20 abril, 2024

Te encontré, sin buscarte

I
Por casualidad estabas,
sentada en un sofá,
con tus tejidos en la mano,
un suetercito intentabas.

II
Me acerque a ti, sin motivo,
quería fumar y no tenía cómo hacerlo,
te pregunte, si tu tenias un fósforo, quizás,
No fumo, me dijistes, terminando tu café.

III
Entonces te invite a mi mesa y aceptastes,
otro café, te pregunte y lo aprobaste,
tenias poco acento al hablar, un español casi perfecto.
Quién hubiera podido pensar, que eras extranjera.

IV
De padres parisinos,
Sin embargo, tu nacistes en Burdeos,
Carolina, me dijistes que te llamas,
al indicarte el mio, me dijistes,
Te leo, en “Desde mi trinchera”,
Cómo así, te pregunte y sonreistes,
Soy amiga de Karina, que en ese diario digital también escribe,
Además, es la Pediatra de mi niña,
Es la una, me voy a recoger a mi hija, y
Rápidamente desapareciste.

VI
¿Volviste a Francia a celebrar
las navidades en familia?
Eres de creencias y de principios elevados.
No se si volveras. No lo creo, a otras latitudes llegarás.

VII
Que te vaya bien a donde llegues
A descubrir otros países, lugares y amigos,
Yo te deseo lo mejor para ti y los tuyos,
Si algún momento vuelves, me encantaría volver a verte.

IX
Si no vuelves, te tendré entre mis recuerdos,
entre tantos amigos/as pasajeros.
Que siempre encuentro en mi camino
Aquí donde me encuentro, o en cualquier otro lugar

X
Mientras tanto, seguiré escribiendo sin parar
Espero que Karina te los haga llegar
Estas entregas cotidianas, que,
Nada tienen de especial, y no a pocos les importan.

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Más allá de la muerte

Una bella y trágica historia de amor, al estilo de Romeo y Julieta, es la que nos relata José Federico Barreto en más allá de la muerte.

Disfrutemos esta hermosísima poesía:

MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Federico Barreto

Es invierno, y una noche negra, fría y tempestuosa.
En la lúgubre capilla de un asilo monacal,
yace el cuerpo inanimado de una joven religiosa
que, agobiada por la pena, se murió como una rosa
arrancada de su tallo por el fiero vendaval.

Blanco traje que realza su magnífica belleza,
simboliza su inocencia, su bondad y su candor;
rosas blancas en capullo le circundaban la cabeza,
y parece aquella virgen que murióse de tristeza,
una novia desmayada en su tálamo de amor…

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