18 abril, 2024

El concepto de “nueva normalidad”

Debo iniciar el presente trabajo poniendo en contexto la idea de la cual voy a comentar. La palabra “concepto” la uso como análoga de lo que Platón llamaría “idea” y Aristóteles “abstracción”, al fin de cuentas algo inexistente y que no se puede ver, oir ni tocar – para el estagirita-  pero profundamente importante para él si se trataba de hablar del conocimiento y el aprendizaje, de la vida. 

Cuando decido mencionar lo que muchos han dado por llamar “nueva normalidad” entonces, quiero expresarla como idea, como abstracción que ciertamente existe, aunque muy difícilmente pueda ser común para todos en la definición. Además, debo reconocer que como médico y profesor de la asignatura de “Historia de la Medicina” en la más prestigiosa escuela formadora de médicos de Guayaquil me cabe en suerte observar, comparar, relacionar de manera secuencial y holística lo que los sucesores de Galeno han hecho desde el principio de los tiempos.

Plagas y pandemias han existido desde el principio de los tiempos. Muchas conocidas y reportadas con gran prolijidad y otras que se recuerdan sin datos precisos acerca de su ocurrencia. En las culturas arcaicas se relatan muchas de esas plagas, pero en el tiempo tal vez la que más abunda en conocimiento es la llamada “peste negra, peste bubónica” que se dice acabó en ciertas zonas como China, con casi un tercio de la población de territorios enteros, respetando América y Africa Subsahariana. En el año 500 hubo la llamada “plaga de Justiniano” que se sospecha también fue por la “bubónica, por la bacteria Yersinia Pestis”. Inmediatamente después del nacimiento de Cristo, plagas como la de Orosio, de langostas que mató a más de un millón de personas de hambre, la “plaga de Antonino” llamada también de Galeno, y sucesivas epidemias de sarampión alentadas por la muy poca higiene, la escasez de fármacos y el desconocimiento científico de la época.

Recientemente en el siglo veinte la “gripe española” que acabó con más de ochenta millones de personas –se dice-, hace muy pocos años una plaga de langostas entre China y Birmania que acababa con cultivos de alimentos y en los años setenta la famosa plaga por el VIH que sigue matando gente en todo el mundo ni se diga los brotes de malaria, tuberculosis y sarampión. Ahora mismo India adolece de una plaga localizada de langostas.

Si se imagina usted que existe un rasgo en común de todas las epidemias y pandemias que han existido y tal vez de las que vendrán es la “nueva normalidad” como concepto

A mi entender es el poder darnos cuenta que después de que ellas –las fatales crisis- ocurren, nada vuelve a ser lo mismo en los sitios que los seres humanos ocupan ni en sus costumbres ni en sus formas de ver el mundo, es decir que obligatoriamente se alteran los rasgos de lo que llamamos “normalidad”, debe haber una nueva, pues las secuelas nos obligan a adaptarnos para la sobrevivencia. Así ha sido siempre, más o menos. Además, la “nueva normalidad” trae aparejado un desarrollo de las ciencias, que sospecho será intenso en la actual circunstancia por la tecnología y las comunicaciones de que hoy disponemos.

“Nueva normalidad” que ya comienza a darnos sus primeros matices en hechos tan sencillos como:

 

  • Protocolos nuevos para hacer compras, para desinfectar lo que uno adquiere en productos, para la desinfección constante de manos con agua y jabón, el uso de la mascarilla como parte de la vestimenta, entre otros
  • Tino y mesura con los gastos e inversiones priorizando la vida, la salud y la educación, por encima de los artículos suntuarios o de lujo
  • Propuestas de nuevas formas de pago de sueldos y emolumentos que los simplemente en moneda y billetes…¿retorno al trueque y al pago con servicios?
  • Programas de salud en territorio, que detecten de entrada cualquier brote infeccioso antes que acudir a un “gran” hospital generalmente –y más en el Ecuador- contaminado con virus y bacterias
  • Educación escolar que dé más énfasis a la web, el uso del internet y la investigación científica sumada a la interacción humana
  • Distanciamiento social, acercamiento en los valores y actitudes
  • Uso de las redes sociales para de alguna manera obligar a los “políticos” a cumplir con su rol específico que es el de “facilitador de procesos para el logro del bienestar de la gente común” y no el del “lleve” o la “viveza criolla”. El poder del ciudadano común para hacer cumplir la ley.
  • Conciencia de qué es lo realmente importante en la vida

 

Es para mí muy obvio que no todos lograremos ni en los mismos lapsos de tiempo y no en los mismos niveles, acercarnos al concepto de “nueva normalidad”, eso dependerá de nuestra particular forma de ser, de nuestros conocimientos, valores, expectativas, sueños y vivencias… Muchas cosas pueden observarse cuando oteamos el futuro con la visión desde el presente… algunas no tan claras… Lo que para todos es seguramente igual es el pensamiento de que todo cambió, que nada podrá ser igual que antes… que hoy tenemos una oportunidad de darle forma al mundo, al mundo para el cual debemos preparar desde ahora a nuestros hijos e hijas, alumnos y profesores, ecuatorianos en general…. ¿le parece?

 

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