16 abril, 2024

El odio y la paz

En estos doce días de dolor un sólo hombre con todo su odio destruyó una sociedad entera, todo un país cayó por el odio de Correa: nos enfrentamos unos a otros, devastación. Los bienes de los ecuatorianos fueron asaltados, robados. ¿Por qué permitimos qué nos haya pasado esto? Es una lección dolorosa del poder demoniaco del odio y el veneno ante nuestra pasividad, nuestra indolencia para enfrentarlo en derecho y en el imaginario.

Correa manipuló y organizó la infiltración de delincuentes en las marchas indígenas. Aprovechó de esta situación política para traernos su odio y violencia. La palabra de Correa: odio. Su mirada: odio. Donde pisa y duerme: odio. Correa es el verbo «odiar». Su mente, cerebro, sus conexiones neuronales: odio, venganza. Posee una serpiente polvorosa en el corazón.

De este enfrentamiento tenemos que levantarnos. Ponernos de píe. Correa desbordó toda su capacidad de destrucción. Gastó todos sus recursos en  la ofensiva final de aniquilarnos. Es una montaña de odio. Un océano de miseria y ruindad.

Ahora está la paz. Ya finalizó el paro y todo el país está trabajando. «Salve Oh Patria mil veces oh patria». Nos levantaremos. Que así sea en nombre del amor a la patria y a nuestros valores como ecuatorianos y gente de bien.

Al gobierno y en general a todos nos toca RESTAURAR. Restaurar la confianza mutua uno en el otro y todos a todos. El gobierno debe generar confianza. El nuevo decreto que reemplaza al decreto 883 tiene que apaciguarnos, tranquilizarnos y llamar al trabajo y a la prosperidad. Restauración y paz. Todos debemos calmarnos y aportar a la calma. Hay un solo ganador: El Ecuador querido. Sepultemos al correismo y pensemos en el futuro. Sin cálculos políticos ni cábalas electorales. Hay que restaurar la paz que perdimos y que ahora ha regresado con fuerza y unión.

Celebremos la paz. La paz es el camino de la paz pero la paz no es gratuita. Ahora hay paz, apreciemos esto que tenemos. Hay que cumplir los acuerdos porque el cumplir tiene un significado importante para todas las partes involucradas en esta confrontación. El Sr. Vargas y el Sr. Iza de la Conaie son los nuevos líderes indígenas, esto por un lado y por el otro, Otto sonnenholzner, el vicepresidente, se ha templado en este fuego. Las estrellas se mueven, cae la lluvia y estamos en paz. Bendiciones por la paz.

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La subsidiaridad

Uno de los cinco ejes de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), es la subsidiaridad, que exige que las entidades superiores deleguen con los recursos necesarios para su debida ejecución, muchas de las labores que se deben realizar, es decir, que se les entregue a entidades menores: Gobiernos seccionales, Municipios, etc., el dinero y las delegación de las obras, con la lógica supervisión de las mismas.

“La subsidiaridad está entre las directrices más constantes y características de la DSI. Es imposible promover la dignidad de la persona si no se cuidan la familia, los grupos, las asociaciones, las realidades territoriales locales.” (DSI 185). “Conforme a este principio, todas las sociedades de orden superior deben ponerse en una actitud de ayuda – por tanto de apoyo, promoción, desarrollo – respecto a las menores.” (DSI 186)

3 comentarios

  1. Buenas tardes, con todo el respeto que se merece, no creo que dedicarle un articulo en este medio a este sujeto sea una buena idea, pues esa es la palestra que este individuo quiere y necesita para que los ovejunos sigan creyendo en sus cantos de sirena, mas bien hay que enterrarlo politicamente y para ello lo mejor es no darle ningun espacio y peor hacerle la propaganda gratis.
    atte
    Iván E.

  2. No creo que la delincuencia organizada se quede en paz. No señor. El «proyecto político» quedó ejecutado a medias, el Sr. Moreno debió continuar de acuerdo a las directrices establecidas en los tres volúmenes entregados por el delincuente mayor, afortunadamente no lo hizo, caso contrario estaríamos en una posición muy parecida a Venezuela.
    Si estuviésemos regidos por las leyes de China, Singapur o Corea del Norte, ya habríamos tenido algunos miles de fusilamientos y la Embajada de México no tendría los incómodos huespedes que tiene que soportar.

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