19 abril, 2024

Instantes de locura…

Momentos de agitación y deseo
Instantes donde sé lo que va a suceder…
Antes de que llegues; ya has llegado.

Al rozarte comienza la pasión y el desenfreno
No tienes idea cómo me gusta estrujarte.
Me excitan tus formas y las incitaciones.

Hay encuentros donde arremeto con más fuerza tu erotismo,
Y ocasiones donde espero tus sonoros gemidos en mí oído…
Esta vez fue diferente.

Eras un incendio reclamando por más fuego.
Todo sucedía cuando profuso hurgaba tus olores…
Y desesperado succionaba tu brutal intimidad.

Mientras te libaba, tus espasmos engendraban contracciones.
Delirando en un placer tan impetuoso me sentí morir en tus entrañas…
Para acabar mojado de tu néctar y descubrir a la más amada de mí historia.

Abriendo tus orillas me incrustaba
Agarrando tus hechuras arañaba el desenfreno…
Mientras bajabas y subías exigiendo más satisfacciones.

Que excitante fue mirarte cuando mi dureza te irrumpía
Entraba, regresaba y volvía a regresar…
Tratando de saciar la insolente desesperación de tu salvaje instinto.

Fuiste un cataclismo rebosante de lascivia.
Devaneabas con jadeos, gemidos y gruñidos…
Que cuando culminabas… transpirabas, temblabas, tremolabas.

Luego vino la magia del después.
Los cansancios dieron paso a la ternura…
Para fraguarnos por un tiempo en un sin tiempo de magia y silencio.

Someterte fue maravilloso,
Una batalla conquistada entre mis límites y tus inhibiciones.

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Poema a Nuestra Madre

Siendo éste el mes de la madre y siendo María nuestra Madre del Cielo, vale la pena recordar este precioso poema del Padre Julio Alarcón Menéndez, SJ, quien escribió este poema que se encuentra en el libro “Pequeñeces” del Padre Luis Coloma; a veces la pequeñez de nuestra alma nos hace olvidar de las promesas que le hicimos a ella cuando estábamos en el Colegio.

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