Entre héroes y villanos

El Dr. Wi Wenliang debe ser considerado un héroe de la humanidad. El PCCh* intentó impedir que alertara al mundo sobre el COVID-19, pero al final la libertad de conciencia individual se impuso al totalitarismo colectivo de Estado. Mientras Xi Jinping escondía la explosión del coronavirus, Trump, plenamente informado, guardaba silencio intentando salvaguardar el crecimiento económico como arma mediática para su reelección. La libertad de expresión, la estadounidense en este caso, con todos sus ocasionales desbalances y ocasionales abusos, da peso a la verdad y no a los políticos. Falta por conocer información aún más precisa sobre el desencadenamiento de esta pandemia a fin de aprender de los errores cometidos y que sirva a su vez para que la justicia se encargue de los culpables. 

En el plano nacional, la ineptitud gubernamental fue cubanamente resolviendo problemas coyunturales hasta encontrarse con el más democrático de los escollos, un letal virus que castiga a todos por igual. Al final, todo se sabrá, desde lo que supieron e hicieron, hasta lo que dejaron de hacer por satisfacer los intereses de unos cuantos por sobre los de la sociedad. Este es un país sin timonel, navegando a la deriva y a merced de las pirañas del poder. Ese es el resultado de 13 años de gobierno. El país es hoy testigo de una verdad que no era oculta, apenas camuflada, y por la que nuestros héroes batallan a pesar de la desidia estatal. Oremos por ellos con espíritu de libertad y conciencia nacional. Dios bendiga nuestros hogares. 

*Partido Comunista Chino