28 marzo, 2024

Entre cálculos y definiciones

En el quehacer político de los candidatos con pasta presidencial confluyen el arte de la comunicación, la ciencia de muchas otras disciplinas, y un extraño y sutil factor llamado carisma. Los políticos compiten por una favorable percepción ciudadana dentro de un complejo trajinar compuesto por realidades, sensibilidades, enlucubraciones y hasta mentiras. El tiempo, sin embargo, se encarga de desvelar a todos por igual. Existe una máxima indebatible: los políticos siempre cometen errores. Sin embargo, ¿cuántos yerros, por peso, volumen o percepción, serían electoralmente aceptables para no afectar un determinado resultado? Los votantes difícilmente aplican un mismo rigor analítico en la asimilación de las equivocaciones de los contendores.

Todas las tendencias tienen limitantes. La derecha, menos resistida por los agentes económicos, tiene entre la masa de votantes a su máximo talón de Aquiles. Pedir sacrificios sociales parecería un mito ante las abrumadoras carencias. La gran dificultad de la izquierda es el desafío de manejar una tétrica realidad económica con escasos recursos y reducida credibilidad. La derecha tiene una propuesta económica más realista, pero carece de tiempo para seducir a un país inmediatista. La izquierda, ausente de innovación, mantiene la retórica proclama de los derechos adquiridos, pero adolece de un sólido programa de crecimiento económico. La racionalidad del argumento se desvanece ante el letargo de los calculadores, el ímpetu de los retadores y una generalizada falta de carisma.

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Más allá de la llamada Libertad de Expresión

Aparentemente hablar de la libertad de expresión y hacer uso de ella no es más que pensar libremente y libremente decir lo que se piensa. El tradicional contenido de los diccionarios al explicar la palabra expresar dice que es “manifestar los pensamientos o impresiones por medio de la palabra, de los gestos o las actitudes”. ¿Faltaría entonces, sólo el vocablo libertad y estaría definida la libertad de expresión?.

Pero que, como comprenderlo así, no pasaría de un reduccionismo que estaría muy cerca del absurdo. Antes que nada, no estaría de más advertir que todo conlleva un mensaje o varios en unidad o no que, obligadamente, determinan la expresión de algo… En el humano su piel en sí, mensaje que no puede soslayarse, incluso, ya expresa a más de su valoración biológica corporal, una valoración sicológica, social dentro de un contexto cultural, que también expresa una manera de ser de la sociedad a la que pertenece. Sumar a esto la vestimenta, en su variedad de estilos de diseño, genera un abanico de expresiones nuevas, y casi siempre vinculantes. Es que la libertad de expresión no cierra su razón de ser en su “propio” significado.

Estamos Hechos

El Ecuador ira sintiendo poco a poco la crisis financiera en que están inmersos los países económicamente mas fuertes del mundo. La contracción de los mercados internacionales se vera reflejada en la disminución de las exportaciones e importaciones en nuestro país. Si a esto le añadimos la incertidumbre del NO pago de la Deuda Externa y la posible y casi segura aprobación de la Ley de Seguridad Financiera, como dice nuestro pueblo, “ESTAMOS HECHOS .

4 comentarios

  1. O sea, no hay por quien decidirse
    Personalmente entiendo las diferencias pero me inclino por la derecha ,por conviccion. Lastimosamente la situacion del pais no permite una experiencia. El pais requiere atencion urgente, soluciones que permitan un desarrollo acorde a las circunstancias fundamentada en un Gobierno serio y confiable

  2. Como buen Demócrata quiero que exista Progreso con libertad. Que en 3 o 4 años tengamos un País fortalecido. LASSO propone 2 millones de Empleos y 0 (cero) 0 déficit. Eso es ambicioso pero posible.

  3. Aunque no podemos comparar nuestra desvencijada realidad económica después de 10 años de despilfarro y latrocinio narco – populista – correista, con lo que quedó del Chile de Allende. Al Sr. General Augusto Pinochet (dictador) le tomó 17 años reconstruir la hecatombe. Y que no me echen cuentos porque yo la viví.
    ¿Acaso esperamos recuperar lo perdido en solo 4 años?

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