28 marzo, 2024

¡Que se vayan a Cuba!

El derecho a la solidaridad de un pueblo termina, cuando el mismo derecho que se reclama lesiona al derecho a la vida de otro pueblo.

Todos somos hermanos latinoamericanos.

El Ecuador es un país amigable y hospitalario.

Sin embargo de esto, hoy vivimos una invasión de venezolanos.

En estadísticas proporcionadas por el gobierno de Colombia, en el año de 2019 ha fallecido un venezolano por día. La mayor parte de ellos lo ha hecho por causas delincuenciales y una pequeña minoría por enfermedad.

En nuestra frontera, específicamente en el puente de Rumichaca, hace pocos días una gran cantidad de venezolanos se tomó físicamente el puente y para que la policía no los desaloje, se acostaron en la calle y pusieron como escudo humano a quienes estaban en sillas de ruedas y a los niños.

Lograron la paralización total del puente, interrumpiendo el flujo humano y el tráfico comercial de la zona.

En el parque que está a la salida de la avenida Narcisa de Jesús, al lado del terminal río Daule que es la estación de la metro vía, todos los días se ven a cientos de venezolanos en carpas al aire libre, utilizando las baterías sanitarias, secando al sol sus calzoncillos y sus calzonarias, tomando un descanso o jugando durante el día, para dormir comunitariamente por la noche.

En el terminal terrestre de nuestra ciudad, hay una avalancha de estos mismos ciudadanos, que atosigan y acosan a todos los viajeros de ese multitudinario centro de tráfico terrestre nacional.

La cantidad de vendedores ambulantes y niños mendigando en el terminal es incontable e imparable.

Nuestro hermoso Malecón 2000, que es un lugar de orgullo para la ciudad de Guayaquil, también está invadido por venezolanos.

En Guayarte la mayor parte de las cajeras o quienes te atienden como saloneros son venezolanos.

Los niños de tres a cinco años, caminan en manada por todo el malecón y han abierto una cadena multitudinaria de mendicidad infantil, como nunca antes se había visto.

Unas calles más hacia el club de la unión, el comercio de la carne masculina y femenina está en su apogeo.

Bajo los semáforos de la ciudad, ha habido verdaderas batallas campales entre los invasores venezolanos y los ecuatorianos informales, que a cuchillo limpio pelean por el derecho a limpiar vidrios de los carros y poder vender botellas de jugos a quienes transitan por sus calles.

Nuestro país tiene una taza de empleo fallido del 1200 %. Es la más alta de Latinoamérica y demuestra que nuestro Ecuador no está preparado para dar trabajo a los propios ecuatorianos y peor puede hacerlo con los venezolanos.

Si Fidel Castro fue el mentor de Hugo Chávez y Chávez fue el mentor de Maduro; entonces… ¡Qué los venezolanos se vayan a Cuba!

Sería mucho más coherente y hasta debería ser patrocinado por el mismo Maduro, que la avalancha desertora migratoria sea dirigida hacia la isla comunista, donde todos serían bien recibidos y pasarían a ser parte del soñado sistema que Maduro quiere imponer en su país y que debería ser recibido con beneplácito y los brazos abiertos por el hermano de Fidel.

Hemos heredado un gravísimo problema social, que perjudica a toda la sociedad ecuatoriana.

Estos extranjeros nos convulsionan, nos quitan el trabajo, nos quitan el pan de la boca y están en una competencia desleal porque son mano de obra más barata que no se tiene que pagar con el básico ni afiliar al IEES.

Esta huida de los venezolanos debería ser dirigida hacia donde se generó su causa, que es el sistema socialista totalitario que nació en Cuba, se exportó a Venezuela y se pretende derrapar a toda América latina.         

 

Artículos relacionados

¡Basta ya!

Entramos al décimo mes del año, Octubre, otro mes de Guayaquil, vamos a celebrarlo con coraje e indignación por lo que le pasa al país, a nuestro querido Ecuador, país rico por sus riquezas naturales, agua y sol abundantes, petróleo, minas y tierra fértil, lamentablemente manejado por un rabioso ser, que no le importa la vida y el futuro de los 13 millones de ecuatorianos que vivimos a lo largo y ancho del territorio nacional, solo prima en él su vanidad personal de poder absoluto, parecería pues que le resulta prioritario el caos y la destrucción de todo aquello que pueda significar desarrollo y progreso que genere prosperidad en base al trabajo bien planificado, firme y honesto al que estamos acostumbrados la mayoría de los ecuatorianos. La corrupción, la mentira y el insulto son el estandarte que hoy se exhibe sin vergüenza desde el palacio de Carondelet.

2 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo en el contenido y en el enfoque–300% de acuerdo —
    Dr. Miguel Palacios,..
    Sería bueno que lo lean los Sres Ministros del gabinete y el Sr. Presidente, y actúen,..
    Tomen decisiones,…Ya llevamos varios meses,..y » hasta cuando, P.Almeida ,..?
    En Navidad va a ser tarde,…

    Saludos, Alfonso Fdez ( Gquil 2/9/2019 )

  2. Me parece un artículo PROPIO DE UN SIQUIATRA que más desequilibrados mentales que los pacientes y clásico de quien funge de la llamada «Junta Cívica» que ha sido y será siempre una cueva de la oligarquía. Es lógico sus opinión de desprecios a la gente pobre que HUYE DEL REGIMEN DEL ESTUPIDO DE MADURO, pero cuyos niños NO MERECEN EL CALIFICATIVO DE «MANADA», pues ellos no tienen la culpa de lo que hacen los gobernantes de Venezuela. Sólo le recuerdo al Dr. Palacios que luego de la crisis monetaria de 1999 en donde los EMPRESARIOS Y BANQUEROS ECUATORIANOS LIGADOS A LA GRAN OLIGARQUIA saquearon el país, llevándose más de OCHO MIL MILLONES DE DOLARES, que ocacionó la estampida de los pobres ecuatorianos hace Estados Unidos, España y VENEZUELA y ningún gobierno venezolano que no era ni Chávez ni Maduro NOS TRATÓ A LOS ECUATORIANOS COMO USTED, CON SU ENFERMIZA XENOFOBIA LO HACE.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×