28 marzo, 2024

¡Prioridades!

Continuamos sin entender… me temo que la “psicosis colectiva” que nos produce este microscópico ente causante de una pandemia demoledora, todavía no logra hacernos entender que el mundo no será el mismo, que ya no es el mismo y que ha cambiado…

En el Ecuador es evidente que no estábamos preparados… “secreto a voces”. Hemos “enseñado” a nuestros niños y jóvenes temas teóricos referentes a las matemáticas, historia, biología, geografía, entre otras cosas –desde hace cincuenta y más años- y muy poco de la vida real, del amor, del respeto y la justicia. Decidimos terminar con una educación formadora de seres humanos, por una que responda a los ideólogos políticos de turno. Hemos hecho “oídos sordos” a los que saben y hoy… nos damos cuenta que quienes están enfrentando la actual crisis están tan desesperados como cualquiera de nosotros y algunos hasta aprovechando el momento coyuntural para hacer “dinerito” –a costa del dolor humano- o para “pescar a río revuelto” y volver a escenarios políticos que le son contrarios. Nunca nos prepararon para enfrentar las crisis, a lo sumo una que otra movilización en escuelas y colegios para dizque decir que nos preparamos en caso de un sismo… hoy las falencias son francamente expuestas… ¡fallamos como sociedad!, no nos hemos preocupado por la salud ni por la educación… 

Hoy el dolor me deja una enseñanza… “un país como el nuestro debe entender que la prioridad es la vida”, de nada valen las grandes fortunas ni la fama efímera o la preclara opinión, si de un solo tajo este desdichado ente viral acaba con tu vida y también con la de toda una familia, con la sociedad entera, porque lo que estamos pasando y pasaremos será lo que los científicos llaman “estrés postraumático”, con sus consecuencias obvias.

¿Todavía cuidando que los militares no maltraten a los que infringen el toque de queda y protegiendo los derechos humanos de los que delinquen? Dios mío… ¿es esa la prioridad cuando se están muriendo muchos ecuatorianos en los hospitales por causa de la desobediencia civil?

¿Cuidando recursos de fiestas citadinas y fondos para pago de Asambleístas y ex Presidentes y Vicepresidentes de la República mientras que los héroes médicos, enfermeras, auxiliares, camilleros, transportistas policía y ejército trabajan sin las debidas protecciones?

¿Todavía están temiendo los “juicios políticos” en el futuro –si hay un futuro para ellos- para no atreverse a priorizar por encima de todo la salud y la vida de los ecuatorianos, pequeños, adultos o adultos mayores?

¿Por qué no “achicar” al Estado ecuatoriano, ahora obeso y lleno de cargos y jerarquías innecesarias para ajustarnos a la nueva realidad, a la que el miserable ente viral nos ha obligado a mirar y hacerlo con decisión y seguridad? Liderazgos firmes y claros para arrumbar la barca, ¡eso es prioridad!

Nada volverá a ser lo mismo en los próximos meses, es necesario pensar en prioridades pues nos hemos dado cuenta que la salud y la vida es lo más importante como para que sigamos utilizando subterfugios para desviarnos del camino y separarnos unos de otros cada vez más.

Cansados estamos de los estribillos patrioteros… es necesario demostrar ese tan decantado “amor a la Patria” preocupándonos por lo realmente prioritario que es su gente, su bienestar y su vida. Para todo ello hay que tomar decisiones, hay que jugársela pensando en el “bien superior”.

 

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Todos somos culpables

Carlos Andrés Pérez Rodríguez, ex presidente venezolano, falleció en la ciudad de Miami el pasado 25 de diciembre de 2010. Su muerte trajo un lío entre la República Bolivariana de Venezuela, la viuda y un juez americano del condado de Miami – Dade, que finalmente se zanjaría con el sepelio del ex mandatario en su tierra natal de Rubio, Estado Táchira, Venezuela.

Pero la muerte de este líder de izquierda, que insertó a su país en el privilegiado mercado de los petro – dólares (por algo en la década de 1970 lo llamaron “Venezuela Saudita”) no es lo que quiero compartirles. Quiero corresponder en esta columna a un comentario de Álvaro Vargas Llosa que le sirvió de corolario para una nota que redactara en Vistazo No. 1042 de enero 20 de 2011.

6 comentarios

  1. CRUEL REALIDAD ROBERTO
    ..LOS VALORES QUE EN VADA SE TIENEN QUE ENSEÑAR SE PERDIERON…AHÍ UNA DE LAS CONSECUENCIAS PARA TANTA IRRESPONSABILIDAD…SALUDOS HERMANO…

  2. Indudablemente nuestra forma de ver la vida está cambiando, poco a poco con esta pandemia revisamos nuestra actitud ante ella. La lección primera es volver a Dios de quien nos habíamos apartado acogiendonos a un modernismo social para nada positivo. Luego viene la falta de empatía y amor para con nuestros semejantes, el olvido en la formación de valores a esta juventud, hoy tan venida a menos y así podemos seguir sumando nuestros errores, pero con todo esto se viene el despertar de las conciencias, caso contrario caminamos al cataclismo de la humanidad…

  3. Aún estamos por descubrir la magnitud de la destrucción que enfrentaremos. Es simple, se muere el modelo económico que conocemos, y hasta hoy la economía es el centro de todo. ¿Cambiará el modelo económico, o cambiará el centro de todo? No lo sabemos, pero ya cambió y será violento.

  4. Salud y educación, el eterno pendiente de todo gobierno. Es cierto que no hay protocolo conocido capaz de dimensionar una pandemia del siglo XXI, que nos toca escribir sobre la marcha, pero debemos enfocarnos en ese reto. Y aunque suene cruel, se contagiarán y morirán los que descuidaron su salud, los imprudentes, los irresponsables, y los que Dios haya decidido que así fuera. Q.E.P.D. a los que nos quedamos, nos toca aprender la lección. No podemos bajarnos del mundo y tratar de volver al anterior. Ya no va más la vida como la conocíamos. Toca volver a las bases, a los buenos hábitos y volverlos operativos en la vida de grandes y pequeños, al orden , la obediencia, la sinceridad, el respeto, la laboriosidad, virtudes venidas a menos porque los padres decidieron hacer énfasis en el que los niños tengan «todo» y para comprarlos hay que trabajar mucho; venidas a menos por el dios tener y el dios saber que relegaron al SER PERSONA. La función salud debe ser más preventiva por lo que volvemos a la importancia de educar, de formar. Le educación debe cambiar, girar a las habilidades para buscar y encontrar la verdad, porque es obvio que cambia cada segundo y es difícil predecir. Competencias para crear y hacer el bien con esas verdades validadas, y questo sea lo que nos haga feliz, que en el fin último es lo que realmente deseamos como seres humanos.
    Debemos estar en casa, a ver si logramos pararlo, pero trabajar pensando en nuestro nuevo mundo y lo que necesitamos aprender, saber, utilizar para sacar adelante la vida, e intentar volver al equilibrio que se requiere para disfrutar de la vida y la libertad que Dios nos dió y de l mala cuenta hemos dado. Mi humilde opinión.

  5. Estoy convencido de que a este virus lo fabricaron los chinos con fines inconfesables y por alguna razón que puede llamarse descuido, incompetencia o lo que sea se les escapó. Está por demás analizar lo que esta pandemia significa para nuestra economía petrolera y las consecuencias que estamos viviendo en el campo de la salud.
    Pregunto ¿los culpables de esta hecatombe nos van a inceminizar? ¿Les debemos algo?
    ¿Vamos a seguir entregándoles nuestro petroleo por los créditos desaparecidos a manos de la jauría correista?

  6. Comparto plenamente con Roberto.
    Educación y Salud deben ser la prioridad en todos los estamentos, son los puntales que nos permitirán superar la adversidad y manejar la crisis.
    Los educadores en el nivel superior no podemos esperar a que los «expertos» diseñen alternativas, tenemos que crearlas, por las razones bien identificadas en el artículo.

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