18 abril, 2024

El Gobierno no roba

El mundo occidentalizado está acostumbrado a la existencia de impuestos, instrumentos de obligatoria contribución económica a través de los cuales los gobiernos se fondean para operar y a la postre revertir su importe en obras y servicios para la sociedad en general. La racionalidad establece que a nadie debe gustarle tener que pagarlos. Los impuestos son necesarios, pero son su calidad y su monto los que establecen su verdadera contribución hacia la productividad de un país. 

En estos últimos 12 años, las erradas decisiones económicas de alto contenido político, el abuso gubernamental en materia impositiva, el gran nivel de endeudamiento, la falta de seguridad jurídica, y la generalizada corrupción, terminaron por enterrar cualquier esperanza de mejores días para el Ecuador. El Gobierno, renuente a cortar gastos, aceptando finalmente su incapacidad de generar confianza y la imposibilidad de atraer inversión, ha recurrido nuevamente a una pretendida recaudación fiscal con la finalidad de cumplir con el FMI. 

El Gobierno en sí no roba, pero tampoco deja de meter sus tentáculos en los bolsillos de los contribuyentes, una especie de saqueo sutil. La última reforma tributaria, inconstitucionalmente presentada por el Ejecutivo, recibida por el Legislativo en iguales términos, y con la irresponsable anuencia de una Procuradoría llamada a proteger los intereses del Estado y sus ciudadanos, solo confirma que son los mismos sinvergüenzas al aparente servicio del país los que osan delinquir una y otra vez. ¡Pobre país! 

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La institucionalidad democrática de Latinoamérica

Latinoamérica sigue en pañales. Nos lo ha recordado sin tapujos los recientes
eventos alrededor de la vida política venezolana. Los líderes de Unasur han
cacheteado abiertamente al prestigio de la democracia de nuestra región, pues
decidieron primeramente amparar a un compañero de club, marcado por las dudas
de un proceso electoral lleno de denuncias de la oposición venezolana, ofendiendo
innecesariamente la institucionalidad del alma de las democracia: su correcto
sistema y administración electoral.

Lo que ha sucedido en Venezuela, es el peor escenario al que se aspira llegar en una
elección democrática, en un diáfana e incólume democracia. Es que la obscuridad
y el sumarísimo proceso con que se manejó la situación electoral de la República
Bolivariana de Venezuela, la acerca más a ser el perfecto ejemplo de lo que jamás
debe suceder en ninguna sociedad que se considere democrática; donde el ganador
tiene todo el derecho de reclamar para si el triunfo, pero el perdedor, no pierde el
derecho de denunciar irregularidades y pedir sean transparentemente aclaradas.
Venezuela, su Consejo Electoral, su institucionalidad democrática, lamentablemente,
gracias a Tibisay y su imparcial equipo, se ha convertido en el manual perfecto de lo
que se debe realizar para hacer trizas al concepto de trasparencia electoral. No se
podría siquiera definir la palabra democracia, sin tener que precisar primeramente
el significado de trasparencia.

2 comentarios

  1. El Presidente Moreno debió hacer lo que hizo esa guapísima presidente de Croacia: redujo los sueldos de la presidencia y de toda la burocracia A LA MITAD!!!
    Tenía 2 aviones para sus uso y los vendió y cuando asistió al Mundial para ver jugar a su País viajó en avión de linea, pagó el pasaje DE SU BOLSILLO y estuvo APOYANDO A SU EQUIPO en la BARRA!!!

    1. Mi estimado, tenga muy en cuenta que entre la presidente de Croacia y el presidente de Ecuador EXISTE UNA ABISMAL Y TREMENDA DIFERENCIA. Educación , cultura, mentalidad, actitud, honradez, y, cualquier cualidad necesaria para ocupar ese alto cargo, está a miles de años luz de ventaja para esa distinguida DAMA. Por lo tanto tendremos que esperar esos miles de años luz para que recién se pueda aspirar a un remedo de ese comportamiento por parte del representante ecuatoriano. La única oportunidad existente, está en que Diosito Misericordioso con Ecuador le conceda el milagro de otorgarle un CAMBIO CUÁNTICO, y le ponga instantáneamente un cerebro nuevo con una nueva alma y con un verdadero corazón para que se arrepienta de todas las burradas que ha cometido, devuelva lo mal habido por él y por todos los SUCIOLISTOS del siglo XXI que han saqueado a este lindo y productivo País ECUADOR. Todavía me quedan rezagos de credulidad en cosas maravillosas, pero lamentablemente van acompañadas de creencias brutalmente tontas como creer en papá Noel, en la cigüeña, en la virginidad de las «niñas» de la 18 o del Imperio, en la honradez de los políticos, y en la honestidad de los izquierdistas.

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