20 abril, 2024

Entre partos y abortos soberanos

Si algún gran aborto debemos provocar en el país, ése es el de la Constitución que se nos va a consultar. La dilapidación habría sido consumada , sí ; los fondos públicos se habrían esfumado en palabrerías y debates inútiles, es verdad ; que la imposición mayoritaria y comprometida habría fabricado un esperpento evaporando los dineros del pueblo, no cabe duda . El viento se encargaría de llevarse tanta hojarasca , tanta vergüenza sectaria y necia . Pero , a partir de allí , a partir del momento en que declaremos que la nueva constitución NO PODRÁ NACER a la vida jurídica , vendrán mejores días.

El despilfarro que este proceso le habría significado al país, resultará anodino si comparamos con lo que hubiera sobrevenido al Ecuador con un régimen autocrático, totalitario y seudo paternalista. Además, nunca sería tarde para recomenzar, cualidad que tenemos los seres humanos aún en los peores y más adversos momentos …

Barbarie constitucional

Somos un pueblo sobre el cual los autócratas pueden vomitar agravios a su antojo , sumando al menosprecio generado por la diaria y progresiva conquista de poder, una obnubilada obcecación ideológica que sirve de clisé para embaucar a un pueblo hambriento de milagros .

Cuando se arriba a estos niveles de mando, el respeto a los demás, la discreción, el decoro, la ponderación y el equilibrio conciliador que debería exhibir un gobierno constitucional, se van al tacho de basura . Es que se piensa veleidosamente que el gobierno está en ejercicio de ese tonto eufemismo, siempre burlado y definido como “el poder que me ha conferido el pueblo” , en base del cual se puede agredir, vituperar y cometer los desmanes jurídicos concebidos por una imaginación febril que apunta a una revolución que ahora resulta usurpada ( así lo ha aseverado Alberto Acosta) , pero que no deja de ser una muletilla en pos del favor popular. Ya no se puede disentir., ni mucho menos impugnar. La historia del gallinero social se repite : las gallinas que hoy moran en Carondelet se cagan sobre las que viven en el llano. Y si antes esto acontecía por la estratificación socioeconómica del país, hoy son razones ideológicas las que llevan a esa sinrazón…

¡Quienes vamos a morir, te saludamos!

Suena cursi y es, además desproporcionado. Ni Correa es un Emperador ni el Ecuador es un coliseo en el que la muerte ronde. Lo digo pretendiendo resumir , con esa frase, lo que la dialéctica histórica nos tiene preparado: vamos a vivir una realidad distinta a la que imperaba . El “sistema” que prevalecía ( sobre el que me he pronunciado en más de un artículo) era repudiable pero , aún así, preferible al que nuestro Presidente está forjando con un entusiasmo y una dinamia que sólo conseguirán precipitar más penosamente sus desacertadas ideas. El desarrollo que teníamos era inarmónico e injusto, pero en libertad. Lo que hoy avizoramos es la desintegración del país con inusitada celeridad y violencia.

Considerar el país “ de todos” , en su acepción física, material, brutal e invasiva de las clases populares insufladas de un descarado rencor oficial , nos llevará al desastre con cánticos mendaces de fondo. Han emergido pasiones que Correa prevé positivas en su desesperada lucha por ganar el referendo , pero que no podrá controlar llegado el momento de otras definiciones históricas que sobrevendrían indefectiblemente…

La revolución y sus robustos asambleistas

Era ahora o nunca. Las encuestas empujaban al Gobierno al derrumbe de su revolución. Era urgente asestar un golpe de gran efecto que elevara la opción gubernamental en el próximo referendo y acallara, a la vez, la libertad de información de canales de televisión y radios no afines a este gobierno . Debían desechar legalidades, simples banalidades burguesas en tiempos de revolución . La administración de justicia, pusilánime y aterrada por la reestructuración anunciada, no condenaba a los Isaías. Ocho años sin decidir. ¿ Cuánto de verdad podría haber en las alegaciones de los sindicados para que no se atrevan a condenarlos tras tantos años de procesamiento ?

