23 abril, 2024

El mundo cambió

¿Somos capaces de aceptarlo? ¡Ésta es la pregunta que hay que hacerse! Se ha discutido hasta la saciedad, si la enfermedad fue producida intencional o accidentalmente, que si fue provocada por comer murciélagos, que si fue porque estaban probando armas biológicas para las guerras futuras, que si fue para disminuir la población del mundo y miles de estupideces más.

Sea por la causa que sea, la infección está con nosotros y me temo, por lo que se sabe hasta el momento, que por más que se logre una vacuna inocua y eficaz, lo más probable es que tengamos que repetir la vacunación bastante frecuentemente, porque la inmunidad no es duradera.

¿Qué significa esto? Que vamos a tener que aprender a vivir con esta enfermedad, con estar con esta espada de Damocles, sobre nuestros cuellos permanentemente.

¿Qué podemos hacer? Sólo hay una cosa que podemos hacer: ¡ACEPTARLO, y aprender a convivir con ella!

Entonces, acostumbrémonos al uso de mascarillas y evitemos las aglomeraciones. ¡CUIDÉMONOS!

¡Aceptemos que la vida ha cambiado! No cometamos la estupidez de pensar que podemos vivir como vivíamos hace un año. Con fiestas grandes, bailes, reuniones masivas. ¡Eso ya terminó! Centrémonos en la familia. Hagamos una vida más individual. Ya la hermosa vida anterior de farra, alcohol, bailes, pasó. ¡Aprendamos nuestro nuevo estilo de vida! Las fiestas, matrimonios, reuniones, cumpleaños, etc. serán con grupos reducidos de personas. Habrá que aceptarlo y dejar resentimientos. Tendrá que haber verdaderas amistades y menos compromisos. El estudio en las Universidades será más individual. Tendremos que aceptar andar con masbaratillas y aprender a soportarlas. Cuando estemos solos, podremos quitárnoslas, pero en cuanto alguien se nos acerque, volver a ponérnoslas.

Ya no es cuestión de capricho, es cuestión de obligación. Es cierto que el uso del cubre bocas es más para proteger al otro, pero es nuestra obligación usarlo.

Las normas obligatorias de higiene ya pasan a ser obligación y el guardar la prudente distancia, también.

Aceptemos sin refunfuñar este nuevo estilo de vida que nos ha sido impuesto y acostumbrémonos a nuestra nueva forma de vida.

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En la Ida de los fraternos Henry y Francisco

“Y en su Dios, se han dormido, /como en cojín de luna, /almohada de sus sienes/
una constelación…/Canta el padre para ellos/ sus canciones de cuna /y la paz llueve largo/ sobre sus corazones”

(El original es en singular)

Gabriela Mistral

Así se fueron los dos poetas, Henry Kronfle y Francisco Pérez Febres Cordero-Miembros de la Agrupación Cultura y Fraternidad, reclinados cada uno en sus propios sueños, sueños hechos poesías, de ansias y nostalgias, protestas, amores y esperanzas. Dos caballeros a carta cabal: buenos hijos, buenos esposos, buenos padres, buenos fraternos.

Henry se fue por unos días adelante de Francisco… ¿A esperarlo? Tal vez… Seguro ya estarán abriendo las páginas de sus libros que han de volar desde el firmamento trayéndonos el recuerdo de sus versos.

1 comentario

  1. Al Covid19 se lo puede evitar sin necesidad de usar bozal, además TIENE CURA Entonces pregunto ¿para que tenemos que vacunarnos con vacunas de dudosa eficiencia por haber sido hechas al apuro y sin usar los ácidos nucleicos del virus?

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