La cruel ignorancia
Mi abuela solía decir que “la ignorancia es atrevida”. Hoy, de lleno, los recordados y particulares aforismos usados por nuestros mayores para educarnos otrora –y este es uno de los que más me impresionan-, cobran vida cuando en el presente somos testigos por observación de las terribles consecuencias que un ignorante –persona que ignora- puede causar en cualquier ámbito que le toque vivir, familia, empresa, política, manejo profesional y hasta religioso…