29 marzo, 2024

Cuando el mito respalda el poder…

El mito, hablando socialmente, es la sombra de todo humano. Voluntariamente o no. ¿Es que ha existido alguna sociedad sin la cultura del mito? Nacer es implicarse, de hecho, en los valores míticos del hábitat socio cultural en que se llega. Congestionamiento de amarres ideológicos que promueve desde el ayer una direccionalidad de conducta, comportamiento y vivencia del presente. Es que el mito antes que incentivo de liberación o cambio es una atadura a un pasado que no admite discusión en su propuesta de ser y permanecer. “En las sociedades ágrafas –insiste Levi-Strauss- las mitologías tienen por finalidad que el futuro permanecerá fiel al presente y al pasado”. Más aun. Todo mito promueve su existir desde la intrincada urdimbre de los rituales que lo visten de misterio, secretismo, incógnita. Por cierto, desde una deslumbrante faramalla que incentiva ilusiones y emotividades, más allá de los sentidos. Pero la diaria realidad de las poblaciones, incluso modernas, confiesa en su ir y venir que uno u otro mito advierten “un detente” con su presencia. El mito es el límite que dice “hasta aquí” a los pronósticos de la modernidad y a la implantación de su tecnología.

La decisión de Unesco sobre Palestina

Bandera Palestina

Con la aceptación de Palestina como Estado 195 en la membrecía de la UNESCO, al parecer, las relaciones por la paz con Israel entran en complicaciones. Al menos este es el decir del Club Internacional de Borregos liderados por los Estados Unidos. Pero este decir nada tiene que ver con la realidad que el mundo entero ha comprendido, por fin, sobre la existencia del pueblo palestino. O sea, sobre la existencia de un genocidio permanente en su contra y por la pretensión de ser libres en su propia tierra. Tierra que, por desgracia y en contradicción del Derecho Internacional, viene siendo confiscada, y a vista y paciencia de los Estados que se rasgan las vestiduras por la democracia, desde 1948 y violentadas sus propiedades, cultivos, viviendas y propietarios. ¿Por qué Israel, convertido en la clave de este secular atropello, no pone fin a semejante depredación?

¿Es que el holocausto fascista de exterminio contra los judíos gustan ahora, quienes lo sufrieron, aplicarlo al pueblo palestino, que nada tuvo que ver entonces con tanta villanía genocida?. Lo más torpe y cínico, sin embargo, es la posición norteamericana. Mientras habla por un lado de un camino de paz, de un acercamiento solidario por otro, veta en las Naciones Unidas todo lo que implique un paso a favor del bienestar del pueblo palestino… Y no es algo sobre un problema actual. Es desde antes de crearse el mismo Estado de Israel, en connubio con Inglaterra, Francia, Rusia… El decir, ahora, con tanta prepotencia, No! a la aceptación de Palestina como Estado miembro en Naciones Unidas, y hacer diplomacia de chantaje para restarle votos a su ingreso, es sólo parte de su autoritarismo imperial.

De la gramática a la expresión literaria

Es común creer que la expresión literaria es un resultado, una consecuencia del manejo de la gramática de un idioma. Para muchos, incluso, sin saber las reglas gramaticales, las normativas de cómo vincular los vocablos sean verbos, adjetivos, sustantivos, pronombres y siempre de acuerdo a los paradigmas signológicos de puntuación, es imposible escribir algo legible. Para otros, extremadamente celosos de la formalidad, sin gramática no hay literatura válida. ¿Hasta dónde esto es real, aceptable? ¿Es acaso la lógica de los signos la misma del texto literario construido con dichos signos? Los antiguos decían que “el estilo es el hombre”. O sea, siempre en el contexto idiomático, el manejo que un autor tenga del idioma, en cuanto a la problematización temática y la solución que alcanza por las alternativas que plantea, mediante el uso pertinente de la palabra, expresa y proyecta lo sustantivo de su personalidad y de la creatividad de su proyecto.

Lectura para todo aprendiz de dictador…

El poder siempre quiere más poder. Pero todo poder engendra miedo. La dictadura, desde la perspectiva política estatal, no es más que la concentración de las gestiones gubernamentales para protegerse de dicho miedo, creando proyectivamente en cada acción, cada vez más miedo. Además, no es menos acertado que el poder por el poder, el poder dictatorial envilece. Degrada… Deshonra… Porque corrompe y pervierte.

Pero, todo aprendiz de dictador debe conocer y comprender ciertos conceptos, definiciones y hasta ciertos sucesos para llevar adelante su intencionalidad de mando… Caso contrario puede fracasar y ser declarado, al margen de su patología, inocente! ¡Qué trauma para sí!

