28 marzo, 2024

La caridad mal entendida

Hay otras formas de hacer caridad con el bolsillo ajeno. Recuerdo una vez que fui a ayudar a una amiga que estaba en Emergencia de SOLCA y necesitaba una endoscopía. La enfermera me dio la orden y me indicó que vaya a Servicio Social; en el camino estaba Caja y me acerqué a preguntar, la cajera vio la orden y me indicó que vaya a Servicio Social y regrese.

La señorita de Servicio Social tomó la orden, prácticamente sin verme escribió 50% y me mandó a Caja, donde me cobraron el 50% del valor del examen.

Tres pensamientos para reflexionar

Hace poco más de 50 años, un político (Guevara Moreno) tuvo la maquiavélica visión de cobrar pequeñas cantidades de dinero a los que se afiliaban a su partido y a cambio, cuando llegara a un puesto de elección popular, daría a sus afiliados un puesto de piponazgo, donde puedan recibir un salario. Luego le robaron el partido y en forma un poco menos desvergonzada (sin cobrarles a los pobres, sino a cambio del voto), esto se ha mantenido a lo largo de los gobiernos que hemos tenido que soportar. Luego hemos soportado que en forma aún más vergonzosa que en sus inicios, los afiliados a los diferentes partidos cuando llegan al poder, se pelean el botín cual ratas en el basurero.

El mundo entero anda como nave a la deriva. No creo que nadie sepa a ciencia cierta hacia donde nos encaminamos. Las autoridades y las economías de los grandes países están tan cambiantes como el clima y no sabemos en que momento vamos a afrontar un temporal, un huracán o un tornado, que nos haga zozobrar en el mar de la desventura.

Caridad con el bolsillo ajeno

Uno de los grandes males de nuestra sociedad, de nuestras instituciones y de nuestros gobiernos, es la caridad que se hace con dinero ajeno.

La indelicadeza en el manejo de los bienes públicos o institucionales lleva a que la persona que ostenta un puesto que conlleva la posibilidad de decidir si se entrega dinero o bienes, o se exonera a alguien de algo, o permita la posibilidad de viajar con viáticos o pasajes gratuitos, piense que es él quien concede ese favor o quien tiene derecho de ser quien lo usufructúa o quien use para su comodidad personal los bienes a él entregados.

Las 9 desdichas

Hace casi 100 años, Khalil Gibrán escribió ‘las nueve desdichas’, que describe a las naciones que, como la nuestra, funcionan con el hígado o con el intestino, a veces con el corazón, pero que se niegan a usar el cerebro para solucionar sus problemas:

‘Desdichada la nación que abandona la religión por la creencia, el sendero en el campo por el callejón en la ciudad, la sabiduría por la lógica…

Forajidos y Majaderos

Me alegró oír al Presidente, en relación con el caso Isaías, decir que el Gobierno no es de revanchas y que está dispuesto a escuchar propuestas, porque me preocupa ver la cantidad de pérdidas económicas que se producen en el país cada vez que el Gobierno toma Empresas o administra cualquier bien. La forma de ganar votos ofreciendo puestos a los afiliados al Partido del Gobernante, método criticado a Guevara Moreno, Bucaram y Lucio, está siendo la manera de hacer política de nuevo.

Más razones por el NO

Es importante recordar que la Constitución no debe ni puede tener ningún punto que vaya en contra de sus ciudadanos. Basta un punto en contra, para que tengamos la obligación moral de votar ¡NO!

  1. Votaré ¡NO!, porque soy cristiano y no puedo aceptar que se asesine sin misericordia a los más débiles, a los no nacidos.
  2. Votaré ¡NO!, porque se quiere eliminar las autonomías que permiten el desarrollo de las diferentes regiones del país, y volver al centralismo destructor y absorbente. Autonomías = Subsidiaridad.

Los idiomas y los países

Cada nación tiene su idioma oficial. En los Estados Unidos por el problema de la gran cantidad de migrantes latinoamericanos, casi se llegó en los Estados del sur a poner letreros en los almacenes, diciendo “También se habla inglés”. Está bien exigir que se hable el idioma del país, pero sería absurdo pretender que se prohiba hablar en otro idioma que no sea el oficial.

Me asombró, por decir lo menos, oír por TV el debate sobre la educación en el que se pretende exigir la enseñanza del “Kichwa” como idioma oficial del Ecuador, junto con el español…

Reflexión

Me preocupa la irreflexiva, irresponsable y fanática perorata de nuestro Presidente en contra de las autoridades de la Iglesia Católica por tratar (la iglesia) de defender la moral del país en temas tan tristes para la Patria como los derechos de las minorías sexuales al escándalo (ya que la libertad de llevar su vida PRIVADA como quieran, la han tenido toda la vida) o la prevalencia del derecho de la mujer sobre su cuerpo, sobre el derecho de los más débiles, los no nacidos, a vivir…

¿Qué hacer?

El referéndum que vamos a tener, debe ser minuciosamente analizado por el ciudadano, a fin de decidir algo crucial: ¿Nos conviene la nueva Constitución? ¿Qué pasa si el ¡N0! gana? ¿Nos quiere el Gobierno obligar a decir SÍ?

Lo más importante de recordar es que la Constitución no debe ni puede tener ningún punto que vaya en contra de sus ciudadanos o de la moral. Basta un punto en contra, para que tengamos la obligación de votar ¡NO!…

¡SÍ! ó ¡NO!

Ser negativo es malo, puede ser tomado como decir no a seguir adelante. Por otro lado, el aceptar y decir sí a todo, sin meditar lo que se acepta es aún peor. Una de las enseñanzas más importantes en esta vida, es aprender a discernir, a razonar y a decidir por medio del análisis de los pros y los contra si se debe decir sí o decir no. Hay que saber bien cuando se debe decir ¡NO! y tener la valentía para hacerlo…

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