29 marzo, 2024

La mujer en la Política

“Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo, por la situación social política de las mujeres” – Domingo Sarmiento

Cuando se habla del destino de un pueblo. Intrínsecamente se habla de la política del mismo, lo que significa, que todo ciudadano, tanto varón como mujer, tiene el deber de intervenir en ella. Partiendo del más simple concepto de política como “el arte de gobernar a su pueblo”, y en países democráticos se gobierna no solo elegido, sino también eligiendo.

La mujer, centro vital de la sociedad, tiene el deber imprescindible de conocer no solo los problemas femeniles, sino también los problemas políticos nacionales, porque de su determinación depende la vida del núcleo social que ella rige, y como factor determinante de las necesidades y aspiraciones del mismo, deberá estar muy atenta a todos los peligros que la acechan.

Nunca más que ahora, debe la mujer estar alerta, cuando la dimensión humana del hombre se ensombrece; cuando se cree que los cambios que enfrenta el mundo requieren la eliminación de los valores morales y culturales, valores que tienen su primer asidero en la familia.

La mujer, como en todas las épocas, es la primera que se ha de revelar ante políticas que llevan a su pueblo a la desintegración de estos valores, nadie mas que ella, para sentirlo en carne propia; cuando sus hijos la renuncian como madre, cuando siente que a sus hijos les matan el alma enseñándoles a odiar lo bueno de la vida y aun a sus propios hermanos.

Cuando políticos alucinados, sedientos de poder, manipulan la violencia y la crueldad de los hombres y los inmolan haciéndoles protagonistas y víctimas de guerras y guerrillas.

Si la política mueve la vida de un Estado, si de ella depende el pan, el trabajo, la educación de las familias, ¿Por qué la mujer no ha de participar en ella? Y su participación deberá ser activa para que sea válida, ya no sólo como guía, sino como ciudadana; siendo, como tal, un deber el ejercicio del derecho jurídico político del sufragio, elemento substancial de la libertada de los pueblos.

Mas, este ejercicio implica elegir gobiernos que respondan a sus necesidades y aspiraciones, que son las de todos los conglomerados humanos que ella rige: familia, escuela, caserío, barrio, ciudad, nación, para darles la felicidad dentro de un sistema político social, que asegure la paz y la justicia, con el respeto y la libertad como derechos inalienables.

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1 comentario

  1. Los derechos nunca se los debe de ver como algo que se adquiere por medio de las leyes, ya que en realidad lo que se enmarca con ellas ,es el espacio legal con el que el estado actúa como administrador de la cosa pública. Los derechos entonces, vistos de esa manera, son inalienables y nacen con el hombre aun antes que la sociedad. El estado ,cuando se forma, adquiere de los hombres ciertos derechos que estos pierden como individuos aunque los mantienen como ciudadanos. Así, entonces, lo que el estado ( por su naturaleza organizadora y controladora) toma de los hombres ( algunos de sus derechos) los convierte en leyes para el beneficio general. Algún jurista puede decir que esto es una cantinflada y una opinión sin ningún mérito o asidero real. Para mi, que solo veo y acepto al estado ( sin ser ácrata) como un “ mal necesario” no puedo dejar de asustarme por la respuestas de los partidos a los problemas nacionales , los cuales para ellos todo pasa por el estado.

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