19 abril, 2024

Reformas al código del trabajo (5)

El término de prueba, siempre se lo consideró por un tiempo de 90 días, contados desde el primer dia de trabajo, del trabajador contratado. Una conquista que favorece por igual al Patrono, como al trabajador, ambos pueden, el primero, prescindir del trabajador (el Patrono) y el trabajador puede retirarse del trabajo, sino le gusta la labor que realiza, si le salio una oportunidad mejor, etc.

Ninguna de las partes, tiene que indemnizar a la otra. Cumplido el término de prueba, el contrato se convierte ipso-facto, en definitivo y/o por el término fijado en el contrato entre las partes.

La afiliación del trabajador al IESS, se inicia desde el primer día del trabajo. Esta obligación Patronal, de acuerdo al Código y a la Legislación social, acarrea en muchas ocasiones graves problemas al IESS, por la rotación laboral de trabajadores que se cambiaban de trabajo cada vez y cuando, durante este periodo.

También se prestó para abusos del Patrono, unos, no los afiliaban sino cumplido el Término de Prueba, y ciertos grupos empresariales, rotaban entre sus empresas a los mismos trabajadores, entre ellas, de suerte que un año, en ocasiones, no tenían el contrato laboral definitivo y en otros casos tampoco les aportaban al IESS.

En muchas ocasiones, el propio trabajador le pedía al patrono que NO lo afilie para que no se le descuente su aportación y recibir más dinero por su trabajo.

En mi experiencia de trabajo, como Gerente de Personal, hace muchos años, pude comprobar que en ocasiones, el trabajador se esforzaba en cumplir muy bien en su empeño laboral, hasta que, se conviertía en empleado a tiempo indefinido y su aporte, eficiencia y puntualidad, ya no era la misma que en el término de prueba.

“Escobita nueva barre bien” decían las abuelas. Hoy, casi sin lugar a equivocarme sigue siendo igual.

La Dirigencia laboral, deja mucho que desear, en su desempeño y gozan legalmente, de ciertos privilegios laborales, que en ocasiones abusan.

TRES MESES, como prueba, es un término muy corto para conocer a cabalidad, el expertis, la eficiencia y la eficacia de un trabajador nuevo.

Aun cuando no exista mala fe. En ocasiones el trabajador nuevo, es neutralizado en su eficiencia, por los mismos trabajadores antiguos/as, por cuanto la eficiencia del “nuevo”, les afectaban ante sus patronos, que detectaban a través de sus supervisores, las diferencias en el rendimiento laboral.

Aspectos fácilmente comprobables en la Industria y también en el Comercio, sobre todo en el área de Ventas o de atención al cliente.

En Europa, sobre todo en Alemania el obrero es pro patronal y su sistema laboral, va en relación directa a la mayor producción del obrero en la Industria. A mayor rendimiento, mayor salario y mayores premios, y el valor/hora del salario alemán es uno de los más altos del mundo y su potencial económico como país lo ubica entre los más poderosos, económicamente hablando, en proporción al número de habitantes.

Las fábricas alemanas, inician la jornada a las 7 am y terminan a las 3 p.m. (8 horas diarias), pero tienen 15 minutos en la mañana,(10 a.m.) para tomarse un café (aguado); cada trabajador tiene su cana personal, 1/2 hora para el almuerzo -almuerzo que es dirigido por un Chef titulado-, incluido una comida balanceada, nutritivamente hablando, ¼ de hora para dejar impecablemente su sitio de trabajo y asearse antes de salir, cambiarse su uniforme de trabajo diario y tomar su “PORCHE”, del año. Tareas que les llevan casi una hora más, para retirarse a su casa, previamente haciendo una parada técnica en un bar, para tomarse máximo uno o dos shots, (puro), con un trago de agua o con cola, que es hasta lo permitido por las leyes de tránsito, porque si al alcoholímetro detecta, más alcohol en la sangre que el permitido, las multas son muy altas, pierden puntos en su licencia de manejo, que les es agujereada, con la posibilidad de perder, su licencia deportiva o de cualquier otra categoría, pero, existe el Trabajo Social, con el que recuperan puntos.

La señalización y la semaforización alemana son unas de los mejores del mundo y en sus autopistas, no hay límite de velocidad. Hay que ser un gran volante para utilizar una autopista alemana. Cualquier desliz o imprudencia puede ocasionar un accidente en cadena, hasta de 100 vehículos chocados, en ciertas ocasiones.

Los americanos (USA), tienen un sistema de trabajo similar al alemán, a mayor rendimiento, mayor paga. Las horas pagadas oscilan entre los ocho y 15 dólares, (8 al día), pero las horas extras son horas completas, (no parciales), de suerte que si la fábrica inicia su jornada a las 7 am, puedes ingresar a las 6 am, para ganar la hora extra y con recargo, no sirven las 1/2 horas o las horas incompletas.

