16 abril, 2024

¿Para qué le sirve a Dios seguir viviendo como Dios?

Hay religiones que no permiten hablar de Dios.

Exigen a quienes profesan su fe, una obediencia ciega por la aceptación sin cuestionamientos de los dogmas de fe.

El dogma se define como la creencia ilógica de una supuesta certeza.

La fe como el creer en algo cuando el sentido común nos dice lo contrario.

Los dogmas son argumentos creados por hombres comunes, para manejar los intereses de las religiones que tienen bajo su cuidado.

Son pensamientos ilógicos que nos hacen creer como lógicos, para tratar de explicarnos aquello que no pueden explicar.

Mediante el manipuleo de la fe, obtienen el poder para controlar a sus fieles.

El creador nos ha otorgado nuestra inteligencia para que la usemos.

La conclusión resultante del enfrentamiento con la duda, es la que fortalece la verdad de aquello que se busca.

El otro día estaba pensando en Dios y se me ocurrió preguntarme:

¿De qué sirve ser Dios?

Me contesté a mí mismo que el todo poderoso debe tener una existencia bastante aburrida.

¡Cómo se divierte Dios?…me pregunté.

¿Con que pasatiempo se puede distraer para salir de su eterna rutina?

¿Qué puede motivar a Dios para ser un Dios superior al que lo ha sido?

¿Que debe hacer para optimizar su desempeño?

¿Cómo puede competir con otro Dios que sea mejor?

El creador carece de la posibilidad de comparar lo que ha creado con otra existencia creada por otro creador.

No puede saber si lo que ha hecho desde que fue hecho ha sido bien hecho y cumplió su cometido.

Me imagino que antes de hacerlo todo, se puso a pensar en lo que quería y como lo debía hacer.

Imagínense lo frustrante que debe ser para el omnisapiente el no poder aprender nada por saberlo todo.

¿Cómo puede instruirse para progresar quién ya lo sabe todo?

¿Qué puede despertar su curiosidad si sabe las respuestas de todas las preguntas?

Siendo omnipotente le está negado el conocimiento de nuevas ideas porque sabe todas las ideas.

¿Cómo Dios puede tener esperanza si solo tiene certezas?

¿Qué misterio puede tener la existencia del que sabe todo lo que ocurrirá antes que ocurra todo?

En la ignorancia del misterio humano está la aventura del vivir…

Si el hacedor decidiera cambiar de lugar a dos planetas, carecería de sentido su decisión porque antes de tomarla ya sabría las consecuencias de esa decisión.

Un conocedor del destino no puede tener ilusiones.

Tampoco tiene que luchar para conseguir un objetivo, porque nada le es imposible.

Todo lo que haga no le costará hacerlo, porque todo puede hacerlo.

No puede tener sueños porque aquello que sueñe lo convertirá en realidad.

Dios no tiene misterios; solo certidumbres.

Ni siquiera puede discrepar con otro Dios porque no tiene otro Dios para discrepar.

Dios es único.

No puede haber dos iguales ni diferentes.

Si fueran iguales serían uno mismo y si son diferentes se destruirían.

Dios es un ser lleno de amor que no puede dar amor a otro Dios.

No tiene con quién compartir lo que ha logrado cómo Dios.

Carece de una compañía de su mismo nivel, para celebrar sus alegrías o consolarse en sus derrotas.

Alguno me dirán que Dios ama de una manera que no podemos entender.

Si eso fuera cierto, el que dice esto sería Dios porque sería el único que podría entender  su manera de amar.

Mucha gente habla en nombre del creador.

Dios no habla; solo escucha.

Eres tú el que debe encontrar sus respuestas.

La relación entre el hombre y Dios solo le compete a su conciencia.

Dios es un Dios para todos…incluso hasta para los que se avergüenzan de él.

Es imposible no encontrar su presencia en lo que nos rodea.

Hasta un ciego puede verlo en todo lo que existe.

Nuestro cuerpo es la prueba tangible de su vigencia.

La coordinación maravillosa de sus funciones, la intrincada complejidad de su estructura, son pruebas fehacientes de la existencia divina.

Debe ser un contrasentido para la ilimitada tolerancia divina, dejar que lo quieran patentar como una franquicia exclusiva de algunas religiones, que dicen tener su exclusividad para representarlo.

Las religiones solo son caminos diferentes del entendimiento humano para llegar al creador.

Muchas doctrinas son excluyentes y segregacionistas.

Hay algunas que afirman que solo quienes profesen su fe; se salvarán.

Hay otras machistas que no admiten mujeres para que sean sacerdotes.

Dios no puede ser masculino ni femenino porque sería excluyente para el sexo opuesto.

El todopoderoso no puede tener una imagen humana, habiendo tantos habitantes en los infinitos universos.

Los que dicen hablar en su nombre, propagan una falacia para lograr una forma de vivir.

No entiendo cómo se hacen imágenes del ser supremo, si nadie lo ha visto ni se ha registrado su figura en ningún testimonio.

Es absurdo ver cómo un pedazo de barro moldeado por el hombre, bendecido por el hombre, pase a ser divino en su nombre.

A mí me obligaron a creer en el purgatorio.

En la misa diaria del colegio me hacían rezar por las pobres y sufridoras almas que pululaban mientras se quejaban de dolor para purificarse en su seno.

Sin embargo, hace pocos años se abolió el purgatorio por un decreto ejecutivo emitido en la sede administrativa de la iglesia.

¿A dónde se fueron las almas del purgatorio?

¿Para qué me hicieron rezar por ellas?

¿A quién le sirvió?

El altísimo jamás habló de cielo, infierno o purgatorio.

Nos han llenado de mitos y fetiches que el omnipresente nunca creó.

Por el miedo a Dios nos controlaban.

Cuando era niño se nos prohibía bañarnos en el mar durante semana santa porque nos convertiríamos en pescados.

Las playas de Salinas se quedaban desoladas mientras las iglesias se encontraban atestadas.

Había que hacer ayuno obligatorio y debíamos hacer múltiples penitencias como ofrendas que demandaba el creador, pero que nunca dijo que lo hagamos, ni pidió.

Todo nos era impuesto a base del temor que nos infundían hacia un Dios castigador que en realidad era un ser de una bondad infinita al que jamás se le podía temer.

Todo tenía como finalidad el poder controlar a la gente a través de su conciencia.

Considero una desfachatez sin nombre cuando se pide dinero a su nombre.

El Omnipotente jamás lo ha hecho.

Todo es un lucrativo negocio para mantener las prebendas de organizaciones llenas de lujo, pompa y protocolo.

El hacedor ha puesto dentro de nosotros sus principios.

La conservación de la vida, la perpetuación de las especies y el no hacer a otros lo que no queremos que nos hagan a nosotros, son las leyes universales que no necesitan ser aprendidas.

El hombre daña todo lo que quiere controlar.

Su sencillez se cambió por la ambición.

El ambicioso no necesita a nadie; solo se necesita a sí mismo.

Para que todo siga igual, es preciso que algo cambie…

Por eso les dije que el hacedor nos había regalado la mente para pensar.

La existencia divina debe ser muy solitaria, dolorosa y tremendamente aburrida.

Soy un libre pensador que busca la razón que tiene Dios para saber de qué le sirve a Dios seguir viviendo como Dios…

 

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