19 abril, 2024

Opinión

El proceso de recolección de firmas y afiliaciones es una completa farsa

El proceso de recolección de firmas y afiliaciones es una completa farsa. he chequeado en: http://app.cne.gob.ec/consultaafiliacion/default.aspx y aparece que yo consto como adherente del movimiento suma a quienes jamas he visto personalmente, […]

Ley de Vida

Para aprender el arte de vivir, hay que aprender a convivir.

Presento aquí diez reglas para vivir en armonía:

1. Dominarse a uno mismo. Hay que dominarse a uno mismo antes que pretender dominar a los demás. Es indudablemente el dominio de la fiera más salvaje. La gran ventaja que hay es el conocerla, lo que hace que sea factible lograrlo. Si no me venzo a mí mismo, ¿Cómo puedo pretender hacerlo con los demás?

2. Ser firme. Nunca violento. El razonamiento nos puede permitir llegar a la otra persona con mucho más seguridad de un triunfo permanente que la violencia. Toda acción provoca una reacción y mientras más violenta sea la acción, más violenta será la reacción.

He arado en el mar

El cadáver del Libertador Simón Bolívar fue exhumado por orden de Hugo Chávez en la madrugada del viernes 16 de julio de 2010, los restos del Libertador descansaban en paz en el Panteón de los Héroes venezolanos desde el 28 de octubre de 1876. Simón Bolívar nació en Caracas en 1783 y murió en Santa Marta, Colombia, en 1830.

Una de las razones para cometer este sacrilegio es porque Chávez sospechaba que el Libertador fue envenenado con arsénico y que no murió por tuberculosis, versión que se ha sostenido históricamente.

“A Bolívar lo asesinaron, lo querían muerto”, ha dicho Chávez en distintas ocasiones y sin ningún fundamento ha declarado, “Yo no me convencí de que Bolívar murió de tuberculosis”.

Vuelve el perro arrepentido.

Recuerdan ese poema del Chavo del 8, “vuelve el perro arrepentido, con sus miradas tan tiernas, con el hocico partido, con el rabo entre las piernas”, que se repetía y se repetía hasta que alguien lo callara al Chavo; pues eso parece que es lo que estamos viviendo actualmente, porque todos los días escuchamos la misma cantaleta cansina de la partidocracia corrupta, de la larga noche neoliberal, del imperialismo yanqui, y otras babosadas más, sin embargo, este gobierno de “manos limpias” y “corazones ardientes” desde los inicios del mismo, tuvo grandes escándalos de corrupción que nunca, ni siquiera fueron investigados, o simplemente fueron desechados, porque las filmaciones que los acompañaban, no eran ordenados por funcionarios públicos competentes.

Casos como el de la “Narcovalija” o como el de “Chucky Seven”, ponen los pelos de punta, y sus sentencias o veredictos, dejan a los ciudadanos de a pie, que somos la mayoría, una sensación de que las cosas se manejan en una sola vía, y no precisamente la más adecuada, y que debe ser el Soberano Mayor, quien emita oficialmente sus pronunciamientos, para que después sus reales súbditos, con el poder que él les ha investido, santifiquen y glorifiquen sus inquebrantables designios.

El alimento del tirano es el silencio del cobarde…

Es inaudito el cinismo con el que nos tratan de hacer creer las mentiras como verdades. Pero es más inconcebible la falta de reacción en los habitantes del país.

Aquellos que no están de acuerdo con el gobierno y odian a quienes nos gobiernan, nada hacen para demostrar su desacuerdo y mucho menos impedir que esta imposición de falsedades se lleve a cabo.
Pero esta permisividad y apatía propia de los sumisos, también se da en aquellos que medran como gárgolas carroñeras de la patria.

No veo por ninguna parte en forma espontánea y masiva a la gente que delira por el mandatario o su gestión.

¡Estafa académica!

Confieso que la primera vez que escuché esta aseveración por parte de los
ejecutivos encargados del seguimiento y evaluación de los procesos educativos
superiores en el Ecuador me pareció exagerada y hasta insultante. Hoy, y en
muchos casos, debo admitir que tiene su razón de ser en la casi inoperante
preparación que muchas universidades, escuelas y colegios han desarrollado en
quienes confiaron a sus hijos e hijas como alumnos.

Pero el asunto es aún peor… pues estos jóvenes, preparados para el siglo
diecinueve y no para el actual, son conscientes –algunos me lo han expresado- de
lo tragicómico de su preparación cuando se le permitía en las escuelas y colegios
–muchos de ellos fiscales pero también particulares-, hacer lo que les daba la
gana, presentar cualquier trabajo y ganarse la máxima nota, o lo que es peor,
irrespetar a la autoridad constantemente, sin dejar de anotar, el enciclopedismo, la
exagerada memorización, la repetición insulsa de los temas y el predominio de lo
cognitivo sobre lo procedimental y lo actitudinal.

Los jóvenes y la violencia: ¿qué pasa con nuestros adolescentes?

