25 abril, 2024

Los nuevos pelucones

Los cambios que se producen al subir un nuevo gobierno, son cambios de cabezas, no de estructuras. Todos los Gobiernos prometen muchos cambios a favor del pueblo, en unos casos se promueve mayor vigilancia en los gastos y en casos como el actual, se crea una infraestructura gubernamental con gran creación de cargos públicos, dando puestos de trabajo dentro de la maquinaria del estado a gente afín al partido, a costa de un presupuesto inflado, que se pretende alimentar con impuestos y cargas tributarias.

Mantener, aparte de esto, el bono solidario, significa un gasto que mantiene al Estado al borde de la quiebra y endeudado con grandes intereses para poder sobrevivir. Aunque esto es un problema grave, el compromiso del Gobierno con el pueblo que votó por él y contra él (porque en una democracia, ayudan a la elección los votos a favor y en contra, al permitir una elección libre), obliga a hacerlo.

Reincidencia

Preocupa la falta de seguridad que existe en el país. Cada vez leemos más noticias de asesinatos, asaltos, violaciones, narcotráfico, sicariato y otros delitos. Creo que la política de tolerancia del Gobierno, de defensa a los revolucionarios, que en realidad no son otra cosa que narcotraficantes y asesinos disfrazados de izquierdistas, ha sido una política equivocada, que ha aumentado la inseguridad en nuestra Patria. Si a eso sumamos la cantidad de cubanos que el Gobierno ha tenido el desatino de importar para cumplir con labores que bien podían ser realizadas por nuestros compatriotas que necesitan de trabajo, aumentando la tasa de desempleo, podemos comprender el porqué del aumento delincuencial en todo el país.

Lo más grave de este asunto, es la cantidad de presos, ladrones, violadores, sicarios y otro tipo de asesinos, que son capturados y puestos bajo la ley, que a los pocos días vuelven a las calles y luego nuevamente delinquen, vuelven a ser capturados, vuelven a la cárcel a recibir instrucciones y salen a delinquir otra vez.

Los tres años de Desde mi trinchera y la Junta Cívica de Guayaquil

El día jueves 1 de julio, tuvimos la reunión de los columnistas del Diario digital Desde mi trinchera. Es esta reunión evaluamos la acción del Diario en sus tres años de presencia en el medio. Es una satisfacción encontrar que el número de personas que están suscritas directamente a Desde mi trinchera, ha ido aumentando progresivamente. Al finalizar el primer año, teníamos 2799 suscriptores, al terminar el segundo, 5332 y ahora pasamos de los 13000 suscriptores. Tenemos presencia de suscriptores en toda América Latina, Estados Unidos de Norteamérica, varios países de Europa y otras partes, y tenemos un promedio de más de 9000 entradas de personas que no están suscritas, cada mes y de casi todo el mundo.

Entre las resoluciones que fueron tomadas en esa reunión, decidimos formalizar unas mesas redondas, invitando a personajes del ámbito nacional preferentemente, a un coloquio con los articulistas del Diario, para fomentar artículos de interés nacional, con comentarios y críticas constructivas, en favor del país.

Estadísticas de salud

Asusta ver las estadísticas de las enfermedades más comunes en la Provincia del Guayas. De acuerdo con la prensa, las más frecuentes son las respiratorias y diarreicas agudas, lo que es conocido por todos los que ejercemos la Medicina. La siguiente es la hipertensión arterial, seguida por las enfermedades de trasmisión sexual, viniendo luego la diabetes, la obesidad la depresión y en octavo lugar el VIH. Hablar de enfermedades de trasmisión sexual y del virus del Sida entre las 10 enfermedades más comunes en la Provincia, hacen pensar que la moral y las buenas costumbres están por los suelos en nuestra Provincia y en nuestro país.

No soy puritano ni integérrimo, pero sí creo que si ponemos como ejemplo de valores a los de nuestra libertadora del libertador, quien abandonó a su marido para pasar a ser la amante del libertador, estamos dando a nuestros ciudadanos una escala de valores diferentes a los que deben regir en una sociedad que se respeta a sí misa y que respeta a los demás. El fin, por más bueno que sea, no justifica los medios.

¿Inocencia, ingenuidad o qué?

Por momentos, uno empieza a dudar del significado de las palabras. Inocencia, en el diccionario de la RAE, tiene dos acepciones principales: Estado del alma limpia y pura, y Exención de culpa en un delito o en una mala acción. Ingenuidad es el candor o falta de malicia. Parecería que ser ingenuo o inocente fuera un pecado en vez de una virtud.

