Quiero partir de un razonamiento ya expresado en anteriores entregas: los aprendizajes que desarrollamos en el transcurso de la vida tienen muchos mediadores a veces no contemplados por quienes hablan de educación y por supuesto tampoco por los naturales guías, dígase los padres de familia y los tutores en la escuela o colegio. Sin embargo, el internet, la televisión, los amigos(as), los abuelos, el celular, la Iglesia, la radio, revistas, las canciones populares, etc, etc, compiten en una suerte de constante estimulo con quienes tradicionalmente han sido la base fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje y determinan resultados, en ocasiones, nada halagadores…
Todos estos “mediadores de aprendizajes” no son malos per-se, pero tampoco puede etiquetárselos como buenos del todo. Su eficiencia y efectividad puede notarse en detalles como… los cambios de conducta de los chicos, la práctica de hábitos ajenos a nuestra Cultura, el acercamiento o el rechazo a determinado tipo de gente o de grupos…