrentamiento entre clases, propiciado desde la más alta esferas, con una retórica prepotente que se caracteriza por acometer contra todos aquellos que no comulguen o participen de sus ideas.
Bajo la Nueva Constitución cuyo principal objetivo es el establecer una forma de convivencia ciudadana en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el SUMAK KAWSAY, se están haciendo transformaciones sin contemplar la vigencia de leyes ni respetar derecho alguno, desorganizando todo aquel país que fundaran y lucharan por mantener nuestros antepasados, todo en función de un experimento cuyos resultados ya se empiezan a visualizar en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
La falta de promulgación de leyes complementarias a la Constitución vigente, hacen aun mas difícil la reorganización y marcha del OTRO PAIS. El ensayo en el que nos encontramos inmersos, nos ha convocado a otro Proceso Eleccionario, donde se elegirán todas las dignidades que contemplan los estamentos jurídicos; mientras tanto observamos el fracaso y naufragio del Congresillo, “Poder” inconstitucionalmente establecido, que dicta leyes o reformas solo en función del momento político y para favorecer al gobernante de turno.
El PAÍS ES OTRO, en lo social, en lo económico y en lo político. Socialmente se ha fomentado la lucha entre hermanos. Económicamente, nos debatimos en la incertidumbre de la dolarización o desdolarización. En lo político, casi todo esta dicho por ahora, habrá que ver que sucede luego del 26 de Abril.
