25 abril, 2024

Misiones de las Fuerzas Armadas

En la ceremonia de relevo de mandos – Jefe del Comando Conjunto y Comandante de la FAE– el presidente Correa ha hecho dos declaraciones que merecen ser analizadas; ha insistido, en que “las Fuerzas Armadas deben participar en la lucha contra la inseguridad” y, en su discurso llamó la atención a la Marina, señalando que continúan los robos y asaltos a los pescadores pese a que ha sido equipada con lanchas rápidas, aviones no tripulados, etc.

Veamos si es cierto lo que dijo el presidente que es “falso” que esta (seguridad interna) sea una misión reservada a la Policía. La pregunta es: ¿Cuáles son las misiones de las FF.AA. y de la Policía Nacional, de acuerdo a la ley de leyes, la Constitución? El Art.158 señala que “La protección interna y el mantenimiento del orden público son funciones privativas del Estado y responsabilidad de la Policía Nacional” y que “Las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial”. Además, en los Art. 164 y 165, señalan que el Presidente una vez que haya declarado el estado de excepción, podrá “Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas, en el caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural…”, en el Art. 166, establece “que el estado de excepción tendrá vigencia hasta un plazo máximo de 60 días. Si las causas que lo motivaron persisten podrá renovarse hasta por 30 días más…”.

Tiempos Revolucionarios

Corrían los tiempos de la llamada partidocracia; exactamente el 16 de enero de 1987, el presidente Febres Cordero, en la Base Aérea de Taura, había sido secuestrado; ya en la tarde, después de un día de tensiones para el país, Febres Cordero era liberado. En Guayaquil, sus seguidores le habían preparado un recibimiento, esperaban que sea apoteósico; la gente era traída desde los suburbios para engrosar las filas del recibimiento; este trabajo lo hacían los “líderes” que promovían invasiones, entre otros destacaban Balerio Estacio, Jaime Toral Zalamea y Carlos Castro. La pobre gente que estaba obligada a acudir a donde se les ordenaba, tenían la esperanza de que se haga realidad el ofrecimiento de un pedazo de tierra y poder construir una modesta vivienda; no importaba la extorsión y maltrato de quienes controlaban estos asentamientos, no asistir a la manifestación ordenada significaba perder el solar que les habían sido asignado; para estos extorsionadores era su modus vivendi; los políticos de turno en el poder les habían otorgado patente de corso, ellos tenían la obligación de “sacar a la gente” para las marchas y contramarchas.

Carta abierta al jefe y a los miembros del comando conjunto de las FF.AA.

Quienes hemos servido lealmente a la patria por largos años, a través de una profesión sacrificada como es la militar; estamos obligados como ciudadanos y como soldados en servicio pasivo a estar permanentemente atentos a conocer sobre la marcha de nuestra sagrada institución.

El Ecuador ha tenido unas Fuerzas Armadas patriotas y profesionales, con capacidad disuasiva, ligadas a su pueblo; su origen lo dice todo, no han sido de élites exclusivistas, tampoco represivas y menos corruptas. Los militares han estado vinculados a la suerte de su pueblo, por ello han sido admirados, queridos y respetados; han cumplido con fidelidad su deber en la paz y en la guerra, razón para que sean una de las instituciones de mayor prestigio del país.

La Constitución que nos rige, le da la potestad al Presidente de la República para que mediante la declaración del estado de excepción, movilice a las Fuerzas Armadas para que cumplan misiones indispensables para la seguridad nacional y que sean acordes con la formación, organización y equipamiento militar. Esta facultad presidencial tiene sus límites que deben ser respetados. Sin embargo, los militares están siendo utilizados, de manera permanente, en tareas que constitucional y legalmente no les corresponden, lo que los predispone a cometer graves errores y los obliga a descuidar sus misiones fundamentales.

Ser Socialista del Siglo XXI

Día 88 - Pluralismo / Pluralism

El escritor inglés Oscar Wilde escribió un ensayo llamado “La importancia de ser socialista” con la intención de defender el socialismo como sistema, Wilde comienza defendiendo el socialismo como forma de organización y gobierno porque, según él, permitiría acabar con las desigualdades.