Casi, sin lugar a equivocarme, en Europa es igual. Pero, algo muy interesante en el derecho laboral americano y aleman, (éstos últimos lo llaman derecho empresarial), es TRABAJO POR HORAS, FUENTE DE INGRESOS DE LOS JÓVENES ESTUDIANTES DE COLEGIO Y DE LAS UNIVERSIDADES DURANTE LAS VACACIONES UNIVERSITARIAS Y ANTES DEL INGRESO A CLASES EN LOS COLEGIOS NORTEAMERICANOS.

En USA, es clásico el joven colegial repartidor de periódicos en la mañana, entre las 5 y 7 a.m. y en Alemania, el entregador de pan, a las mismas horas. Con lo cual se ayudan en sus gastos diarios y en ocasiones ganan el dinero suficiente para vivir solos o asociados con otros amigos, idem las jóvenes americanas, sobre todo de la clase baja norteamericana y de la clase media alemana.

Alemania es una nación fundamentalmente obrera (80% de la población) y el hijo de obrero, quiere ser obrero como su padre

El sindicalismo americano es muy fuerte gremialmente hablando, pero su formación mental, pro patronal, hace que toda reforma laboral a su favor, discutida con sus patronos, sea económicamente viable, de suerte que la empresa no quiebre, por excesivas demandas laborales.

En la Banca privada norteamericana, (no hay banca pública), la banca privada, generalmente, no quiebra, los que pierden son los accionistas -sus acciones- que pasan a otras manos, que las asumen otros accionistas, para evitar el “default”, (quiebra) y los capitalizan.

Pero, todo ello regulado y supervisado por el Banco de la Reserva Federal, (Una especie de Banco Central, que regula el índice de inflación a base de abaratar o encarecer, vía intereses, (el valor de la moneda) en sus préstamos de liquidez que requiere la Banca privada.

El sistema bancario norteamericano, protege de esa manera a los clientes y por supuesto a los trabajadores del Banco, pués, sólo los directores y máximos ejecutivos, en casos de inminente quiebra, son removidos por los nuevos accionistas (dueños).

En otras ocasiones son absorbidos por otros bancos, a través de las fusiones.

Las FUSIONES en materia bancaria y financiera, están a la orden del día, y también en la comercial, en menor escala.

El Ecuador, en su Legislación societaria, las contempla, pero su eficiencia y eficacia, ha sido mínima, por cuanto, la Dirección Ejecutiva de la empresa fusionada y absorbida, no quiere perder sus canonjías y privilegios que perdería probablemente con la absorción de su empresa en favor de la dirigencia del absorbente y prefería la quiebra empresarial, cuya liquidación (proceso), en ocasiones duraba años, reformado este largo proceso, años atrás, a un año. Si no se concluía el proceso, había un perjuicio para los acreedores, por cuanto su reclamación, en el área civil, era larga y tortuosa.

Volviendo al tema que nos ocupa, el término de prueba debería ampliarse a su año -minimo 6 meses- para que tanto el patrono como el mismo empleado evalúen, su espertiz (Know how) y éste, su nueva situación laboral.

Conozco el caso, cuando ejercí funciones gerenciales en un banco guayaquileño, en el Área de Recursos Humanos, de una joven Economista (recién graduada y con las mejores calificaciones) a quien le hice las pruebas de selección, que es todo un proceso riguroso, y la aprobé como viable para la empresa. Justo, se presentó la necesidad de un puesto de mando medio en la área de Contabilidad y la asigne a dicha área.

La joven, a los dos meses regresó a mi oficina con su renuncia, cosa que me sorprendió e le indague, el porqué de su decisión.

Soltó en llanto, me dijo “Dr. Calderón, he fracasado, me voy, no aguanto un día más”. Conversé con ella, cuando se calmó y llame al Auditor del Banco, le hablé de esta joven economista y me dijo, “mandamela que requiero reforzar el equipo de Auditoría del Banco”.

La chica fue un “hit” en el área de Auditoría. Con los años, se convirtió en Gerente General de dicho banco.
Por esas y muchas otras razones, creo sinceramente que 90 días de “PRUEBA”, es un término muy corto, para una real evaluación del nuevo empleado.

Seis meses a un año, me parece un término más aceptable y justo para ambas partes. Más de un año, peor tres, sería un período exagerado y desalentador para el trabajador, que bien podría cambiarse de trabajo y la empresa perder un empleado eficiente.

¿Ud amigo lector, comparte o no esta extensión del término de prueba?

Uds patrono y/o empleados opinan igual, o consideran que estoy equivocado.

Haganmelo saber. Les quedaré muy agradecido.

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