24 abril, 2024

Las mujeres…

Son la sonora sinfonía de una música sin tiempo que sosiega todo el percibir de lo existido.

Su presencia es la tangible prueba del propósito divino para dar sentido a lo vivido.

Por ellas; la razón se cunde de razones.

Son confiables y sacrificadas.

Hacen todo con abnegación; se involucran con desprendimiento en cualquier tarea.

Son regidas por la inteligencia de su corazón.

Sus sentimientos son fundidos a una capacidad de entrega superior.

Constituyen la perfección devenida del supremo orden.

Son lo trascendental del universo; la divinidad de todo lo creado.

Cada detalle de su cuerpo es un poema.

Huelen bien; saben bien.

Son los seres más hermosos de todo lo existente.

Quizás piensen que exagero.

A lo mejor dirán que blasfemo cuando engalano a la mujer con un halo de deidad.

No es así…

El mismo hacedor que pudo crear todo; cuando tomó la decisión de concebir a quién sería su madre, no dudó ni un solo instante en la creación de una mujer…

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