28 marzo, 2024

¿Libro impreso o libro digital? – Parte I

Yo prefiero el libro impreso.

Vamos a ver porqué.

Más allá del “olor del libro”, como me dijeron mi hijo y una amiga, literalmente me dijeron: “me encanta el olor de los libros”; está el hecho de que lo llevo sin problema a cualquier parte, no necesito electricidad, ni internet, lo puedo subrayar, revisar, guardar, volver a sacar y seguir subrayando.

Y en este punto coincidieron varias personas a quienes pedí su opinión respecto al tema.

Dijeron: “Al libro impreso lo puedo subrayar cuantas veces quiera”.

El Kirtan en la India

“Soñé una vez con varias puertas que se abrían una a una, y al abrirse, me iban mostrando distintas historias, las cuales no recuerdo con exactitud. Intento que mi memoria recupere esa especie de visión de hechos y personajes, pero no lo logro. Parece ser que las historias ya no existen, aunque las puertas siguen ahí… Sé, que solo una es la verdadera.

Intento recuperar lo observado y sentido en esas puertas pero es en vano. Recurro a mis recuerdos. Tanto vivido… tanto por vivir. Cuando era muy joven quería ir a la India. Para qué, no lo sé. Sólo era un deseo.

Pero los deseos, se cumplen.

Una enfermedad llamada cáncer (Tercera Parte)

En dos artículos anteriores presenté el testimonio de mi tía, Gloria Arteaga Calderón. El inicio y descubrimiento de su enfermedad. Cómo logró sostenerse y luego sobreponerse al cáncer. Cómo la vida cambió las cartas del juego. El médico que rechazó realizarle la cirugía, murió de un infarto, y ella con un cáncer avanzado de columna, respondió a todos los tratamientos e incluso hoy, está como nueva. Ciertamente ha vuelto a nacer, y lo ha hecho desde la profundidad de su ser, encontrando la esencia de su vida, su espíritu lleno de alegría, gratitud y deseos de seguir viviendo…

“He vuelto mis ojos hacia el interior de mi Mente, y creo que estoy cumpliendo conmigo misma, al haber escrito sobre esta enfermedad catastrófica a la que la denominaron Cáncer, y de la cual yo fui una de sus víctimas.

Hasta ese momento mi vida era tranquila y con mucha paz interior. Esa Paz que sigue conmigo y me ayudó en todos los estadios de mi enfermedad.

El berrinche de los inconformes

Rabieta o pataleta, hostiles a la norma, contrarios o enemigos.

Alguna gente anda por el mundo con una carga pesada, la hostilidad. Esa hostilidad origina la rabieta de sus vidas y por eso son los inconformes.

Hablo de los inconforme crónicos. Los que son inconformes porque viven con su inconformidad, no buscan soluciones, no las ven, solo ven lo malo, lo que para éstos o éstas inconformes es malo.

Suelen quejarse de las cosas, en ocasiones están al tanto de lo que ocurre, solo para atacar. Hay algunos y algunas que atacan inclusive sin estar al tanto.

La Oportunidad

Deben ser de las preguntas más comunes hechas por los seres humanos, ¿para qué estoy aquí?, ¿qué sentido tiene la vida?

Muchas veces me pregunto lo mismo, y antes de dormir dejo la pregunta realizada en mi mente y en mí corazón confiando en que desde la profundidad de mí ser emergerá la respuesta, dada por Dios en su misericordia.

Lo cierto es que cuando me levanto, al siguiente día, no recuerdo si apareció la respuesta. Pero en mi, hay una actitud diferente y esto desde hace algún tiempo.

Carta para el cielo

La noche del 30 de marzo regresamos de Villa Juanita, nuestra casa de la playa. Lo primero que hice fue abrir la ventana que da al pasillo, miré hacía la esquina, ahí estaba la camita de Michu.

Michu no estaba en su camita, la noche anterior se había quedado dormida para siempre. Mi hijo Victorino la llevó metida en una caja de productos FUXION a la playa. Victorino llegó muy abatido, la pena era grande. Michu era su “chica ideal”, la mejor de todas (ciertamente muy bella), la que dormía en su cama, a pesar de su asma, la que lo esperaba para que le diera de comer, la que tocaba el vidrio de su ventana con sus patitas y maullaba con desesperación en los días de lluvia para que él la dejara entrar, pese a mi rotunda oposición. Michu me ganó siempre. Entraba cuando quería, me la topaba en las mañanas cuando bajaba a preparar el desayuno. ¡Victorino saca a esa gata de aquí! ¡Tú la dejaste entrar! ¡Fuera Michu, fuera!

Hostilidad

Algo hostil, algo tenso. Aversión, oposición, discordia, antipatía.

Algo con lo que no se puede vivir, o con lo que no se debe vivir; con lo que vivir se vuelve un infierno.

La hostilidad debería ser abolida, porque no conduce a ningún sendero. Te deja paralizado, sin avanzar y carcomiendo rabia y malestar. Pura mierda.

¿Eres hostil? ¿Hay alguien hostil a tu lado? ¡Olvídalo! No a ti ni al otro, al comportamiento hostil. No le hagas caso. Es una gran tentación que no te dará satisfacción alguna.

La adversidad

Estaba en Londres con tres de mí cuatro hijos y con mi esposo, la selección ecuatoriana de fútbol, conocida como “La Tri” jugó un partido amistoso con la selección de Australia. Somos hinchas del fútbol, así que fuimos a ver el partido, compramos los boletos por teléfono. Algo sucedió, el interlocutor que vendía los boletos no entendió que pedíamos los asientos dentro del grupo de asientos asignados para hinchas ecuatorianos. Nos tocó ver todo el partido en medio de cientos de australianos…pero tanto La Tri como nosotros supimos vencer la adversidad. Les dejo el relato del partido, una mini crónica escrita por una futura periodista deportiva, la tercera de mis hijas, Paula Abad:

¿De qué se compone la vida?

La vida se compone de pequeñas historias, de momentos, de profundos suspiros, de ilusiones pasajeras y otras que nunca terminan, de miradas que no se olvidan y abrazos que duran para siempre.

La vida es como una manta de colección, o tal vez como una manta única hecha de retazos. Es un pequeño o gran rompecabezas, con piezas que se van haciendo a medida que los años pasan.

La vida no es una línea recta, por mucho que quieras ser inamovible, nada permanece porque todo fluye, segundo a segundo, con ruido o en silencio; rápido o ligero, pero todo pasa.

¿Por qué escribimos y publicamos lo que escribimos, los que escribimos?

¿Por qué escribimos y publicamos lo que escribimos, los que escribimos?

Escribimos por placer, publicamos por necesidad (de compartir lo que hemos escrito).

Escribimos por necesidad, (porque escribir es vivir y si no lo hacemos estamos muertos) publicamos por placer.

Aquello que no se da se pierde dice el proverbio hindú. Y es así. Si escribes algo debes entregarlo al mundo y que el mundo se encargue. Leer lo que has escrito es el problema del mundo, tu problema es escribirlo.

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