Buscaron, entonces, un personaje con capacidad infinita de odiar. Un reo actual de la tortuguesca y amilanada justicia. Éste, por su parte, llamó a un abogado subalterno. Y el tinglado se armó. Las fobias se identificaron , se complementaron , se hermanaron y se tradujeron en resoluciones. Cerca de 200 empresas debían ser incautadas , recurriendo a una disposición legal que aún no podemos explicarnos cómo pudo expedirse y , peor aún, mantenerse como ley de la República si , a todas luces, es de manifiesta inconstitucionalidad. Se arrebató patrimonios por simples presunciones de un burócrata , sin que anteceda fallo judicial alguno. Y se confiscó – que no fue otra cosa – habiendo una norma constitucional (Art.33) que expresamente la prohibe . ¡ Al diablo las normas, esto es una revolución ! Y esta exclamación , única posible para pretender explicar tan atrabiliario proceder , fue corroborada por la Asamblea Constituyente al expedir un mandato que cubrirá de vergüenza al pueblo ecuatoriano y estigmatizará a nuestros asambleístas ante la comunidad internacional, que ya está cuestionando al Ecuador en materia de violación de derechos humanos : “ Se prohibe a la familia Isaías ejercer la defensa de sus derechos. Se prohibe, incluso, que emita criterio alguno al respecto ” Todo esto resuelve mientras se concebía una norma constitucional protectora de los derechos humanos. No tienen vergüenza . Verdadera práctica del aborto…

El verdadero rostro de la oposición

Comenzábamos a maldecir la sinrazón de todo lo que acontecía. Un cuarto de siglo había transcurrido desde la reinstauración de la democracia y nuestro desarrollo seguía incipiente . El peso de los intereses privados resultaba ominoso y el anhelado despegue económico se enervaba pese a los esfuerzos de gente emprendedora que ponía el lomo al sol con una visión obviamente individualista pero generadora de riqueza. La ayuda estatal a la inversión privada y la inversión estatal misma en el área social, pese a los discursos en contrario, eran tremendamente deficitarios. Se requería, pues, de un cambio. Un cambio en democracia, con el pragmatismo y el tesón necesarios que no puedan confundirse con demagogia barata ni con terquedades de mula. Había una democracia raquítica que despedía a sus Presidentes al exilio , pero en la que , sin embargo, gozábamos de libertad de expresión y de información, que daban fluidez a la libertad de acción, así como la convicción de ser titulares plenos de nuestros derechos civiles. Repudiábamos ,aunque con pasividad, el predominio egoísta de las oligarquías representadas por grupos de presión que crecían en el ámbito financiero, político, sindicalista y militar, entre otros, así como a la cortesanía capitalina que se iba adueñando paulatinamente de todo el gran espectro económico nacional. Pero, a pesar de este reprochable “sistema”, nos sentíamos libres y creyentes de un destino forjable con nuestra capacidad y eficiencia.

Y llegó Correa, el Mesías, con sus encendidas proclamas moralizadoras y grandes planes de inversión social, sintonizando con el malestar nacional. Las esperanzas se volcaron en él, atraídos por sus cantos de sirena. En cuanto a mí, su agresividad e intemperancia, unidas a sus desatinadas e innecesarias alusiones hirientes a todos cuantos no comulgaban con sus ideas, me hicieron prever el peligro que significaba lo pueril y lo efervescente gobernando una Nación. Pero me uní, íntimamente, a la esperanza de los demás. Y la nueva y triste historia del Ecuador comenzó…

La tenebrosa partidocracia

La mentira es un tema recurrente que apasiona a quienes nos interesamos en el quehacer político. Faltar a la verdad en política es un hábito mundial. Por eso nos atrevemos a esbozar una especie de sentencia tras haber asistido , como testigos, al desarrollo histórico de grandes falsedades que lograron estremecer a la humanidad o concitar su fastidio y repulsa. Tras casi un siglo del decurrir político , se concluye que las democracias necesitan de la verdad para poder subsistir, mientras que los totalitarismos requieren imperiosamente de la mentira para sobrevivir. El nazismo y el comunismo se derrumbaron por las verdades que emergieron. Pero hay unos cuantos sobrevivientes que quieren reinventar este último con diversas etiquetas.