Para el autor, es obvio que las diferencias de clase afectan al modo de vida de los hombres, por lo que considera más que justificada la oposición al sistema y proclama “La desobediencia”. Dice, que a través de la desobediencia como se han hecho los progresos; a través de la desobediencia y a través de la rebelión en contra de los gobiernos totalitarios se ha llegado a conseguir una sociedad más justa y equitativa. Dado que la miseria y la pobreza degradan la condición humana, provocan una suerte de sumisión de la cual el hombre no es consciente. Fomentar políticas en las que prime lo social y el bienestar humano por encima de la formación y desarrollo de grandes emporios explotadores. Que las políticas sociales, educativas y de salud sean la prioridad del gobierno, y que ese sea el principal destino de los fondos públicos; teóricamente esto suena maravilloso, pero la realidad es diferente porque países donde se dice que impera el socialismo, a diferencia de Suecia y Noruega por poner dos ejemplos; el socialismo de países como Cuba, Corea del Norte, amén de los países miembros de esa extraña organización llamada Alba, lo que más prima es la negación de las libertades, especialmente de opinión y de prensa, lo que es más, no toleran la más pequeñas críticas y se fortalece la imagen del líder único a base del terror y la propaganda, al mejor estilo de losregímenes fascistas.

Rendición de Cuentas

La rendición de cuentas es una actividad por medio de la cual quienes ejercen responsabilidades en la administración del Estado, ya sean civiles o militares, deben hacer conocer a sus mandantes de lo que han hecho durante su administración, esta actividad debe ser clara, concisa y sobre todo veraz. En días anteriores, los ministros responsables del Sistema de Seguridad Pública y del Estado (Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores y Justicia), al sur de Quito, teniendo como escenario el centro de eventos Quitumbe, en un ambiente festivo, con barra propia -encargadas de vitorear a los ministros- y como en los programas sabatinos, con entrega de refrigerio a los asistentes, los citados ministros nos hicieron conocer los “logros” en cada una de sus carteras.

De los ministros rendidores de cuentas, el de Seguridad habló de todo, según la prensa, desde “la rehabilitación de los presos hasta del envío de la Carta Náutica a la ONU”, volvió a pedir “la patriótica intervención de las Fuerzas Armadas en el control del narcotráfico”. En la intervención del ministro de Defensa, restó importancia al informe del Ejército, en que alertaba sobre el desbordamiento del narcotráfico y del crimen organizado; con sorna, señaló que hay que combatir esos delitos pero que “no estaban por desbordarse”.

Control del narcotráfico y los militares

Con motivo del Día del Ejército, el 27 de febrero, presidió la ceremonia el Ministro de Seguridad, el Presidente Correa no asistió; tenía una actividad más importante: entregar las cartas de naturalización a dos futbolistas.

El ministro de marras “pidió la colaboración patriótica a las FF.AA. para combatir el narcotráfico”. Este pedido se relaciona con el informe del Ejército que advierte del grave riesgo para el país del desborde del crimen organizado y del narcotráfico. El tema no es nuevo, veamos algunas advertencias:

En el 2009, el doctor Francisco Huerta, quién presidió la Comisión para investigar el ataque de los militares colombianos al campamento guerrillero de las FARC en Angostura, en territorio ecuatoriano; señaló en el informe que “Las FARC y el narcotráfico han logrado penetrar varias instancias de los organismos políticos, judiciales, culturales, sociales en el Ecuador. El Ecuador dejó de ser un país sólo de tránsito para empezar a ser un lugar de procesamiento. (…)”. Se conoce que en el Ecuador se procesan anualmente entre 200 y 220 toneladas de cocaína.

Amigos de Siria

El general de la Fuerza Aérea Hafez Al-Assad (1930-2000), asume el poder de Siria en 1970, mediante un golpe de estado; sometió a su país a sangre y fuego durante casi 30 años, fue responsable de represiones brutales como la “masacre de Hama” de 1982, que ha sido descrita como “el acto más brutal hecho por ningún gobierno árabe contra su propio pueblo en el Oriente Medio moderno”; amén de ejecuciones extrajudiciales que ordenó contra los opositores de su régimen. Nadie podía estar seguro, bastaba una simple denuncia para ser encarcelado y torturado; para esto, funcionaba una eficaz red de informantes de la policía y sus agentes. Renovó su poder a través de reelecciones “libres” en 1971, 1978, 1985, 1991, todas con una abrumadora mayoría del 99,98%, era el candidato del partido único.

