16 abril, 2024

La doctrina social De la Iglesia (II)

La Doctrina Social De la Iglesia Católica, se basa en varios principios, que son, al mismo tiempo, el sustento de la Doctrina y la razón de ser de la misma.

Hablemos un poco de estos Principios, pues son la razón de ser de la Doctrina Social. Si no respetamos estas premisas, nada de lo que hagamos va a ser permanente, pues el ser humano siempre tiende a buscar su comodidad, y en su egoísmo básico, va a buscar siempre la mejor tajada del pastel. Por eso es necesario que, al plantear las normas, estas sean seguidas y aceptadas por todos.

Cada empresa, cada grupo, si en verdad desea la justicia Social, está en la obligación de seguir estas ocho premisas:

1.- La dignidad humana.

La justicia social sólo se puede obtener, respetando la dignidad trascendente del hombre. Todos somos hijos De Dios y por ello, todos, absolutamente todos, somos dignos y herederos. La dignidad de la persona humana nos ha sido confiada por El Creador y todos los hombres y mujeres somos responsables de respetarla y defenderla.

2.-. La primacía del bien común.

El bien común es lo que nos orienta hacia el progreso de las personas. El orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas (no al revés). Este orden tiene por base la verdad, se construye en la justicia y se vive en el amor.

3.- El destino universal de los bienes y la propiedad privada.

Dios ha destinado la tierra y sus bienes, para el beneficio de todos. Todos deberíamos tener acceso al nivel de bienestar para el pleno desarrollo individual. Este principio tiene que ser puesto en práctica según los diferentes contextos sociales y culturales, y no significa que todo está a disposición de todos. El derecho de uso de los bienes de la tierra es necesario que se ejercite de forma equitativa y ordenada, según un específico orden jurídico. Existe el derecho a la Propiedad Privada? POR SUPUESTO QUE SÍ EXISTE! Pero no es un derecho absoluto. No existe justificativo para reservarse para uso exclusivo, lo que supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario.

4.- Principio de solidaridad

El mundo está dividido y perturbado por toda clase de conflictos, lo que aumenta la necesidad de interdependencia, lo que lleva a una solidaridad necesaria, que se debe realizar en el plano moral, lo que nos obliga a tener un destino común que construir juntos, si queremos evitar la catástrofe para todos. El bien, al que estamos llamados y la felicidad a la que aspiramos, no se logran sin el esfuerzo y el empeño de todos sin excepción, con la renuncia al egoísmo propio del ser humano.

5.- Principio de subsidiariedad
No se debe quitar a los individuos el trabajo comunitario que ellos pueden realizar con su propio esfuerzo. Es más, tampoco es justo, pues es un grave perjuicio y perturbación del recto orden, quitar a las comunidades menores e inferiores lo que ellos pueden hacer y proporcionar, y dárselo a una sociedad mayor y más elevada, ya que toda acción de la sociedad, por su fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social, pero no destruirlos o absorberlos

6.- La participación social

Todos, como personas individuales debemos disfrutar de una igualdad fundamental. Esta igualdad es el fundamento del derecho de todos a la participación en el proceso de desarrollo pleno. La participación de todos es necesaria, ya que todos estamos involucrados

7.- Cultura y calidad de vida

Todo ser humano tiene derecho a una plenitud de vida, que va más allá de las dimensiones de su existencia terrenal, ya que esta nos viene por la participación en la vida divina de Dios. Lo sublime de esto, es que manifiesta la grandeza y el valor de la vida humana. La vida en el tiempo es condición básica y parte integrante de todo el proceso de la vida humana. Proceso que, inesperada e inmerecidamente ocurre por el don de la vida divina, que alcanzará su plena realización en la eternidad.

8.- La existencia de la ley moral

Tiene que existir una ley moral, que guíe y oriente la acción política. De otro modo, las ideas y convicciones humanas serían fácilmente manejadas para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto. Como lo hemos vivido en innumerables ocasiones y se ha repetido innumerables veces en la historia.

Estos ocho principios son la base en que se fundamenta la DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA CATÓLICA. Todos tenemos la obligación moral de respetarlos y seguir sus lineamientos.

Hablando de países, La imposición por la fuerza con el poder de las armas, ha llevado a verdaderas dictaduras, injusticias, encarcelamientos, desapariciones, atropellos, donde el capricho del gobernante es ley. El respeto a los demás, es la base del entendimiento tanto en las Empresas, como en los países.

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