¿Qué mismo es ser dictador? No sólo el uso del poder de forma ilegal. También, y sobre todo, el abuso sobredimensionado desde el cargo, aun legalmente logrado. Todo abuso contradice la libertad de quien lo sufre. ¿Cómo así alguien bloqueado por contradicción en su libertad puede declararse beneficiado por un estado de derecho? Toda libertad social aminorada, de cualquier forma, expone a la luz una imposición dictatorial de facto. “El poder brinda una oportunidad a lo imposible –declara el Calígula de Albert Camus-. A partir de hoy y en lo sucesivo –insiste-, mi libertad dejará de tener límites”. O sea, más allá del bien y del mal, en el permanente desvarío de la mente dictatorial, el poder esquiva la realidad y “accede a la inmortalidad, al convertirse en tan cruel como los dioses…”. Es que un dictador no tiene par social a quien rendirle cuentas.

Es hora de decir No! A toda imposición dictatorial…

Los mejores pretextos sirven a la realización de las acciones más viles… Gastón Leval

Toda acción contra la libertad, por mínima que sea, coarta la posibilidad de un bienestar creativo en un contexto de justicia real. Tanto para el individuo como para la colectividad. Es que sin libertad hasta las fieras pierden la razón natural de su existencia. Por eso, la domesticidad implica, por definición, límites de control. Encierro sinónimo de proceso hacia la castración. Castración social y sicológica en el humano, al pretender que formule su destino, mediante un domador con látigo influyente. Sabiendo, por demás, que el látigo es, sobre todo, el derecho de las bestias… Cuando alguien pretende el manejo total de la cosa pública, conscientemente o no, desde una posición política de mandatario, convierte la posición gubernamental obtenida en una fuente grave de autoritarismos… Autoritarismos que apoyan su exaltación con la prepotencia, lo despótico, la arbitrariedad. Es ya la marcha de los inocentes rodando al cadalso de la tiranía. Las palabras de la Iocasta de Eurípides vienen, de la tragedia del ayer, a llamarnos la atención con su advertencia: “¿POR QUÉ TRIBUTAR HONOR INMODERADO A LA TIRANÍA, ESPLÉNDIDA INJUSTICIA?”.

¿Qué mismo es la democracia?

Tanto ha sido repetido que, para la mayoría de la población, ir a elecciones o elegir autoridades es sinónimo de democracia. El abuso de la confusión ideológica es tal que nada mejor, para cumplir con la democracia, que de forma permanente imponer, por cada triquitraque, elecciones. Irónicamente resulta, así, que un simple procedimiento “técnico” o “metodológico” es ahora lo verdaderamente sustantivo de un modo socio político de administrar una sociedad. Más aun. Existe todo un andamiaje, toda una maquinaria que se echa a caminar, con costos económicos y sicosociales, por demás caros, para que algún candidato concluya gritando que “¡He sido elegido Constitucional y Democrá ticamente!”. Lo que significa, en la práctica, “Ahora ya puedo hacer lo que me venga en gana… A partir de hoy yo impongo mis criterios, mis deseos…”.

En otras palabras, mediante las urnas/voto físicas o virtuales alguien, cualquiera que sea, logra el “derecho democrático” para manipular a su antojo la cosa pública y con esto la manipulación, también, de una población, amarrada por su gestión electoral, convencida de la razón de ese derecho. ¿Patología política convertida en salud social? ¿O es que aun no sabemos, pese a la experiencia diaria, que cada elección es una vil compra de conciencias, de oferta de engaños, de cohechos y chantajes, de striptease de miserias? Clientelismo vestido con eslóganes de pacotilla, metamorfoseado con concepciones seudorevolucionarias, ofreciendo la salvación como en feria de milagros! ¿Es que una sociedad puede salir adelante, mediante un desarrollo propio, que tenga en cuenta su realidad y el contexto en que se desenvuelve, siguiendo el ritmo de semejante cachinería polítiquera?

