25 abril, 2024

Cabello y El Aissami detienen a Maduro

Los ciudadanos quieren prosperidad económica, pero no a cambio de una guerra. La batalla comercial con China sobre acceso a mercados, la disputa con Corea del Norte sobre armas de destrucción masiva, el enfrentamiento geopolítico con Irán sobre acceso nuclear, la confrontación estratégica con Rusia sobre materias primas, son los conflictos modernos que los estadounidenses no quieren ver traducidos en enfrentamientos bélicos. Los intereses económicos son parte intrínseca de una globalización política que afecta la producción de commodities, el acceso que consumidores tienen a los productos manufacturados y los costos financieros relacionados a la distribución de los mismos.

Venezuela es la versión moderna de la crisis cubana de los 60. Maduro no es Castro y los intereses no son los de la realpolitik de entonces. Las presiones políticas y económicas impuestas hasta ahora no producen el efecto deseado, pero la situación de aparente indefinición tampoco podrá mantenerse como un de facto status quo. La mafia del narcotráfico ha demostrado su extraordinario alcance, pero el mismo es insignificante al enfrentar el poderío de los Estados Unidos. Maduro vale ya tan poco que no es sujeto de negociación, no así Cabello y El Aissami, para quienes el dictador es tan valioso que preservarlo en el poder se ha vuelto trascendental. Los tiempos se acortan rápidamente y la solución tienes visos extraterritoriales para evitar el uso de contingente estadounidense y cumplir con la máxima de precautelarlos salvo inminente peligro.

 

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Y vendrán por los Twitteros

Un 6 de febrero Emilio Palacio escribió … “El Dictador debería recordar que con el indulto podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente” . Yo, sabiendo que nos gobierna un dictador hubiese sido más cuidadoso, y redactado así; ….” podría llevarlo ante una corte penal asumiendo que se ordenó fuego a discreción…”.

¿Ustedes creen que reemplazando esas palabra por, que sí es afirmativa, por la palabra asumiendo que, que es supositiva, el Dictador, a decir de Palacio, hubiese dado un paso atrás en su firme decisión de “incautar” diario El Universo, con ese disfraz legal que ha utilizado para vergüenza de la República?. Un dictador que se respete usaría la palabra ¡exprópiese! Directamente y sin tapujos, a la usanza de Hugo Chávez que no se molesta en disfrazar las apariencias a la hora de imponer su voluntad.

Este juicio es una mentira. En el fondo y en la forma. Con ese juez peor. Con esa rapidez, más aún. Por esos montos, es desfachatez. Creo que Emilio Palacio en su furia erró y dio la punta de un ovillo para que se desenvuelva un guión que tarde o temprano se iba a dar. El término “prensa corrupta” el presidente Correa lo ha usado a diestra y siniestra, lo ha generalizado y, popularizado de tal manera que palabras más, o palabras menos de Emilio Palacio, la cosa se iba a dar. Estaba en la mira y creo que, más por necio que por valiente, se encuentra en una situación más que cruel.

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