20 abril, 2024

La chochera

Cuando nos acercamos al fin de nuestras vidas, dicen que vamos perdiendo poco a poco el sentido y el concepto de las cosas.

Me preocupa cuando una persona de edad, ocupa un cargo público. Un ejemplo de ello, fue la terquedad de Donald Trump, que casi desata una guerra civil en los Estados Unidos. Uno de los síntomas de la chochera es la terquedad.

El Alzheimer no es únicamente pérdida de memoria. Es agresividad, repetitividad, mal control de esfinteres y miles de problemas más.

La chochera, o decrepitud es algo similar en cuanto a la parte mental, pero no necesariamente en los problemas físicos, la agresividad puede estar o no presente, como fue en el caso de Trump, pero la parte principal de la chochera es sobre todo la confusión de términos y el perder la ilación con la realidad, perdiendo la capacidad de poder expresarse correctamente.

Otro de los síntomas clásicos de la chochera, es la confusión mental, que hace que se pierda la coherencia, que hace que uno se contradiga, como lo que por un mensaje que recibí, se menciona sobre el recién electo Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que de acuerdo a lo que informan, ha dicho: “Déjame ser claro. Si tú no estás de acuerdo con que las mujeres aborten a sus bebés, no eres católico”.

Como católico Biden sabe muy bien que la Iglesia Catolica nunca va a aceptar el asesinato como un acto permitido, pero ante la presión de los grupos de liberación femenina, que promueven el aborto y forman esa mayoría nueva, que busca la liberación del ser humano para hacer lo que le venga en gana: “el placer por el placer” sin restricciones de ninguna índole y sin límites. Todo me es permitido, que los demás se las arreglen como puedan. Con pérdida de principios y valores, con rotura total de la regla de “Respeta a los demás, para que tú también seas respetado”.

Esta vorágine, que si continúa terminará destruyendo a la humanidad, llevará a la ley del más fuerte y nos convertiremos, si se acaba el respeto, en esclavos de una dictadura dirigida por el más fuerte, en los términos en los que consideremos la fortaleza en esos tiempos, y empezarán a matarse unos a otros, por tener el poder..

Artículos relacionados

Complicidad y amistad

La amistad, como muy bien lo describe Cicerón, “no puede existir más que entre personas de bien… los que se comportan y viven de tal manera que se aprueba su fidelidad, su integridad, su ecuanimidad, su liberalidad; que no se ve en ellos ninguna ambición, ni capricho, ni audacia…”. La amistad verdadera está descrita adecuadamente en el diccionario de la Real Academia Española: “el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”, pero hay algo más, que tiene que tender al bien, a la honestidad. La amistad que tiende al mal, la asociación para delinquir, la unión para realizar actos reñidos con la ley, tiene otro nombre: Complicidad.

El Diccionario de la RAE describe la Complicidad como cualidad de cómplice, y cómplice en su primera acepción, como participante o asociado en crimen o culpa imputable a dos o más personas.

Exhortación a los alumnos del Steiner: El 21 de diciembre de 2012

Cuando hablan del fin del mundo, hoy o en cualquier
tiempo.

Creo firmemente, que eso no sucederá nunca. No solo al
pensar, en los miles de millones de años que tiene la tierra
sino, sobre todo, en que cada día es para los hombres, el
nacer y el renacer del mundo.

El tic tac del reloj, marca los días de un calendario que se
renova cada instante; renovación que es prueba de que
el mundo, con sus astros y galaxias será eterno para los
hombres que en sus respectivas civilizaciones, con sus
propias creencias tienen su principio y fin dentro de una
carrera interminable del tiempo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×