28 marzo, 2024

Vox populi, vox Dei

Reza un aforismo latino “Vox populi, vox Dei” (La voz del pueblo es la voz de Dios); pero observando la situación general nacional, llego a la conclusión que aún no hay la suficiente articulación para que el pueblo demande cambios, cuando el gobierno dispone medidas que atenten contra sus intereses.

El pueblo somos todos los sectores, ciudadanos, empresas, sector público y no solo “las personas de a pie”, como lo llaman ciertos políticos.

Prudencia, conciencia y cuidado, es lo que ciertos políticos deberían tener con las medidas y acciones que toman, pues más temprano que tarde el pueblo les pasará factura por esos impuestos y contribuciones especiales descabelladas que nos imponen, por esos endeudamientos excesivos, por tanta impunidad y por tanto defensor a ultranza de inculpados en latrocinios contra las arcas fiscales. ¡Qué cara de palo tienen algunos! es más que evidente lo que ha pasado con los recursos de nuestro país y aún así, se atreven arropados bajo el mal llamado “espíritu de cuerpo”, defender a toda costa a sus correligionarios, sin que les importe la gravedad de sus delitos.

Si el pueblo tuviera la voz que debería, ya estuvieran todos en la cárcel, sin tanto circo de por medio. Es increíble a donde hemos llegado; saquean y adoptan posturas de víctima afligida, cuando les toca la hora de responder. La decisión del pueblo debe ser respetada y tienen que implementar los mecanismos necesarios para que puedan expresarla libre y de manera contundente y eso se llama: Consulta Popular. Los políticos saben que el pueblo está luchando su propia batalla día a día y no tiene el tiempo para perseguirlos y evitar que le metan un zarpazo al menor descuido, pues para perseguir esos delitos, deberían estar los fiscales.

El sistema de asedio que se armó en la década pasada, para tener sumiso al pueblo, mientras por la puerta trasera lo desplumaban, acabó.

Los gobernantes deben entender que el poder no es eterno, que solo cumplen temporalmente un mandato, que de ninguna manera se puede transformar en endoso indefinido del poder absoluto.

 

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Sólo Sinverüenzas

¿Fin de la partidocracia? ¿No más escándalos? ¿Una forma distinta de hacer política? ¿Honestidad en los planteamientos? ¿Ya no más muñecas de trapo? ¿Ya no más destape de mochilas? Por fin, un amanecer no vocinglero de politiquería barata para Ecuador… Pero… ¿En cambio qué? Un simple borra y va de nuevo. Gritos. Amenazas. Inculpaciones de doble sentido. “Que tu eres, pero no pareces…! Que yo soy, pero tu no lo crees…! Que tus parientes son…, pero me reservo los nombres…! Quítate la inmunidad y te demuestro que no vales nada…!”. Cambalache, el tango escrito por Enrique Santos Descepolo a comienzo del siglo XX, y prohibido en las dictaduras por la rasquiña que les causa, todavía puede ser cantado a capela, y suena muy bien… Eso de que “el que no llora no mama, y el que no afana es un gil…” y lo otro, que con tanta porquería no hay más que decir, “qué falta de respeto, qué atropello a la razón…!”. Increíble musicalidad. Bien podría la Asamblea corearlo cada vez que inicie una sesión y alce las manos. Pues “todo es igual, nada es mejor”.

Es que por defecto, la Asamblea actual ya no representa al pueblo. Utiliza los votos recibidos a su favor, en una democracia clientelar de papel, como protección para sus aberraciones personales. Esto la desnaturaliza. Ha dejado de ser legítima en su presencia política. Tantas cosas por fiscalizar! Tanto robo a mansalva en plenas narices de los ecuatorianos! Tanta mentira encubierta para soslayar el doble discurso de oferta y no cumplimiento! ¿Resultados? Saqueos de bolsillos. Saqueos de principios. Saqueos de conciencia. ¿Hay otra manera de calificar a esta Asamblea? Sólo SINVERGUENZAS!

1 comentario

  1. Sra Acosta, cuando Ud. Se refiere al “ pueblo” y explica que somos todos los ciudadanos y no solo los de apuestas, sin querer( estoy seguro) le hace el juego a la izquierda, del cual Moreno es ahora su cabeza más visible. La izquierda se apodera no solo de las economías de los paises donde logra hacerse del poder, también se apropia de ciertos vocablos cambiándoles el sentido y despojándolos de sus significado histórico.. “El Pueblo” ya no está formado por todas las clases, no, ahora son solo los de apie,los que comen con cuchara y muy pocas veces usan corbata., el resto son pelucones, unos mas que otros , pero pelucones al fin. Yo creo que sería más claro y incluyente llámarnos ciudadanos y ya, creo , más completo más real. Un saludo.

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