9 diciembre, 2024

Reflexiones de Noviembre I

Se termina el año que empezó con tantas expectativas.   En enero estrenábamos ejecutivo, legislativo con un 80% de diputados nuevos y recién teníamos  Corte Suprema de Justicia.  Éramos un país nuevo en el que nada estaba dicho, se podía empezar.  Ha corrido agua bajo los puentes y a la vuelta de un mes, en treinta días, recibiremos nuevo año y preguntamos ¿que nos ha dejado este?.

Y me respondo: una Asamblea Constituyente, de la cual se discute si tiene capacidad legal, ética y moral para arrancar de raíz no solo los vicios que en la normativa legal constitucional existen, sino cambiar la estructura de una forma de vida, se piensa que con leyes vamos a cambiar la forma de pensar y actuar de los ecuatorianos.   Debemos empezar con una ley contra la sapada, la imposición sin tomar en cuenta el dialogo, asi como lo hicieron los que se fueron,  están actuando igual.    Dicen que en el desquite no hay venganza.  Pero pregunto, ¿y la tercera posición, la de aquellos que no han andando en política con ninguno de los dos grupos, ni con los idos, ni los que llegaron?.

Si es verdad que interesa la mejoría económica, darles a los hijos educación de excelencia, pero eso no quiere decir que queremos que el estado le quite a nadie para darnos, lo que pedimos es que se regule la oportunidad de acceder a un trabajo, decente en realización y en sueldo, que se den oportunidades de creación de fuentes de trabajo para tener el empleo o la labor que nos de el acceso a sueldos   para comprar casa y carro, tener hijos, educarlos, .dentro de normas morales y éticas sin que el extremismo y la miopía unidireccional en política, religión, doctrina de vida, sea la forma egoísta de hacerlo.

Mi socialismo no se inscribe en esconder la realidad de todos los mundos a mis hijos, el mío presenta toda la paleta completa, los avances sociales y el burocratismo corrompido, las facilidades de la igualdad de oportunidades y la farsa de la democracia en la elección de formas de vida y gobierno de los países pseudos socialistas, fascistas en realidad, en los que lo único realmente repartido es la pobreza porque la fortuna y las verdaderas oportunidades no las tiene el pueblo sino el burócrata de alto rango y sus adlateres.   Mi concepto esta sobre la cresta de la ola de la honestidad diáfana, que se predique con la forma de vida, no de boca hacia fuera,   Al entregarse en servicio de los demás y que cuando fallen, porque siempre fallan, no perder la fe en la humanidad y volver a empezar, eso es socialismo de verdad, conozco pocos que lo hacen a nivel de seres humanos, uno solo a nivel divino, Jesús El Cristo.

El Congreso que tuvimos termino siendo otro congreso de celular, que manejo intereses de los dueños sucesivos del poder, que luego cambiaron de dueño, en definitiva, estuvieron metidas las pezuñas de los intereses en el Congreso y en otros órganos del estado.   Pienso aquí que la constituyente debe crear una ley especial de control y sanción a la ingerencia en las otras funciones del estado, asi sabremos también si hay una real intención de respetarlas.

Del paquete de ofertas y promesas solo vemos acciones de entrega de subsidios a las clases económicamente depauperadas, pero un total abandono a la clase media, que es la mayoría del país, y un ataque frontal a la clase pudiente de la costa, porque no se ha tocado para nada a la clase pudiente de la sierra, lo único que se ha hecho es atacar el aeropuerto de Quito, pero toda la estructura del poder que maneja petróleo, la administración pública y los negocios del estado con asiento en la capital, en clubes de alto rango, eso no se ha mencionado siquiera, dando a entender que pelucones y oligarquía solo hay en Guayaquil, o es que se teme que la oligarquía serrana sea mas fuerte y organizada que la costeña y por lo tanto es mejor no hacer olas con ellos. Ese es el sabor que me deja hasta ahora el año que se va, esto es la misma jeringa con distinto bitoque que vivimos desde hace 28 años del retorno a la democracia.

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From Guevara to Chavez

Las insurrecciones que se vienen dando en Oriente Medio resultado de la perpetuidad en el poder por parte de regímenes dictatoriales-totalitarios y sanguinarios, debe poner a pensar seriamente y con preocupación a algunos similares autodenominados democráticos que hoy existen en Centro y Sudamérica.

Los tiempos de aquellos dictadores que llegaron jóvenes al poder y ofrecieron a sus pueblos cambios y dádivas que luego concluyeron siendo regímenes de terror, están llegando a su fin tal como lo presenciamos en Túnez, Egipto y con seguridad en Libia. Gadafi, tirano que se encuentra frente a Libia por algo más de 40 años, ha manifestado que no se ira nunca del país y juró que quienes le son fieles a su desgastada revolución resistirán hasta el último hombre y la última mujer para mantenerlo en el poder; es tal el endiosamiento, que insiste que aunque todos los libios se vayan el nunca abandonará su tierra, y se quedará para esperar la visita de aquellos que se oponen a su revolución.

¿Ahora que vendrá?

Hay que reconocer que el gobierno del Socialismo del Siglo XXI tiene entre sus estrategias mantener al país pendiente de acontecimientos que pasan a ser insignificantes frente al manejo económico y a la libertad con la que se gastan los recursos sin rendición de cuentas. No hay en la historia del Ecuador un Gobierno que haya manejado la cantidad de dinero como el actual.

Interminable es la lista de hechos que han sido noticia con grandes titulares y que posteriormente han caído en un olvido amnésico. En las últimas semanas la cortina de humo estuvo dada por el asilo otorgado al señor Assange, luego de que estuviéramos a punto de declararle la guerra a Inglaterra. Igual estallo el escándalo de las firmas falsetas supuestamente descubiertas por el Consejo Nacional Electoral; la atención de los politiqueros se centro en evitar la desaparición de sus movimientos políticos. La prensa ha continuado siendo el blanco de calificativos que van desde la corruptela hasta el enriquecimiento.

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  1. Señor, usted es un farsante, apoyando a ‘su socialismo’ como el bueno, y diciendo que el socialismo del gobierno es el malo. El socialismo no es nada mas que un sistema de sacrificio moral en beneficio del que recolecta las ofertas sacrificiales: el gobierno. Si usted no puede entender que mientras sea socialista estará perfectamente en línea con este gobierno, entonces déje sus poses de mártir y únase al gobierno.

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