Estamos aquí esta mañana ante el lábaro patrio–que en sí es una tela de colores- mas lo intrínseco, es lo que simboliza, como todas las banderas de las patrias del mundo. Esta, la tricolor: amarillo, azul y rojo, representa a nuestra patria Ecuador.
Y es que éste no es el símbolo de alguna deidad en particular. Deidades que como Colegio laico, las respetamos todas.
Este tricolor es el símbolo cívico oficial de la Patria ecuatoriana en la qué y por la qué, tenemos deberes y derechos que cumplir, todos los que vivimos dentro de sus linderos -tanto nacionales como extranjeros- de una u otra religión o ideología política.
Haciendo realidad esa expresión cívica-filosófica, que Olmedo la escribiera en el “Alfabeto para un niño” Por cuya letra A, de amor, reseña:
–Amor de Patria comprende, cuanto el hombre debe amar: Su Dios-ahí están las creencias y religión de cada uno. Sus leyes- que son los mandatos civiles que rigen a todos los que viven en su suelo, tanto nacionales o extranjeros. Su hogar-el sostén sagrado del hombre formado por su familia y el Honor que lo defiende, -ese honor que lo hace digno por cumplidor de los deberes y derechos-
Y es que eso es Patria, por la que todos tenemos que ser dignos de ella: desde como hijos, estudiantes, profesionales y en todos los ámbitos sociales o políticos, en que nos toque actuar.
Y con ello su símbolo –la bandera- ¿Quién estando fuera o dentro de su Patria, no ha experimentado la alegría al verla flamear?, o tristeza, al no encontrarla, como dice el poema que han declamado hoy sus compañeros y que parangonando puedo decir -Yo sé bien, lo que se siente, cuando andando por naciones extranjeras ha observado entre un bosque de banderas, la que amó toda su vida; en nuestro caso, la bandera tricolor-
Como internacionalista, desde muchos años, he sentido a mi Patria, viendo flamear nuestra bandera en todos los lugares donde fui y todavía voy: En las jurisdicciones de la ONU, desde su principal en Nueva York, Viena, Ginebra, Nairobi, Centro y Sur América: México, Costa Rica, Perú, Brasil, Uruguay, Argentina, y también en el Congreso de Israel y la Unión Soviética.
Hace dos años tuve el honor de portarla en Córdoba- Argentina, en el desfile del IV Congreso Universal de escritores de Hispanoamérica y ponerla en el solio, entre otras banderas del mundo, como símbolo de nuestra Patria ecuatoriana; que es como hoy le rendimos homenaje: en manos del Abanderado del pabellón nacional, alumno Gabriel Moreira Salazar, acompañado de la bandera que representa la ciudad de Guayaquil portada por Samantha Chaw Naranjo y la de este Recinto educativo -El Steiner- en manos de Valeria Reina Vanegas.
Alumnos portadores de ellas y sus escoltas, a quienes van nuestras más grandes felicitaciones.
Deseando, al mismo tiempo, que el juramento que han hecho todos ustedes, alumnos del Tercero de Bachillerato-Promoción XVIII del Plantel- sea el compromiso que han de cumplir en su vida, como ciudadanos de la Patria ecuatoriana y el mundo.
Y que hoy, con ustedes estudiantes del Steiner, invito a todos los presentes; a ponernos de pie, para que “el minuto de silencio” en honor a nuestra bandera, lo compartamos juntos, elevando nuestra nota de pesar por la tragedia telúrica de terremotos y huracanes que azotan a nuestros hermanos de México y otros países de Centro y Norteamérica:
Para que la calma que siempre viene después de las tormentas, llegue pronto a estos pueblos.
Y sus hijos ¡Se levanten! ¡Mirando nuevamente al sol!