Los 28,000 tulipanes

En 1789 la revolución francesa definió la inutilidad, la sinrazón y la injusticia del existir de las testas coronadas. Este llamado de atención no pertenecía a una localidad. Tenía que ver con cualquier sitio en donde alguien, desde una u otra gestión, pretendiera declararse en poder absoluto usurpando el derecho popular natural. En buena medida era una forma, y terminante, de poner en vigencia el Contrato Social de Rousseau. ¿Es que si hay monarquía puede hablarse acaso de Derecho Ciudadano? Saint – Just, uno de los grandes combatientes de la lucha antifeudal, era concluyente. “La monarquía no es un rey, es el crimen”. O sea, gobernar desde semejante posición, significa rapacería, despojo, expoliación… Lógica, que sin necesidad ya de otra explicación, proclama un axioma contra el poder por el poder… “¡Nadie puede reinar inocentemente!”. Si en la Inglaterra de mediados del siglo XVII, fue ajusticiado Carlos I en calidad de rey para dar paso al republicanismo místico de Cromwell, cuando sube al cadalso Luis XVI, el 21 de enero de 1793, no muere ni siquiera un hombre. Por fin es liquidado un sistema de oprobio y delictivo. Además, como ratificó en ese entonces, el propio Saint-Just “Luis es un extraño entre nosotros…”.

Calígula: O recuerdos del presente

Pocos han sido los tiranos que no han terminado vertiendo su propia sangre. ..
Muy poca cosa es el ser humano! JUVENAL.

¿Contradicción? ¿Sólo información oficial? ¿Ausencia de otras referencias? Dicen que el pasado es fuente de fantasmas. La cotidianidad, eso sí, en muchas ocasiones, los transforma en realidades vigentes… Es que la idiotez, la imbecilidad, la torpeza desde que el mundo es mundo, y alguien trató de acaudillarse en la sociedad creada, subsisten en un jolgorio permanente desde el protagonismo patológico del poder… Calígula es la síntesis de la inhumanidad sin límites. Representa, además, la infausta presencia de todos los césares! “En un primer momento Calígula fue popular, algunas medidas sensatas iban acompañadas de espectáculos extravagantes. Su crueldad e irresponsabilidad enseguida se hicieron patentes y una seria enfermedad probablemente afectó su cordura”. Estos datos de la Historia del mundo antiguo de la editorial Akal están ampliados, con un estilo biográfico muy personalizado, por Suetonio.

Sobre las injurias a un Presidente

No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.

Mahatma Gandhi

Hace ya algunos años, a inicios del siglo XX, Leonidas Plaza Gutiérrez, presidente del Ecuador en ese entonces, era culpado de autor intelectual y de haber armado el operativo que terminó con la vida de Eloy Alfaro Delgado. La turba que lo arrastró desde el panóptico hasta El Ejido, donde sus restos fueron incinerados a la vista de todos, no pasó de ser el instrumento del crimen. Fue ¡la hoguera bárbara! como calificara Alfredo Pareja Diescanseco semejante acto de felonía y crueldad. Desde ese enero de 1912 los escritos periodísticos acumulaban denuncias, amenazas y acusaciones en un contexto de dicterios, socarronería e injurias. El blanco de cada palabra, de cada gesto, de cada caricatura tenía un nombre: Leonidas Plaza Gutiérrez. Dicen que… En una ocasión el periódico con que Manuel J. Calle atacaba sin piedad a Plaza, no salió a circulación. El presidente supo que su ausencia era porque el “Tuerto” Calle no tenía dinero para comprar el papel… Entonces ordenó que le faciliten, desde el propio gobierno, las resmas necesarias para su impresión. Que sea verdad o no este “decir…” ya no tiene importancia, en su expresión formal. No es más que parte del atuendo con que, en ciertos momentos, se vestía una época. ¿Y hoy? Sólo enjuiciamientos, cárceles y persecución… También amenazas y chantajes…

¿Otra Crisis del mundo Árabe? IV

Rally for Libya

UN PROBLEMA PERMANENTE: PALESTINA! Y no de ahora… Desde mucho antes de la descolonización del imperio otomano. En realidad, un problema que nos concierne a todos. E históricamente, una realidad social sinónimo de genocidio, manipulación política, migraciones y refugiados, ausencia de solidaridad humana, distorsión y sesgo político de la justicia internacional… Al parecer, y desde cierta coherencia práctica, todo esto pasaría al recuerdo, aunque recuerdo fuertemente negativo, ante el reconocimiento definitivo de la formación actual del Estado Palestino. Al menos hay gestos mucho más claros, al respecto, desde la Casa Blanca que en circunstancias anteriores. Pero también de instituciones que antes opinaban poco sobre el asunto. Para el Banco Mundial, por ejemplo, aunque “Todavía se requieren cambios significativos en el ambiente político para incrementar la inversión privada, particularmente en los sectores productivos (…), su actual estrategia de creación de instituciones y reparto de servicios públicos, está bien posicionada para el establecimiento de un estado en cualquier momento en un futuro cercano”. Actitud interesante a la que hace sumatoria la declaración del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de que España reconocería el Estado Palestino, en este año 2011, al margen de la posición colectiva de la Unión Europea.

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