29 marzo, 2024

El paraíso del socialismo en su ocaso filosófico

El socialismo nació filosóficamente y la política hizo del comunismo su brazo ejecutor. En la filosofía socialista todos los integrantes de la sociedad deben mantener un mismo nivel de vida impuesto por una nomenklatura privilegiada. Sin duda que el individuo es hoy generalizadamente más libre que hace 125 años, excepto bajo aquellos regímenes socialistas donde las limitaciones del individuo se evidencian a través de la coartación de libertades y la maximización de la pobreza.

El pensamiento filosófico sufre hoy una metamorfosis políticamente motivada. La antagónica dicotomía entre lo que el pensamiento filosófico socialista pretende aún transmitir y la realidad más básica del ser humano en su lucha por una libertad expresada de múltiples formas es lo que sintetiza la lucha política actual. La velocidad del mercado y sus intrínsecas libertades han ampliamente superado la insustentable filosofía socialista, pero no necesariamente a los políticos y sus tentáculos populistas.
La supremacía del mercado marca el progreso de las sociedades que compiten por sus beneficios sin que ninguna práctica socialista pueda siquiera emular sus resultados. La política, sin embargo, se ha encargado de tergiversar las aspiraciones de libertad del individuo al confundirlas con las fallas, no de un sistema, sino más bien de quienes lo dirigen y manipulan. Mientras la racionalidad de una gran masa poblacional continúe basándose en la inmediatez del sustento diario no habrá sosiego para ninguna vertiente filosófica basada en libertades.

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2 comentarios

  1. El problema es que esta ideología no contempla el comportamiento del ser humano, su sicología intrínseca, es por esto que los soñadores socialistas acaban imponiendo su «paraíso» a la fuerza, claro, bajo una nueva «nobleza» regida por un nuevo «Zar», de una forma curiosa volviendo a regímenes medievales. Por el otro lado, la nobleza rancia acumula fortunas obscenas, pero el defectuoso sistema, a pesar de sus demonios, ha demostrado un espectacular desarrollo de la sociedad. Luego de la experiencia del siglo pasado, lo lógico es desechar el modelo troglodita, y corregir el modelo que ha conducido al progreso ¡¿no?!

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