18 abril, 2024

¿Ideología de qué? ¿La excepción como norma?

Emulando el mensaje del presidente Moreno de que “cualquier pendejada es una revolución”. Y que “deslumbra a un Pueblo inculto, mientras la dictadura dura de Correa, y la amable de Moreno, siguen intactas sin desmontar el ilegal-totalitarismo sobre  todos los poderes e instituciones del estado y el irrespeto a la Constitución”. La inconsulta no incluye la derogación de la Ley Mordaza a la Prensa y casi nadie reclama al respecto. Tampoco, la ley de los grupos-armados-civiles y guardia-pretoriana del responsable de la década perdida y robada de la Patria, la restitución de la Autonomía Universitaria, la eliminación de la ideologización-totalitaria en la educación pública y privada, que la ha politizado mermando su calidad y ha afectado a la decencia y docencia de los maestros con denuncias de corrupción y hechos de agresión sexual a los alumnos, etc. ¿Qué está pasando?, Sonia X. Maruri, El Comercio: Pienso que desde que “alguien” dijo que cualquiera puede ser profesor, que presenten sus carpetas y que se les dará un curso de tres meses suficientes para entrar a las filas del Magisterio se dio paso a que gente sin la ética y la mística que se requiere para ser maestro ocupe estos cargos desgraciando la vida de quienes se supone son el futuro de la patria”.         

Sumado al desaguisado en contra de la Familia Ecuatoriana, pretendiendo otra vez: “Hacer que la excepción sea regla, cualquier tontería una ideología, cualquier absurdo una ley, cualquier robolución una revolución, cualquier individuo un profesor, cualquier mafia un gobierno, etc.” Respetando y defendiendo el derecho a pensar libremente por aquellos que “impulsan y defienden la Ideología de Género con  asambleístas que llegaron a sus curules con denuncias de fraude y como dios tienen a su líder y como familia a su partido.” Varios son profusos defensores de semejante contrasentido. Ese mismo derecho tenemos aquellos que no estamos de acuerdo y rechazamos la “mentada ideología por considerarla contraria a nuestros principios morales, éticos, religiosos, constitucionales y por sobre todo, el derecho que tienen los padres a educar a sus hijos tanto en lo familiar (el hogar) y en lo social (a elegir para sus hijos las instituciones públicas o privadas que les proporcione una educación acorde a sus convicciones), de acuerdo a su potestad de progenitores”.

Ahora, existe una legislación que cuestiona la misión de padres y maestros, se han inventado unos “derechos-chuecos” que por ejemplo, los hijos son libres de hacer lo que quieren y los padres no les pueden topar (no soy partidario de la violencia y soy contrario al arcaico y colonial concepto de que la letra con sangre entra, ya sea en el hogar y con mayor razón en la escuela). Sin embargo, si a un hijo se le pide que no encienda fuego porque es peligroso para él y para la casa, “y se le explica y pide por tres veces”, ¿a la cuarta, qué es mejor? ¿Darle una nalgada? ¿O esperar a que prenda fuego, se queme él y lo que está a su alrededor?

Todos los ciudadanos según la Constitución, pueden pensar y opinar libremente en todos los medios y formas aceptas por la sociedad. Art. 66, numeral 6 y lo consagrado en los Tratados Internacionales.

Muy a pesar de esto, a los pastores (a uno le quitaron ilegalmente sus derechos políticos), y sacerdotes que defienden los derechos y libertades según el Evangelio y la condición y dignidad humana, “les dicen metidos y politiqueros.” Sin embargo, cuando hablan a favor de su socialismo-anacrónico-esclavista, “les homenajean como en Centro América.” El colectivo Diabluma cercano al régimen-correista, se atrevió en su momento a blasfemar sobre la fe y nuestro Señor Jesucristo. Con portada en la revista El Diablo con auspicio del Ministerio de Cultura, en nombre de la libertad de expresión entendida como exclusiva de ellos. Pero, cuando los ciudadanos creyentes, los pastores, los sacerdotes y obispos rechazan sus expresiones y pretensiones, se activa la injusticia chueca del país. En 2012, similar al slogan de ¡Con mis hijos no te metas!, escribí a la prensa una carta ¡No se metan con Dios y sus hijos!, que señalaba: “En un prestigioso colegio católico, atónito escuche que, hay que respetar cualquier inclinación sexual de sus alumnos, porque lo dispone la ley so pena de su clausura. Tamaño contrapuesto a su misión de educar según la Palabra de Dios. Autoridades y padres de familia católicos y cristianos, con la obligación de unirse y defender la educación según el Evangelio y el respeto a sus recintos. ¡No defender las enseñanzas de Jesús, es negarlo!” Todas las Escrituras Sagradas de Dios Padre, sean budistas, mahometanos, hindúes, cristianos, judíos, etc.; con miles de millones de seguidores, según su idiosincrasia, costumbres y cultura:

“Fundamentan y consagran a la Familia compuesta por hombre (esposo), y mujer (esposa), más los hijos que procreen. La Ley de Dios está por sobre la de los seres humanos. La ley de los seres humanos no puede estar por sobre la del Creador. Uno de los mandamientos es, honra a tu padre (masculino), y a tu madre (femenino), para que tus días se alarguen en la tierra que Yahveh tu Dios te da”.

Aunque ahora, ocurra lo contrario-robolucionariamente, por ejemplo, la Carta Magna, el Estado y el Pueblo son violentados por leyes y actos ilegítimos. Los hijos cada vez respetan menos a sus padres, etc. No soy machista ni feminista y critico la tara mundial del machismo que desmerece y esclaviza a la mujer, Dios creo a ambos sabiamente como complemento. Como el día y la noche, el Sol y la Luna, el agua y la tierra, el fuego y el viento, el brazo derecho y el izquierdo, etc.