Inocente o ingenuamente aceptamos lo que vemos en muchas de las propagandas del gobierno, como cuando recomiendan “para proteger al medio ambiente”, el uso de los focos ahorradores, focos que tienen mercurio en su interior, que es uno de los tóxicos más difíciles de eliminar. Peor aún, cuando vemos como el mundo ve el desastre ecológico provocado por el derrame de petróleo en el Golfo de México y que la solución que plantean como viable es la creación de un fondo de miles de millones de dólares para compensar el daño y no se preocupan de sellar el defecto para que no continúe el daño atroz que se está produciendo. Creo que la palabra correcta para estos problemas, no es inocencia o ingenuidad sino más bien, indolencia.

Los ataques a la prensa

En verdad preocupa ver la forma en que el Gobierno actúa en relación con el derecho a la libertad de expresión. Los mensajes que han llenado nuestras mentes durante el campeonato mundial han sido constantes y persistentes en contra de los medios de comunicación.

Un verdadero lavado de cerebro. Indicar que la prensa fomenta la violencia es una aseveración arriesgada. Es cierto que hay diarios y canales centrados en las noticias crudas y violentas, con fotos de asesinados y tomas de crónica roja, pero justamente, uno de los canales especializados en estas noticias, el canal de la sangre, es actualmente un canal estatal, y el Gobierno no ha hecho nada para cambiar esta política, estando en sus manos el hacerlo.

A propósito del mundial

Es impresionante la conmoción que produce el deporte. El mundial de fútbol acapara más del 30% de las noticias de los diarios. Los comentaristas hablan horas y horas sobre el tema, tanto en la televisión como en la radio. Es decir, los medios de comunicación nos tienen saturados sobre el tema.

Uno de los puntos polémicos es el famoso jabulani, palabra zulú que significa celebrar y que es el nombre del balón oficial de fútbol que ha recibido muchas críticas. No he tenido en mis manos un jabulani, pero por lo que veo en las imágenes, creo que el problema no está en el balón, sino en los colores. La forma de las imágenes distorsiona un poco la imagen redonda del balón y puede provocar reacciones equivocadas al patear o atrapar la pelota. Cuando se lo ve en tierra, parado parcialmente sobre uno de sus dibujos, no parece redondo. Una empresa experta en la producción de balones de fútbol, no puede crear uno defectuoso y menos para un campeonato mundial.

¿Derechos humanos?

Los derechos humanos son una necesidad en un mundo como el que se vive. El impedir el abuso de quien tiene el poder y el defender a los que son más débiles o están en desventaja, para poder evitar los abusos, es algo que no sólo es deseable, sino necesario. Sin embargo, preocupa mucho la forma cómo se aplican los derechos humanos.

Veamos unos ejemplos: Una muchacha es abusada y sale embarazada de ese abuso. La familia la rechaza, el mundo se le viene encima. Da a luz y vuelve al mismo medio en el que fue abusada, no tiene recursos para criar a su hijo y tiene que elegir entre seguir siendo abusada o vender su cuerpo para poder alimentar a su hijo. ¿Dónde están los derechos humanos de esa muchacha?

Tu cuerpo y tu alma

Un niño entra llorando a la casa y al encontrar a su madre, le dice llorando: Me caí y tengo herida mi rodilla, La madre con paciencia y calmándolo lo lleva al baño, con agua tibia y jabón le limpia la tierra de la rodilla, la desinfecta y la cubre. El niño se va tranquilo, sigue jugando y se olvida de su rodilla herida y en pocos días, ésta está curada totalmente. Otro niño sufre el mismo problema, pero luego de ser curada su rodilla, se sigue tocando y cada costra pequeña que aparece, la saca con su uña y el problema persiste días y semanas.

Lo mismo que pasa con nuestro cuerpo, pasa con nuestra alma. Cuando sufrimos una herida y andamos removiendo sus escombros, nunca logra cicatrizar definitivamente y seguimos sufriendo el dolor causado por esa herida en el alma. Si razonamos sobre la causa de esa herida y decidimos no tomarla en cuenta más y pagamos el mal que nos hicieron con bien, como por arte de magia, esa heri

Defender nuestras costumbres

Todo extremo es malo, por eso es mejor mantenerse en el medio, pero a veces el medio es nada más una situación de comodidad y tibieza que hace más daño que bien al mundo.

Los derechos humanos están bien, sin embargo, la generalización de los derechos permite que los derechos de unos prevalezcan sobre los demás, dando un resultado aún más catastrófico.

La permisividad ha ido degradando el nivel de moral que existía en el mundo, y ahora ya es visto como normal, que las parejas vivan juntas, incluso con la duda de si ese hogar o al menos la responsabilidad compartida de llevar adelante sus resultados, va a persistir. Por otro lado, la durabilidad del matrimonio, aún del eclesiástico, se ve cada vez más amenazada por la facilidad con que estos contratos se rompen.

×