18 abril, 2024

Ser Bachiller… el diagnóstico

Mientras escribo la presente entrega, leo en medios de difusión masiva que se está pensando volver a tomar el examen que el INEVAL maneja, a más de catorce mil jóvenes por algunos problemas detectados, sin que especifiquen cuáles son esos problemas… Mi pensamiento corre hacia la Medicina…

Los diagnósticos médicos suelen ser inicialmente hipotéticos, las hipótesis son suposiciones acerca de las características esenciales del fenómeno que deben ser verificadas. El tema que trato no es un problema de salud física, más bien tiene que ver con la salud social, psicológica, espiritual y ética de los ecuatorianos que vemos cómo nuestros procesos educativos son constantemente criticados por sus bajos niveles en calidad. Sin una educación de calidad no hay posibilidades de supervivencia como Nación, como Estado…

Me permitiré enumerar algunos de los aspectos que considero nos pueden servir para un diagnóstico:

 

  • Un examen no mide la integralidad del ser humano, es tan solo un acercamiento parcial a la realidad del aprendizaje.
  • Nunca se convocó a los educadores ecuatorianos, de ningún nivel educativo para debatir y peor consensuar sobre las necesidades más básicas de nuestros procesos educativos ni hace doce años ni ahora.
  • Tratándose de un asunto vital como la educación de los ecuatorianos, no se partió de un diagnóstico claro y preciso de la realidad ecuatoriana. Se decidió bajo la privilegiada mente del caudillo.
  • Se supuso que las escuelas y colegios ecuatorianos eran malos de manera intuitiva, algo así como “al ojo clínico”, sin criterios claros de medición y sin revisión histórica de los procesos.
  • Escogieron a personas que nunca, nunca habían estado frente a niños y/o jóvenes, sólo por ser amigos o amigas, con desconocimiento total de la realidad educativa y las pusieron a dirigir los organismos tales como el Ministerio de Educación.
  • Se creyó que destruyendo los gremios se acabaría con el pensamiento de los educadores, se planificó para que los educadores abandonaran su habitual labor de formación dirigiéndolos hacia el cumplimiento de tareas administrativas.
  • La toma de ciertas decisiones de manera antitécnica, poco científica y en ocasiones discriminatoria acabó con emblemáticas instituciones que habían demostrado su valor en el tiempo.
  • Importando metodologías extranjeras y exámenes que no habían sido validados con nuestra gente, se afirmó que nuestros jóvenes eran malos y que las instituciones en las cuales se educaban debían desaparecer.
  • Quienes revisaron las pruebas que se aplicaron desde la primera vez, no estaban familiarizados con aquello que se enseña y trabaja en escuelas y colegios, fue necesario darles al final “cursos especiales” a los estudiantes, cuando lo correcto debía ser que se examine lo que habían aprendido durante su recorrido por la escuela y colegio. Dichos “cursos” –cancelados en dinero por los padres- pueden llegar a costar hasta mil dólares.
  • ¿Por qué se comenzó cerrando universidades, creando organizaciones de control superior y atacando a las escuelas y colegios?. Lo que resultó lógico para otros países fue comenzar por mejorar la educación de los más pequeños… ¿de atrás para adelante fue en la educación ecuatoriana?
  • El stress al que se ven sometidos los estudiantes actualmente estriba más bien en la imposibilidad de acceder a un cupo universitario y no cumplir sus sueños.

 

En el corto espacio de esta entrega he tratado de diagnosticar qué pasó en los últimos años con la educación ecuatoriana para que ahora estemos en una tardía –aunque todavía válida- discusión sobre lo que debemos hacer…

Mi diagnóstico me permite esbozar algunas hipótesis, tal vez la que me ayuda a entrar a una tercera entrega por este  medio sea… eliminar la prueba “Ser Bachiller” es sólo un detalle en el inmenso problema de la mala calidad del sistema educativo ecuatoriano. El debate debe hacerse y lo más pronto posible!!!

 

Artículos relacionados

Jovenes Talentos: Evelyn Tapia – “Mi primer Job”

Un adagio popular reza: “El primer amor nunca se olvida”, debe ser porque marca el inicio de la vida sentimental que todo ser humano necesita atravesar para ser un “humano”. Más allá de que la experiencia sea buena o mala, no hay nada que asegure que el resto de relaciones que el individuo atraviese sean análogas; sin embargo con el primer amor se conoce lo que es el amor y sin duda alguna, eso deja una marca. De acuerdo con mi percepción de la vida, el amor es tan importante para el ser humano como lo es el trabajo. Entonces, ¿el primer trabajo nunca se olvida? Y por otra parte, ¿deja su marca? Yo digo que sí.

Cuando terminé mi primer año en la universidad dejé “un profundo vacío” en la economía de mis padres. Con dieciocho años de vida nunca antes había trabajado para nadie…No recuerdo si me lo consultó o me lo propuso. Solo sé que un día de diciembre mientras arreglaba el árbol de Navidad, mi papá llegó anunciando que dentro de poco me llamarían de TACOM, empresa que brinda el servicio de taquilleros a la Metrovía de la ciudad, porque había hablado con “no sé quien” para que “me entreviste mañana”. Estaba a poco tiempo de conocer lo que sería: mi primer trabajo.

3 comentarios

  1. La educación de nuestro querido Ecuador tiene muchos baches, el concepto de aprendizaje moderno a sumergido en una piscina de conceptos mal fundados a nuestras autoridades.
    Pero las esperanzas no se pierden, y somos muchos los que creemos que podemos llegar a lo más alto sólo si nos proponemos.
    Ecuador es potencia mundial es todo los aspectos, el prometa es que aún no nos damos cuenta.
    Saludos mi querido Doctor y Colega Dr. Roberto Briones.

  2. Muy de acuerdo querido Roberto, usted ha puntualizado con total claridad las debilidades de todo este proceso en el que estamos embarcados todos estos años. No se parte de la realidad nuestra sino que se copia de otros y se aplica sin más ni más.
    Un abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×