23 abril, 2024

Desnudo viniste…

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Debemos reflexionar
que nuestro viaje a este mundo
debe tener un motivo,
una meta, un fin fecundo,
que vinimos a buscar
el camino del amor
para por él alcanzar
la gloria del Salvador.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Dios no nos puso en el mundo
con riquezas ni tesoro,
ni siquiera con pañales,
ni acompañados en coro.
Nos puso solos, desnudos,
cada cual en su camino,
A unos de rosas y arena,
a otros de zarzas y espino.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Nos puso en casas distintas
y Él escogió la más pobre
por enseñarnos que a todos
nos da para que nos sobre.
Nos ha mostrado el camino
con su martirio y dolor
nos ha puesto en nuestras mentes
una meta superior.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

A unos les exige más,
pues mucho más les ha dado
al otro, a quien no le dio,
lo quiere humilde y honrado.
Y quiere vernos pacientes
esperar de su bondad
y agradecer al que cumple
su sagrada voluntad.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Que si te dio Religión,
que te dio casa y fortuna
no es para que lo malgastes
y disfrutes de tu cuna
es para que lo aproveches
ayudando a los demás
y des todo de ti mismo,
cada día más y más.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Y debemos caminar
hacia la meta anhelada
Para poderlo gozar
en nuestra última morada.
Mas no podemos llegar
con nuestras manos vacías
De buenas obras debemos
llenar las metas y días.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Porque Él nos dio el intelecto,
nos dio la capacidad
para llenar este mundo
de amor y felicidad.
Nos dio corazón, y un alma
toda llena de ternuras
para que de amor llenemos
todas nuestras rajaduras.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

Y al llegar al cielo amado,
a ese juicio presencial,
juzgará lo que hemos hecho
con su poder celestial.
Cómo lo hemos invertido,
ayudando a los demás,
y cómo le hemos servido,
Y así, de Dios gozarás.

Desnudo viniste, desnudo te irás.
De Dios has venido y a Dios volverás.

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“No tiene importancia creer que Cristo ha muerto, lo creen los judíos, los paganos los pecadores, lo creen todos. La fe de los cristianos en que Cristo resucitó. Para nosotros lo decisivo está en creer en la resurrección” (S. Agustín).

Nació en un establo, en una humilde aldea; hijo de una campesina. Creció en un pueblito donde trabajó como carpintero de barrio hasta los treinta. Por tres años fue un predicador errante. No formó un hogar. No vivió en ninguna gran ciudad, ni viajó lejos de donde nació. Jamás escribió ningún libro, ni ejerció cargo alguno. No hizo ninguna de las cosas que se relacionan con la grandeza humana.

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