24 abril, 2024

Sociedad enferma

El investigador científico Robert Hare, considerado uno de los pioneros en el estudio de las psicopatías afirma en su famoso libro “snakes in suits” que considera que el 1% de los seres humanos del planeta tienen rasgos psicopáticos, unos más graves que otros. Psiquiatras reconocidos en el Ecuador suelen decir que la cifra puede ser aún mayor y llegar al 2% de la población. Con todo lo anterior deberíamos pensar que si somos diecisiete millones de ecuatorianos, tenemos entre nosotros algo así como entre 170.000 y 300.000 ciudadanos con conductas psicopáticas. Muchos de ellos francamente criminales, y la gran mayoría mimetizados en conductas y comportamientos que los hace pasar desapercibidos en sociedad.

Las redes sociales, la comunicación moderna, han sido determinantes para dejar al descubierto algunas de estas conductas monstruosas. En el Ecuador, ha sido siempre un “secreto a voces” las numerosas agresiones a niños y niñas, que, en el caso de las féminas resultan en embarazos no deseados frutos de la violación sexual de parte de la gente de su entorno familiar… ¡que terrible!, de parte de quienes los cuidan y están llamados a protegerlos, llámense padrastros, hermanastros, padres, madres, tíos, padrinos o vecinos, entre otros, pues las estadísticas muestran indefectiblemente los casos. Las escalofriantes noticias golpean la conciencia social y obligan a los “asambleístas” a pensar en temas, que a más de no darles réditos económicos son como una “papa caliente” por los peligros de ser percibidos como culpables de no enfrentar una lacerante realidad… ¡¡nuestra sociedad está enferma!!

En el diario El Telégrafo, una publicación de mayo del presente año, bajo la autoría de doña Silvia Buendía, nos dice –a propósito de algunas investigaciones televisivas- de que el tema del incesto –que sabemos hace décadas que ocurre en el Ecuador- provoca no sólo embarazos, sino grandes problemas psicológicos familiares porque además, los niños que son producto de las violaciones sexuales a menores de edad, no son aceptados por su madre y la posibilidad de darlo en adopción se complica pues las obsoletas leyes ecuatorianas complican el asunto con interminables y engorrosos trámites que hacen que la temática comentada tenga aristas inhumanas. La información del mencionado diario afirma que entre 2009 y 2016, 17.448 niñas menores de 14 años dieron a luz en los hospitales públicos.

Otra información, ésta vez de Teleamazonas, expresa que organizaciones lideradas por Unicef, con datos de diez años, han encontrado que hay algo así como 40 niñas –de entre 10 a 14 años de edad- que dan a luz cada mes en los hospitales. Estupor, es lo menos que se puede sentir, dolor, inmenso dolor, la sociedad está gravemente enferma y los políticos no se han dado cuenta. Preocupados por otros problemas sociales importantes, han olvidado la primigenia obligación de la sociedad por preservar a sus niños y niñas.

La solución más fácil, la más inmediata, la que intenta dejar tranquila la conciencia de todos, es eliminar al producto de la violación, al niño hijo de la madre menor de edad. ¡Qué fácil!, pensar en eliminar al más indefenso, a quien no puede protestar, y se utilizan las más diversas explicaciones para justificar una ley abortista. ¿Y la madre?, por ser menor de edad no opina… y al hacérsele un aborto por violación… ¿se está protegiendo su bienestar psicológico?. ¿Se consideran las enormes repercusiones en su conciencia cuando crezca por haber eliminado a su hijo?. El pedófilo, el pederasta, el violador –de su entorno familiar-, a veces el abuelo o el padre… ¿a la cárcel?. Se lo analiza, se lo examina para ver sus conductas psicológicas… ¿y si es un psicópata?, ¿lo soltaremos en 5, o 10 años para que su irrefrenable conducta siga haciendo daño a la sociedad?. Según Robert Hare los psicópatas son incurables.

Hasta tanto las escuelas y colegios siguen debiéndonos, los Ministerios de Salud y Educación están perdidos en el espacio, los políticos desactualizados y faltos de reflexiones éticas y gran parte del pueblo preso de su cultura decadente e incapaz de un debate serio y productivo. La prevención, la educación, el planteamiento y desarrollo de políticas en salud deben clarificarnos el horizonte. No lo hacemos. La sociedad está enferma y no hay médico para curarla, no hay medicinas para restablecerla y los diversos órganos del cuerpo social están metastásicamente afectados por la desidia, el desinterés, la ignorancia, la corrupción, entre otros cánceres que amenazan con acabarla más tarde o más temprano… ¿sociedad enferma?

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1 comentario

  1. La mejor manera de combatir cualquier delito es la prevención, para lo cual el Gobierno debe dar EDUCACIÓN DE PRINCIPIOS en todos los medios de Comunicación, sean Radiales, Televisivos durante un tiempo prudente en las horas de mayor audiencia, paralelamente se debe limitar la difusión de material pornográfico y de violencia.

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