Siempre me he movido por mis convicciones y por el interés de mi patria.
Desde muy pequeño he creído que en el servicio a los demás está la verdadera razón de la retribución personal de lo que la vida tan generosamente te ha otorgado.
Creo firmemente que a través de la profesión que tengo y en los cargos que he ocupado, Dios me ha dado la oportunidad de servir a muchas personas. Lo he hecho con ideas innovadoras en lo que estaba haciendo.
Por mi forma de ser, eso me trajo el amor de mucha gente que veía en esta forma de ser, una alternativa diferente para hacer las cosas.
También esta manera de desempeñarme, especialmente por la velocidad y la vehemencia que le pongo a lo que hago, me originó el rechazo y el odio de aquellos que deshonestamente depredaban del sistema que yo cambiaba. Yo siempre hacía cambios con honestidad y transparencia.