En el Ecuador se vive un ensayo totalitario que, como tal, debe mentir también. El engaño totalitario de hoy no está dirigido a gobiernos rivales ni forma parte del espectro imperialista de antaño. Hoy, tras el derrumbe mundial del comunismo ,está dirigido a la opinión pública del país donde opera. Decía Simón Bolívar que “la primera de todas las fuerzas es la opinión pública” Por eso es que los totalitarismos actúan para que NO ESTE BIEN INFORMADA ESA OPINION. Si Alianza País estuviera gobernando Alemania , habría mandado a reconstruir subrepticiamente el muro de Berlín para luego fungir de demócratas y derruirlo con bombos y platillos. Tuvieron que contentarse engañando al pueblo con el “infiernillo” de la cárcel de Esmeraldas, cuyas “dos destrucciones” exhibIó El Universo. Vergonzoso. Verdadera fraudulencia en que los sabios de A.P. hicieron caer a nuestro Presidente. La mentira no es, pues, una coadyuvante sino un componente orgánico y estructural del totalitarismo. En la Rusia soviética se solía colocar gigantescos letreros anunciando inexistentes obras descomunales , para la admiración de visitantes oficiales; publicidad que era luego trasladada a otro lugar para seguir engañando a más visitantes…

Constitución a patadas

Si alguien, temeroso del esperpento constitucional que está cocinándose, decide apostar que no estará listo el 26 de Julio, estará haciendo una evaluación lógica y un cálculo razonable,

¡ pero perderá la apuesta ¡ . No puede olvidarse que el país, en un eructo democrático del que la ciudadanía comienza a arrepentirse, acordó crear una Asamblea con plenos poderes. Y esos plenos poderes facultan plenas torpezas. Ochenta ciudadanos -ahora menos, pero suficientes para el descalabro nacional fueron investidos de un ropaje magistral absurdo. Esos ciudadanos, muchos de los cuales han exhibido su falta de preparación, su poca o ninguna cultura y otros ni siquiera han abierto la boca, suscribirán el futuro de trece millones de ecuatorianos. Cuando pienso en ello no sé si esbozo una mueca o una sonrisa despectiva. Hay algunos a quienes no me atrevería a preguntar por donde aparece el sol cada mañana…

Neo vs Neo

Quienes se creen invencibles y se valen de la sociedad para sus “grandes transformaciones”,u ofrecen milagros que la misma sociedad se niega a aceptar, terminan generalmente derrotados y escarnecidos. No es un concepto nuevo: lo dijo, con parecidas palabras, Benjamín Constant en 1814. La Historia se encargó de confirmar estas experiencias que se han dado en todas las latitudes.

Hemos vivido por más de un año una orgía de proclamas y acusaciones escandalosas que no termina de desfogar y que, al contrario, amenaza incrementarse. La verdad no interesa a los actores políticos del momento y no cuenta para nada si se tiene a la mano la mentira que es más impactante, más sugestiva , más poderosa. Será nuestra, entonces, la tarea de repudiar aquello que riña con nuestros principios y nuestra inteligencia, y dar un STOP que nos redima como miembros de la sociedad o , cuando menos, nos dé la satisfacción de saber que no hemos sido engatusados…

Los escalones de la asamblea

Sobre todo en política, siempre hay una filosofía que pretende justificar las tonterías que se cometen. ¿ Ha visto usted, alguna vez, que algún político confiese sus errores ? ¡ Creería haber cavado su propia tumba ! La Historia doméstica nos enseña, sin embargo, que esas tumbas están abiertas en espera de aquél que no los confesó o no los rectificó, por más que admitir una verdad constituye ejemplo de aseo mental y ético. Estamos condenados a presenciar que la acción política se asienta, básicamente, en la práctica del ocultamiento y en el embrujo de la mentira. Bien decía un filósofo moderno que los escalones que conducen al poder suelen estar llenos de mierda. Grosera expresión que, sin embargo, cobra cada vez más vigencia y objetividad. No hay duda…

De cómo se quiere acabar con el desempleo

La semana pasada escuché un comentario radial de Xavier Benedetti. Óptimo, crudo y realista. Era casi un llamado desesperado a la razón, lastimada por la vorágine creada por la estupidez circundante. Hoy lo secundo.

Introducción : “ Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo” Con estas palabras se inicia el Manifiesto Comunista que en 1848 lanzaron al mundo Carlos Marx y Federico Engels. Las emitieron con otras intenciones, obviamente, pero hoy son repetibles sin otra corrección que la geográfica, pues ese fantasma recorre Latinoamérica. Y ahora está en el Ecuador, arrastrando las pesadas cadenas de su vetustez y anacronismo…

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