Con Presencia Militar y Policial

En nuestro país hemos tenido la suerte de tener unas Fuerzas Armadas democráticas, patriotas y profesionales ligadas a su pueblo; su origen lo dice todo, no han sido de elite, tampoco represivas y peor corruptas. Los militares han estado vinculados a la suerte de su pueblo, por ello han sido admirados, queridos y respetados; han cumplido su deber en la paz y en la guerra, razón suficiente para ser una de las instituciones de mayor prestigio del país.

La Constitución de Montecristi, engendrada en los cenáculos del partido de gobierno, estableció claramente las misiones de los militares y de los policías; en ésta le da la potestad al presidente que mediante la declaración del estado de excepción, las Fuerzas Armadas puedan ser movilizadas, esta situación tiene su límite y, es la vuelta a la normalidad. Sin embargo que el país volvió a la normalidad se sigue abusando de esta potestad legal y los militares están siendo utilizados para cumplir misiones que le corresponde a la Policía Nacional, institución preparada y equipada para la seguridad ciudadana. Entre otros menesteres, los militares están custodiando edificios públicos, en acciones antidelincuenciales, dando seguridad a la Asamblea, controlando espectáculos públicos; en el control del narcotráfico, desalojando a gente pobre que ha sido engañada por traficantes de tierras mercenarios al servicio del gobierno de turno, a los ojos de esta pobre gente ve a los soldados como represores, triste papel que les ha asignado el gobierno de la revolución ciudadana a las gloriosas Fuerzas Armadas.

¿Qué le pasa al Ecuador?

Según Wikipedia, “el duelo se desarrollaba por voluntad de una de las partes el desafiante para lavar un insulto a su honor. El objetivo no era en general matar al oponente, sino lograr ‘satisfacción’, por ejemplo restaurando el honor propio al poner en juego la vida para defenderlo”. En la edad media, los duelos era entre caballeros; ahora resulta que nada menos que el presidente de nuestro país, públicamente le desafía a un asambleísta de la oposición a liarse a trompones, “Vamos un uno a uno dónde sea. No te cobijes en tus garroteros. Y si quieres ven con tu patrón Nebot”, ha declarado el primer mandatario en tono y semblante colérico.

La noticia sobre el descubrimiento de un cargamento de cocaína en el interior de la valija diplomática ecuatoriana cuyo destino era Italia, afecta gravemente al prestigio del país; la información que ha proporcionado el Ministerio de RR.EE. no aclara nada, más bien deja muchos interrogantes. La pérdida de confianza en nuestra diplomacia se sentirá en un futuro cercano, pasaremos humillaciones y vergüenzas.

Homologación y plan revancha

Sobre la homologación salarial vale la pena hacer un poco de historia; en octubre de 2003, en el gobierno del Presidente Gutiérrez, el Congreso aprobó la Ley de Servicio Civil, Carrera Administrativa y Homologación Salarial (Loscca). El objetivo de esta ley era “frenar los excesos de la burocracia dorada y mejorar la situación de una mayoría de servidores públicos que reciben modestas remuneraciones”. No obstante haberse aprobado, esta ley no estaba financiada, es decir que esas buenas intenciones quedaron en el papel.

En junio del 2006, el Presidente Palacio ordenó al Ministro de Economía que de cumplimiento a la ley de Homologación Salarial que no se había cumplido en el gobierno anterior. La disposición era que en un plazo de 5 años se implemente la homologación de salarios a las FF.AA. En 2006 solo correspondería un incremento del 10% de las diferencias existentes entre los valores que percibían los militares y los correspondientes a las escalas referenciales de la Loscca y, la diferencia se debía prorratear en partes iguales entre el 2007 y 2010. Una de las consideraciones de esta ley era que “Las remuneraciones del personal de FF.AA. han sufrido un rezago significativo respecto del resto de servidores públicos a los que se aplica el régimen establecido en la Loscca”.

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