16 abril, 2024

Carta al general Vladimir Padrino López. Ministro de Defensa de Venezuela

En mi calidad de militar de unas Fuerzas Armadas victoriosas a la que, a través de ellas, serví a mi patria en la guerra y en la paz, con honor, dignidad y lealtad, me dirijo a usted general Vladimir Padrino, Ministro de Defensa de Venezuela.

Es necesario hacerle conocer que las Fuerzas Armadas de mi país son la expresión más genuina del pueblo, no son de élite, tampoco represivas, peor corruptas, sino respetuosas de los derechos humanos; en ellas, los ciudadanos ecuatorianos han depositado su confianza. Respetuosas del sistema democrático, subordinadas al gobierno legítimamente elegido por el pueblo en las urnas, pero jamás alineadas a los proyectos políticos de los gobiernos de turno.

Con verdadero asombro he leído su “mensaje a todos los militares del continente” en el que pide “a los militares cesar las acciones violentas ‘contra el pueblo’ y que se pongan de acuerdo a la ética y Constitución de cada Estado”. 

“Del pueblo venimos nosotros, esa es la reflexión para los compañeros de armas de todo el continente. Para que cese la muerte, la agresión y las balas contra una nación oprimida”. Estas declaraciones, descaradas y cínicas, son propias de quien se ha convertido en caja de resonancia de una narco dictadura despiadada que le ha convertido a la patria del Libertador Bolívar en una satrapía sostenida por jenízaros incondicionales encabezados por usted.

Usted pide “cesar las acciones violentas contra el pueblo”, no puede haber pedido más desvergonzado; en su país, los militares se han convertido en los más represivos; además, han permitido a bandas de delincuentes armados, las llamadas células de “militantes revolucionarios” y las Redes de Movilización Inmediata (REMI), que se organicen para amedrentar y agredir brutal e impunemente a quienes reclaman por alimentos, medicinas, justicia y libertad.

Para controlar a los “adversarios” -civiles y militares- de la dictadura que usted es obsecuente servidor, mantiene una poderosa red de informantes para delatar a los opositores desde los Comités para la Defensa de la Revolución (CDR), las Milicias Populares y un Servicio de Inteligencia Militar que está bajo su control y mando.

Haciendo tabla rasa a leyes y reglamentos que rige la vida profesional del militar, el dictador Nicolás Maduro, decretó el insólito ascenso de oficiales golpistas que participaron el 4F y el 27N, a los que llamó “combatientes patriotas”. Sin mediar ningún requisito legal, anunció que el Teniente  Diosdado Cabello, tenebroso personaje jefe del “cartel de los soles”, pasó a ser Capitán; el Tcrnl. Francisco Arias Cárdenas, actual embajador en México, a Coronel; y el Capitán de Navío Ramón Rodríguez Chacín, gobernador de Guárico, su cercana relación con las FARC y los paramilitares colombianos le relacionan con el narcotráfico, pasó a ser Contralmirante.

Usted recomienda “que se pongan de acuerdo a la ética y Constitución de cada Estado”, ¿de qué ética habla?, si siguen vigentes las instrucciones que dio su mentor a la Dirección de Inteligencia Militar de identificar y clasificar a los oficiales de sus Fuerzas Armadas en “revolucionarios”, “institucionalistas” y “disidentes” con el fin de poder decidir quién podía ascender y quién debía ser sometido a procesos de “ideologización”. Lo que buscaba con esas instrucciones era oficiales incondicionales y obsecuentes con la corrupta y obscena dictadura que usted oficia de “padrino”.

Le recuerdo lo que su propia Constitución en su Art.  328 dice: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, (…). En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna…”. Sin embrago los militares bajo su mando se encuentran totalmente politizados y su grito emblemático es “Socialismo, Patria o Muerte” y son incondicionales con el proyecto político de Chávez y de Maduro..

La mayoría de militares fueron corrompidos por el dictador Hugo Chávez, quien se ganó su incondicionalidad, el usurpador Nicolás Maduro los prostituyó. Hoy existen alrededor de 1200 generales con privilegios y canonjías sin límite y han amasado grandes fortunas. Cómo no van a ser incondicionales, si a usted y a sus compañeros de aventuras se les entregó el más grande negocio como es el petrolero, la distribución de alimentos, así como el manejo de un fabuloso mercado negro que les deja ingentes “ganancias”. 

El temor que tienen usted y esa cúpula  envilecida es que al caer el sátrapa que gobierna, con seguridad, todos sus cómplices y encubridores, serán juzgados e irán a parar a la cárcel. 

Usted general Padrino, aún tiene la oportunidad de devolverle la dignidad a las Fuerzas Armadas venezolanas, deje de ser cómplice de la dictadura más abyecta y corrupta que haya tenido el pueblo de Venezuela en toda su historia.

Por último, le recuerdo una frase de nuestro Libertador Simón Bolívar: “El ejército está constituido para defender las leyes y las instituciones, no para servir de pedestal a las tiranías”.

 

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