Los antiguos griegos llamaban “ORQUESTA” al lugar destinado a las representaciones de música, danza y teatro en los anfiteatros. Cuando en el Renacimiento se comienzan a representar en Italia las óperas, queriendo imitar al antiguo teatro griego, se usó esta misma palabra para designar el lugar, entre el escenario y el público, donde se colocaban los músicos. Por derivación, empezó a llamarse al conjunto de instrumentistas “orquesta”. Este grupo de instrumentos ha variado a lo largo de la historia en cantidad y tipo, y actualmente, dependiendo de la época a la que pertenezca la obra o según la sonoridad que el compositor quiera conseguir, podemos encontrar orquestas muy distintas sobre el escenario de un auditorio.
Tradicionalmente, los instrumentos de la orquesta se han agrupado de la siguiente manera: