24 abril, 2024

¿Prevención?

Silencio decidor…

Muy poco sabemos los ecuatorianos de lo que el Ministerio de Salud piensa hacer con el propósito de garantizarnos el recibir como corresponde una probable llegada del famoso “coronavirus” cuya sola mención provoca  miedo y preocupación en el mundo. Y aunque sus cifras letales están entre el 2 y el 4% de los contagiados, la llegada rapidísima a países europeos y a los Estados Unidos ha puesto en alerta a la comunidad científica.

Siendo la enfermedad de tipo viral, no existe cura directa posible. Los virus son parásitos celulares y atacan preferentemente a las células defensivas como por ejemplo a los linfocitos. Por tanto debemos partir del hecho de que un sistema inmunológico fuerte y bien preparado estará en mejores condiciones de enfrentar una virosis tal cual, así como la prevención, que es y seguirá siendo menos costosa que la curación, es una forma de garantizar la eliminación paulatina del peligro siempre y cuando la comunidad está debidamente informada y conocedora de las principales formas de evitar los contagios.

Llegado a este punto la pregunta del millón debería ser… ¿están las autoridades de salud del gobierno preparándonos para establecer medidas preventivas en el caso de tener en el país la llegada del famoso coronavirus?

Dolorosamente la respuesta es “no”. Todos los esfuerzos de información vienen de la comunidad médica del Ecuador y de ciertas universidades cuyos científicos han hecho lo posible por preparar a sus estudiantes y a la comunidad con cierta información necesaria. Vivimos, como siempre en el país, una suerte de quemeimportismo que no nos conmueve y que sólo alcanzamos a “aterrizar” cuando algo realmente grave ocurre “in situ”. ¿Qué estamos esperando que los casos estén ya aquí, acabando con los escuálidos recursos de nuestros alicaídos y deteriorados hospitales donde es más fácil infectarse que salir restablecido?

La “prevención” es factible cuando los criterios educativos, cuando la “educación para la salud” funcionan. Las universidades ecuatorianas –salvo unas pocas- han dado pasos en firme para ayudar a la sociedad, el resto duerme el sueño de los justos. Las escuelas y colegios en vacaciones en la región Costa, en la Sierra siguen enseñando más conocimiento y menos preparación para la vida. Los medios de comunicación sólo alertan según los “ratings” y muy pocos de ellos asumen de manera juiciosa la orientación de sus radioescuchas, televidentes y/o lectores. Muy poca información seria, confiable y diáfana que prepare para el momento en que en teoría debamos enfrentar la ya declarada “pandemia”.

Fenómeno parecido nos ocurrió ya en los años cuarenta con la llegada del virus de la rabia, los años setenta y ochenta con la asustante aparición del VIH, los noventa con el dengue, y frisando el nuevo siglo con el cólera. Las autoridades de salud ecuatorianas esperan que ocurran las tragedias para actuar… ¿será acaso que es un común denominador de los ecuatorianos el no valorar la prevención?. Lo que preocupa es que sean profesionales de la salud, pues en la preparación de enfermeras, médicos y tecnólogos,  nos enseñan desde los inicios a entender lo que significa la profilaxis.

¿Imaginan ustedes quienes serían las víctimas propicias de una virosis pandémica?. Pues todos aquellos que estén en condiciones deterioradas en su sistema inmunológico, eso significa la gran mayoría de los ecuatorianos, muchos desnutridos, enfermos en hospitales, drogadictos en calles y avenidas, gente común y que seguramente tampoco tienen estímulos inmunológicos como las vacunas o una buena alimentación complementaria. El tema no es para asustarse, ni para darse golpes de pecho, es para tomar acciones inmediatas de prevención que se inician con sistemas de educación para la salud, de divulgación de la ciencia y de liderazgo… ¿Qué estamos esperando?

 

Artículos relacionados

La institucionalidad democrática de Latinoamérica

Latinoamérica sigue en pañales. Nos lo ha recordado sin tapujos los recientes
eventos alrededor de la vida política venezolana. Los líderes de Unasur han
cacheteado abiertamente al prestigio de la democracia de nuestra región, pues
decidieron primeramente amparar a un compañero de club, marcado por las dudas
de un proceso electoral lleno de denuncias de la oposición venezolana, ofendiendo
innecesariamente la institucionalidad del alma de las democracia: su correcto
sistema y administración electoral.

Lo que ha sucedido en Venezuela, es el peor escenario al que se aspira llegar en una
elección democrática, en un diáfana e incólume democracia. Es que la obscuridad
y el sumarísimo proceso con que se manejó la situación electoral de la República
Bolivariana de Venezuela, la acerca más a ser el perfecto ejemplo de lo que jamás
debe suceder en ninguna sociedad que se considere democrática; donde el ganador
tiene todo el derecho de reclamar para si el triunfo, pero el perdedor, no pierde el
derecho de denunciar irregularidades y pedir sean transparentemente aclaradas.
Venezuela, su Consejo Electoral, su institucionalidad democrática, lamentablemente,
gracias a Tibisay y su imparcial equipo, se ha convertido en el manual perfecto de lo
que se debe realizar para hacer trizas al concepto de trasparencia electoral. No se
podría siquiera definir la palabra democracia, sin tener que precisar primeramente
el significado de trasparencia.

2 comentarios

  1. Cuidado va a ocasionar mas daño las medidas de prevención que la misma enfermedad.
    Maduro hasta el momento le va ganando en muertes y no se ha generado ninguna campaña de terror.

  2. Lamentablemente, somo generaciones que nos criaron con el si te pasa, actua. En estos dias, el cuento, enredo y rumor ligero es el pan nuestro, sino porque tanto programa de tv de farandula vacia se mantiene? Con la expansion de las redes sociales (mas bien burbujas) todo es verdad, todo es mentira, sin control alguno.

    El irrespeto a leyes, autoridades, normas de prevencion y demas canales del comportamiento en sociedad son cosas raras y mas para la nueva generacion ahora llamada milenial o centenial.

    Que hacer? Ah si mucho trabajo por hacer..! giro de 180 grados desde la educacion en la infancia, adolescencia y por que no hasta la adultez(universidad).
    Recapacitacion a padres y demas familiares para canalizar de mejor manera los nuevos retos, distracciones, tentaciones y peligros actuales con o sin la tecnologia omnipresente de estos dias.
    Mucho trabajo, sí, dificil tambien, pero no imposible.
    Dios aun no proteja con su manto de misericordia e infinita sabiduria porque nosotros, per se, estamos camino al limbo…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×