25 abril, 2024

Me dijeron niño inmaduro…

El otro día estaba en una situación bastante problemática.

Sin razón alguna y abusando de su autoridad, quisieron detenerme, pero no lo lograron.

Una vez pasado el problema, se lo contaba muerto de risa a una persona y esta me decía: Pero Miki; el problema es que tú eres un niño inmaduro.

Sigues siendo una criatura; no has crecido.

Decía que por mi inmadurez, las cosas me sucedían porque no las tomaba muy en serio.

Me recriminaba que sea más adulto y así pudiera enfrentar las situaciones difíciles con mayor seriedad.

Cuando se fue, me puse a pensar muy en serio lo que dijo.

Concluí que profesionalmente soy maduro, ético y reflexivo.

Mis decisiones son la consecuencia de mis conocimientos y son profundamente pensadas.

Las mismas se efectúan después de valorar las alternativas para enfrentar el problema médico que tenga.

También me puse a revisar mi vida.

Preciso amar desesperadamente.

No puedo vivir sin amor.

Solo expresando lo que siento, le doy sentido a mí existir.

Mi mayor fuerza es la ternura.

Conmoverme y ser sensible son dos de mis mayores fortalezas.

Padezco el incontrolable impulso de tener que acariciar.

De manera impostergable tengo que coger la mano de los niños para protegerlos.

Necesito con desesperación un abraso de los que me quieren.

Con urgencia demando los te quiero de aquellos que amo.

Adoro los atardeceres.

Para vivir necesito amar y al mar.

Me siento parte del universo cuando miro las estrellas.

Cada vez que veo la mía me pongo a soñar.

De mis disquisiciones renace la esperanza de que volveré a estar con los que ya se han ido.

Sé que cuando parta, esperaré en mi estrella a los que se me quedan.

Soy dichoso cuando le saco una sonrisa a un niño.

Me siento satisfecho cuando veo contentos a los míos.

Sublimo mi espíritu cuando escucho el Tannhauser de Wagner.

Río y me sonrío con chuchaqui  chiro, del viejo Napo.

Lloro con cualquier película.

Me encanta chupar naranjas que yo mismo pelo.

Morder ciruelas verdes es uno de los mayores placeres que he tenido.

Un chaulafán del Jun Yep, es un acontecimiento para mí.

Me emociona el apretón sincero de la mano de un amigo.

Un beso tierno en la mejilla, puede ser una razón para alegrarme el día.

Le doy sentido a mi cerebro cuando escribo.

Puede parecer inútil; pero tengo que escribir poemas.

Soy una explosión de sensaciones cuando pinto.

Mientras plasmo los colores se desborda mí pasión.

La felicidad que obtengo cuando ayudo es infinita.

Lo que siento, lo pienso; lo que pienso, lo digo.

No le tengo miedo a ninguna circunstancia.

Lo que a otros les asusta a mí me gusta.

Desconozco la prudencia.

Para existir debo vivir a velocidad vertiginosa.

No siento que subsisto sin tener un sueño.

Me obsesiona conquistar los imposibles.

Es imposible que deje de reír.

Debo bromear constantemente; los que me rodean siempre están riendo por las cosas que les digo.

La vida es demasiado seria para tomarla en serio.

Soy muy informal; vivo esclavo de la sencillez que me domina.

No hay mejor manera de portarme bien, que seguirlo haciendo como soy.

Redescubro al amor cada vez que abrazo a un nieto.

Cuando me besa mi princesa, se lo que se siente cuando estás con Dios.

Adoro andar con los hijos de mis hijas.

Acompañarlos es el mejor empleo que he tenido.

Cuando duermo con ellos, me emociono tanto que no puedo dormir.

Definitivamente soy un niño.

Me importan más la risa, la prisa y el amor; que todo lo importante…

 

Artículos relacionados

Requiéscat in Pace

No puedo estar de acuerdo con tus ideas, pero defendería, con mi vida, tu derecho a expresarlas. Francoise-Marie Arouet (Voltaire) El fraude en marcha en la consulta popular nos revela que estamos […]

Homenaje a Gustavo Cerati. La campana

Cerati sigue estable y sin cambios neurológicos a casi un año de su accidente

Acaricio la campana y empiezo a escuchar el despertar de su silencio. El sonido son los latidos de su corazón. Su cantar pausado, continuo y rítmico sale de su boca abierta a la vida que da a conocer su presencia. La campana siempre es campana: avisa, enciende, revela, convoca, despierta, acompaña, abraza, suelta todo lo que se ha guardado, no deposita nada, da, entrega todo lo que es y no espera nada a cambio. Sólo ser campana, campana para cantar, campana para la vida.

La campana me anuncia que mientras la tengo en mis manos está conmigo, cuando la dejo en el rincón, duerme su vida olvidada. La campana es la cenicienta de los cuentos de hadas: duerme el sueño de vivir y vive la retumbar de estar despierta. Para despertar necesita ayuda, sola no puede despertarse, ¡pobre campana echada en un rincón o colocada en lo alto de la torre pendiente de la soga de quien se acuerde de tocarla! Sola en la esquina es el recuerdo de que puedo alcanzar pero puesta en manos es la alegría de ser campana y soltar maravillosamente sus dones, su vibrante cantar. Sonando es la alegría de ser campana, tirada en el piso es el olvidar que estamos vivos para ser fuego y tierra, bronce y circulo, agua y cebras corriendo sobre la selva virgen de los deseos.

1 comentario

  1. YO TAMBIÉN. QUIERO SEGUIR SIENDO INMADURA PARA LOS CÁNONES DE ESTA SOCIEDAD. NO ME ASUSTA DECIR LO QUE PIENSO Y DESBORDARME EN MIS AFECTOS PARA MIS NIETOS, MI DEBILIDAD.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×