La locura del Poder
Cito a Pablo Cazau “¿Quién no deseó ser alguna vez como Superman o como Dios? ¿Quién no se embriagó con esa cosa llamada Poder, y que alguna vez Henry Kissinger llamara el ‘afrodisíaco definitivo del hombre’ (cuanto más se tiene, más se quiere)? ¿Y quién, en fin, no repudió alguna vez tales íntimos e insensatos anhelos asumiendo la identidad del humilde? Porque ya lo dijeron una vez los seguidores de Joung: quien por fuera se muestra modesto, inconscientemente se siente poderoso, así como quien necesita ostentar poder, por dentro se siente insignificante”. Y esa insignificancia, agrego yo le impulsa a ratificar un creciente e infinitas ansias de poder.
Es un círculo vicioso infernal: Chávez, Fidel, Hitler, Correa y tantos más. No abandonan el poder democráticamente sino que solo la muerte los separará de ese manantial de vitalidad. La tendencia de este tipo de personajes, que los hay muchos en la historia económica y política de la humanidad, es a ensimismarse y confundirse o tutearse con Dios.