“Las leyes de los seres humanos se inspiran en la de Dios y las Leyes Naturales, el Arquitecto del Universo nos  ha dejado en libertad de creer o no en Él y confiando la administración del mundo”.

La mujer y el hombre son los peldaños más altos de la Creación, amos y señores de cuanto los rodea regalado por el Creador. Pero, no significa que aun con estas prerrogativas, “hombre y mujer puedan hacer lo que les da la gana”. Deben dar cuenta de sus actos y consecuencias: “A Dios, a sí mismo, al prójimo y  la Pachamama”. “En la familia y la comunidad mis derechos terminan en el punto o línea que empiezan los derechos de los demás”. Mi maestro de yoga, dice: “Si todos cumplieran sus deberes, nadie tendría que reclamar por sus derechos”. El problema es que, en occidente con el modernismo, liberalismo y revolucionismo, sólo reclamamos o nos inventamos derechos. El célebre príncipe Buda, nacido en India y que abandonó su reino para servir a Dios, de gran renombre en China y otros países asiáticos por su huella pastoral,  dijo:

“Labro, siembro y cultivo y de esta labranza y siembra, cosecho el fruto de la inmortalidad. Mi terreno es la religión o fe, las malas hierbas que elimino son las pasiones, mi arado es la sabiduría y mi semilla es la pureza  o verdad.”

Nos hemos vuelto una sociedad hueca y apocalíptica, proclive a aceptar cualquier cosa,  cualquier invento, cualquier pendejada; porque nos alejamos de la Familia, de los principios espirituales, religiosos, morales y éticos. Hemos dado paso al modernismo, esnobismo, al poder de don dinero, al liberalismo, las súper drogas con terribles afectaciones para quienes las consumen y el calvario que significa para sus familias, etc. Respeto a quienes según su potestad no creen en Dios, ciudadanos con principios morales y  democráticos. Conozco dos buenos amigos de izquierda, un abogado y un doctor  en filosofía, que respetan la Vida, la Familia y la Naturaleza; me atrevo a decir que están más próximos al Arquitecto del Universo que varios creyentes. El primero me comentaba que tenía un pastor como gran amigo y el segundo, que su mejor amigo fue un sacerdote jesuita. El novelista y poeta estadounidense Paul Auster, dice:

“Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión.”

Evitaría a quienes no tienen principios, que viven sin Dios y sin ley. “Los ciudadanos somos libres de escoger nuestras amistades, nadie puede obligar a las personas relacionarse con quienes no desean mediante una ley espuria”. El Universo fue creado bajo ciertos códigos (nos guste o no), y los seres humanos por sentido común deben vivir bajo leyes que armonicen y respeten su convivencia pacífica y armónica salvaguardando el bien común. Imaginemos un tránsito sin normas y semáforos, sería un caos total. Una chacra sin sacar la mala yerba que mata los sembríos, no tendríamos alimentos, etc. El día jamás puede transformarse en noche y la noche en día, si fuese sólo de noche o de día, la vida sería imposible.  

Es una aberración suponer como ley la posibilidad de que dos personas del mismo sexo se casen bajo la religión, de que puedan adoptar niños y ¿a cuál de ellos llamará como papá o mamá o señalará a ambos papás o mamás? Un despropósito que supondría la eliminación del género masculino y femenino por el de una sexualidad liberada y promiscua a elección de niños y jóvenes, paradójicamente “en mujeres (género femenino) hombres (género masculino)”: de mujeres heterosexuales, mujeres homosexuales, hombres heterosexuales, hombres homosexuales y bisexuales (o transexuales)”. Incluso de ser del caso de ninguna sexualidad (José Gil Llorca). Donde a pretexto de defender derechos de la mujer, esconden soterrados intereses sobre sexo y/o género. “Desdicen del privilegio sagrado de ser mujer, esposa y madre por siempre desde su nacimiento, la concepción, la gestación, el alumbramiento y toda la vida de sus retoños; se dice que aún desde el cielo cuidan a sus hijos”. Mezcolanza y exabrupto que se pretendería imponer en las escuelas, colegios y universidades públicas o privadas del país “al todo vale”, no se puede meter a todos en el mismo saco, es promiscuo. Una cosa es libertad y otra, libertinaje. Cabe resaltar que, la Constitución reconoce a mujeres y hombres, madres y padres. Respeto y no discriminación por su sexualidad, que debe ser entendida para “todos y todas”; aquellos que creen en mujer y hombre, y quienes escogen otras inclinaciones de género. 

Vivimos tiempos donde el libertinaje es confundido con liberación, el conservadorismo de las buenas costumbres y principios como retrógrado, creemos que podemos hacer lo que sea aún en contra de la paciencia y amor de Dios. Sodoma y Gomorra lo hicieron y terminaron pulverizadas de la faz de la Tierra. Los anticristos, mesías, adivinos y cuenteros pululan por doquier. La vida en Familia y Comunidad  respetuosa con el regalo de la Naturaleza, son cosas del pasado y es una pena que no luchemos por aquello. Defiendo el derecho a criar a nuestros hijos según nuestros principios y convicciones, a que nuestros hijos lo hagan con los suyos… a la Familia de Dios, pilar de una sociedad sana, respetuosa, libre y democrática. ¿El día de mañana les vamos a decir a nuestros hijos, qué fuimos incapaces de luchar por nuestros ideales y derechos, por ellos, por la Familia, por la Vida y la Naturaleza y un mundo digno y habitable?

Juan Carlos Cobo Rueda

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