19 abril, 2024

Crimen y Castigo

No es la novela de Dostoyevski, esta historia ocurre en el Ecuador, donde debe calar hasta la médula el que no pueda existir crimen sin castigo, pero, acompañado de la reparación del daño causado mediante medidas que mitiguen de manera justa el flagelo recibido. Es imprescindible resarcir los perjuicios perpetrados en la década pasada, ejecutados bajo la sombra de un aparataje administrativo y judicial que torcía la aplicación de leyes para satisfacer al Ejecutivo.

Entre las víctimas tenemos jueces destituidos so pretexto del error inexcusable, por no cumplir los designios del caudillo. Algunos de ellos terminaron hasta con órdenes de prisión por haber fallado en justicia, pero contrario a los intereses del Ejecutivo. A ellos se suman políticos, miembros de las Fuerzas Armadas, profesores, dirigentes gremiales, periodistas, activistas sociales, empresas perseguidas y saqueadas, porque simplemente las consideraron útiles a su oscura causa.

Sin embargo, la gran víctima ha sido nuestro país, que ha sufrido el despilfarro de sus arcas, con contratos a dedo, sobreprecios, coimas, entre otros hechos que están en investigación.

Es un insulto a los ecuatorianos admitir que reos donen al hijito menor de edad sus “bienes”, para evadir la justicia. Esto es inconcebible e intolerable.

Asambleístas, tengan vergüenza, aprueben de manera urgente la ley de extinción de dominio, incorporando la opinión de expertos y académicos, para que no les vaya a salir un mamotreto inconstitucional que permita que los corruptos sigan “donando” sus bienes para burlar la justicia.

Basta ya de tanta infamia, exigimos reparación. Aplicar justicia no es simplemente determinar responsables y culpables, sino resarcir o compensar el daño causado, para que su efecto logre dar a la víctima una sensación positiva y contraria a la que experimentó, cuando fue agredida.

Por otro lado, el agresor debe recibir su castigo en proporción al daño infligido y no con sentencias tibias y ridículas que no guardan relación con el tamaño de los crímenes y delitos cometidos.

 

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Decía Bernard Shaw que todos tenemos una hora diaria de idiotez y que no sobrepasarse de ese tope era una demostración de sabiduría. Se creía también que todos nacemos ignorantes y vulgares por igual ( en el real sentido de la expresión) y que el tiempo se encarga de modelarnos, mejorándonos o devastándonos.

Hoy se piensa, sin embargo, que unos nacemos para ser rubios o trigueños, débiles o fuertes, valerosos o cobardes , prudentes o desorbitados : la genética molecular y el campo del genoma humano hicieron su fantástica aparición. Y que a ello se deba que seres generosamente favorecidos por una educación sobresaliente en ciertas materias, no puedan evitar ser nulos en otras.

2 comentarios

  1. Tiene razón Dra., pero si se cambia la ley después de cometido el delito( por que ellos se blindaron en todo lo posible) no es acaso anaplicable para los delitos cometidos antes de que se pase la nueva? Puede que haya excepciones a la ley y , por eso es que precisamente pregunto, Podría Ud. Aclararlo? Buen día Dra.

  2. Excelente artículo Dra. Le felicito. Así es el determinar la aplicación de justicia no es sólo reparar el daño, no, y cómo? Sino como usted dice Dra es asegurar a la víctima de una sensación positiva y contraria a la q experimento cuando fue agredida»».

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