25 abril, 2024

¡Gracias poeta! ¡Gracias!

A María Piedad Romo Leroux; La incansable poeta; en su andar perseguidor de ideales y de sueños/escritora sin fin en cada libro suyo… ¡Destellante!

De su lírica poética han salido los versos lúcidos, en diferentes estilos literarios, hasta los presentes en Sonetos diamantinos, en que, como dice Sonia Manzano en su introito -conjuga el verso con el alma-

Y a esta poeta excepcional, con tantos libros publicados, en cuyos miles de versos ha gritado por la vida y el amor, por el niño y el hombre universal, ansiando siempre la paz del mundo…

Desde el fondo de mi alma de Mujer Maestra le digo ¡Gracias! Por nimbarme de luz en los versos de un poema dedicado a mi persona (Pág. 53); por mi diario bregar presente, entre niños y adolescentes del Colegio Steiner, al que también le otorga un soneto (Pág.54) que lo transcribo aquí “Desde mi trinchera” porque les pertenece a los miles de alumnos que hasta aquí han pasado por sus aulas, como igual a los maestros y más gente que lo ayudan a crecer día a día y que hoy se agiganta con sus versos…  

Al Colegio Steiner

                                                                                      Piedad Rome Leroux

Te reconozco, Steiner de mil modos,

en la palabra honda, en los valores,

en la lumbre llameando entre colores,

te llevo en mí, te reconozco en todos.

 

En la risa impaciente, alborotada,

en el saber con el sentir fundido,

en el canto del arpa, en el sonido,

cual espumeante y suave marejada.

 

Te reconozco Steiner, que has sabido,

reafirmar incansable nuestros pasos,

en la alegría y en la tenacidad.

 

Y estoy enteramente convencida,

que nada puede desatar los lazos,

extinguiendo la luz de tu verdad

.

Por ello y mucho más ¡Gracias poeta! ¡Gracias!

Por la paz del mundo

 

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Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó!

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