16 abril, 2024

Crisis, Ciudad y Arquitectura

“Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.”

Albert Einstein

Hablar de Arquitectura frente a las épocas de crisis, o, de las crisis afectando a la Arquitectura, resulta un poco tardío por decir lo menos. La Arquitectura de innovación para el bienestar del ser humano parecería haber pasado de moda, quedado hace una década (¿?), y, entrado en una lujuriosa competencia de formas y fanfarronadas entre los monstruos del márquetin, el dinero y el poder.

Vivienda vs La Patria de todos

La fiereza con la que fue anunciado el fin de los tiempos para el problema de la no posesión de un cobijo familiar en la “Patria de todos”; el arma temible y, a la vez gloriosa, de los bonos de la vivienda, incrementados con solera; el discurso encendido y patriota –entendiendo las buenas intenciones del Presidente-, se están diluyendo en los más antidiluvianos problemas domésticos que este País haya presenciado.

Informalidad: ¿Guerrilla urbana?

Hace ya algunas décadas, el Capitán del Pueblo (Carlos Guevara Moreno) imponía un nuevo ritmo de manifestación callejera con el accionar de sus mítines relámpagos en los escenarios urbanos de Guayaquil. Los policías se dislocaban el cerebro porque nunca sabía en cuál esquina les aparecería un nuevo grupo de manifestantes. El Capitán enseñó nuevas formas de hacer política, de expresión popular y hasta de oratoria.

Hoy día los opositores a la Ciudad usan a los resentidos, prematuros o tardíos, para que esgriman su inconformidad frente a un escenario urbano que, si ellos fuesen un poco más positivos –y proactivos, por supuesto-, les otorgaría un sin número de posibilidades de desarrollar un destino evolutivo…

Cambiar la estrategia

Estamos gritando frente al mar sin recibir ni un eco de respuesta. Estamos gritando frente al mar a un barco lejano que pasa por el horizonte; a una gaviota que no detiene su vuelo; a una ola que no afecta su ritmo. Somos un coro de independientes y autonómicos que pretendemos llegar a solistas, a ratos pasando por pacatos. Somos, en fin, parias políticos que sin un andar acompasado y sin dirección claramente marcada intentamos llevar una plástica banderita de protesta hasta los sordos oídos de quienes nos estropean cada día y desde hace un año.

Este constante jorobar al que nos tienen sometidos nos hace reaccionar. Cada uno a su modo intenta protestar por las patadas recibidas en partes pudendas, por los puñetazos en el rostro, por las descorazonadoras formas de “hacer País”. Cada guayaquileño es su propio grupo de “a uno”. Nos disparan desde todos los ángulos y la reacción, nuestra reacción, sigue siendo la misma. Arribamos a una natural conclusión: Vociferar no sirve para nada. Vociferar “in situ” es inútil es marchar en el propio terreno…

El Museo de los Niños ¡Por fin!

“ Las  consecuencias de las acciones políticas, sociales y económicas que, por tantos años se abaten sobre nuestro País, nos empujan hacia la primitiva supervivencia diaria, a la imaginación sin pasado y […]

Guayas, Guayaquil, Nuevos desafíos

Las guerras del futuro serán producidas por alimentos, aguas y energías.   Parte de esta aseveración la estamos viviendo actualmente y no es necesario ser muy inteligente para notar hacia dónde se […]

Ineficiencia para todos

“No existe en el País la suficiente cantidad de botes de goma”, “la culpa es de los anteriores que no hicieron el mantenimiento de los canales”, etcétera, etcétera, etcétera. ¡Tanta inutilidad! Para […]

Lo urbano: Rutina y participación

A momentos, los ciudadanos pensamos que nos estamos acostumbrando a una ciudad en regeneración que se acerca a la rutina urbana.   Suaves y aisladas voces ya lo han mencionado y, quizás […]

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