Hablar de los jóvenes y adolescencia, suena muy genérico, como
meter a todos en un mismo saco sin distinción ni reconocimiento de las
verdaderas cualidades juveniles. Sería encasillarlos, despersonalizar
rostros y relaciones sanas y duraderas que solemos entablar con los
jóvenes concretos con quienes nos encontramos. Sin embargo, duele
ver, sentir el dolor de muchas familias, profesores, vecinos ante el
comportamiento de ciertos grupos juveniles, de ciertos jóvenes. El caso
Aurora – Denver, Colorado, en el estreno de Batman, la brutal violencia
del joven James Holmes de 24 años, es uno de los más llamativos.

Por ello, las presentes líneas solo quieren ser ocasión para meditar
soluciones ante los problemas juveniles y compartir posibilidades
invitando a que otros, en especial expertos, puedan dar una palabra de
aliento a los mismos adolescentes, como de esperanza a la sociedad que
anhela un futuro mejor.

Prohibido ir a la escuela de las Américas

“Ningún soldado ecuatoriano se preparará en la Escuela de las Américas”,
ordenó el Presidente Correa. A esta decisión surgen varias preguntas: ¿Correa
habrá consultado con el mando militar para tomar esa decisión? ¿Habrá
ordenado previamente un estudio de Estado Mayor y habrá recibido la
recomendación respectiva? ¿Conocerá Correa que la mayoría o por no decir
todos los miembros de su Alto Mando -sobre todo del Ejército- han recibido
algún curso en la Escuela de las Américas?

“El Mandatario presentó un video documental en el que se expone una
investigación que asevera que de 65.000 militares latinoamericanos que se
graduaron en esa escuela, de los cuales 600 se convirtieron en dictadores y
torturadores”. Desde su inauguración en 1964, hasta el 2012, han pasado 66
años, la Escuela de las Américas ha graduado 65.000 cursantes, es decir a
un promedio de 985 militares por año; de los cuales, según la información
de los 65mil, 600 se convirtieron en dictadores y torturadores, es decir en
cada año de los casi mil graduados 9 tenían la connotación referida. De estos
datos, según el análisis del Presidente Correa y por lo resultados señalados,
el 99.08% eran buenos y menos del 1%, es decir el 0.92%, eran malos.
Seguramente esto sería suficiente razón para que el Presidente Correa ordene
que ningún militar ecuatoriano asista a los cursos que imparte la Escuela de
las Américas, cuyo nombre actual es Instituto del Hemisferio Occidental para
la Cooperación en Seguridad.

La masacre en Aurora

Colorado Shooting

La “premiere” de la película Batman era un acontecimiento especial para los moradores de Aurora, cada cuál se había esforzado por obtener una entrada y festejar una grata distracción.

Jamás pensaron ser parte del nefasto evento de que un villano, James Holmes, iba a concurrir disfrazado a la sala de cine y finalmente matar a 12 personas y herir a varias decenas. James Holmes ¿Por qué lo hizo? ¿Es posible que una película con escenas violentas genere emociones negativas en la realidad?

Discrepo con lo que se ha vuelto una moda: Que jugar con artefactos bélicos, ver películas, o leer historietas rudas convierte a los niños en monstruos de la maldad.

Por ahí algunos psiquiatras manifiestan que cuando un largometraje expone imágenes furibundas, provoca inconscientemente este mismo comportamiento en los espectadores.

El niño y la revolución ciudadana

taxisEnLaLluvia

Hay dos hecatombes que pueden destruir la revolución ciudadana: La caída severa del precio del petróleo y los estragos del fenómeno del niño. El precio del petróleo no depende de nosotros, sino de la comunidad internacional, de la OPEP y de los Gobiernos de varios países, pero el fenómeno del Niño, si bien depende de la naturaleza (Dios perdona siempre; el hombre, a veces; la naturaleza, nunca, dice un viejo y sabio refrán), sus efectos dependen de lo que se haga en el país para atenuar la destrucción que nos amenaza y para proteger los poblados, los cultivos, las tierras y sus habitantes.

¿Qué debería hacer el Gobierno para protegernos de esta amenaza? No podemos impedir que llueva, pero podemos y es imperativo prevenir la subida de las aguas, la inundación. ¿Qué hay que hacer? Hay que dragar la desembocadura de los ríos como primera y elemental acción. Esto permitirá que el agua fluya al mar y bajará el nivel de los ríos. Segundo, hay que hacer y reforzar los muros de los poblados que están a la orilla de los ríos. Todos los años, poblados importantes como Salitre, Babahoyo y muchos más, se inundan todos los inviernos, aún sin niño e incluso en los inviernos secos y hasta ahora se hace muy, muy poco. Nuestro hermoso Río Guayas, está tan embancado que ya hasta tiene nombre el islote que formó el puente de la Unidad Nacional sobre el Daule, el Palmar (aunque no tenga una palma). Tercero, hay que hacer refugios y puestos de socorro en sitios altos cercanos a las poblaciones críticas para poder dar asistencia a nuestros compatriotas afectados cuando se presente el problema. También hay que reforzar las vías de la costa. Esperar a que venga el niño para realizar estos trabajos, será un lamento grave cuando estas obras se requieran.

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