19 abril, 2024

Narco-Gobiernos

Los testimonios en el juicio del Chapo han reafirmado la sospecha generalizada de que en México el gobierno se encuentra infectado en todos sus niveles

Artículos relacionados

¿Oligarcas guayaquileños o personas de éxito? – Cuarta Parte

Hacer empresa privada en Guayaquil ha sido difícil desde siempre, por la crónica inestabilidad económica y política. Lo sigue siendo en el siglo XXI. A este mal enraizado se agrega el ataque frecuente a la gran empresa. La célebre expresión de Winston Churchill sobre la empresa privada se refleja en la forma como son vistos los empresarios guayaquileños: “Unos ven a la empresa privada como si fuera un tigre depredador que hay que matar. Otros la ven como vaca lechera que hay que ordeñarla”

La falta de aprecio por el trabajo de los grandes empresarios es un fenómeno que comenzó explosivamente después de los años veinte del siglo pasado. Prueba de la afirmación es la opinión, anterior a ese período, del periodista Manuel J. Calle, uno de los más importantes de su época, sobre Amalio Puga, gran hacendado y exportador de cacao. Calle en su serie de artículos Charlas, publicados en los periódicos guayaquileños El Guante y El Grito del Pueblo, entre 1911 y 1918, se expresó de Puga en los siguientes términos: “Nos vamos a quedar sin el apreciabilísimo señor Puga como Intendente de la Policía guayaquileña, lo cual será una verdadera lástima, dados el profundo aprecio y los grandes motivos de gratitud que esta libre y benemérita sociedad tiene o debe tener para con el expresado caballero…”. Cuando Puga fue conminado a pagar 150,000 sucres al Ministerio de Hacienda, lo defendió ardorosamente: “…somos de opinión de que es más que probable que el señor Puga no deba nada al Fisco en el concepto enunciado por el periódico quiteño. Era el régimen que infamaba a sus servidores sin concederle la participación en la forma debida, ya que les empujaba a la calle con miserias y un mundo de responsabilidades encima”. Calle se refiere a que Puga era víctima de represalias políticas por haber sido Ministro de Hacienda en la Presidencia de Alfaro. Puga fue otro empresario que acumuló fortuna por sus propios méritos, sus haciendas llegaron a tener plantaciones de cacao cuya producción se encontraba entre las más grandes de Ecuador. Pero como le sucedió a los demás grandes productores, las epidemias de cacao, liquidaron su fortuna y su apellido se sumó a los tantos desaparecidos del mundo de los grandes empresarios guayaquileños.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×