24 abril, 2024

La NASA mientras llueve en Guayaquil

Llueve sobre Guayaquil mientras la NASA anuncia el descubrimiento de un nuevo sistema solar que es integrado por planetas que tienen condiciones para albergar, desarrollar e integrar vida humana. ¡Extraordinario! La noticia abre muchas posibilidades. Nuevas situaciones que se irán sucediendo. Probabilidades y lo no probable. Preguntas. Respuestas. Cuando ya determinen que los planetas estás listos para recibir vida humana, para extenderla vida ¿qué pasará? ¿Encontraremos vida allí? Acaso ¿estarán más adelantados que nosotros?

Digo: sabrán de las guerras, las hambrunas, de las ideas,  de la filosofía, del arte, la cultura, la medicina. ¿Conocerán del dinero? ¿Hablaran del pecado? Y si no hay nada. Sólo bosques, praderas, ríos, océanos, frutos que caen de los árboles, peces que saltan en las aguas. Todo esperando al hombre. Para empezar de nuevo o quizás para recomenzar sin los trágicos errores de nuestra existencia. En estos nuevos planetas, en esta nueva tierra, ¿llevaremos el dinero, el capitalismo, el comunismo?. El poder, la miseria, el control, la migración y los mártires y los sacrificados.

¿Quién mandará en estás nuevos territorios? O será tal como fue con la conquista española al llegar a América. Impusieron la espada, el caballo, la peste, la virgen de los dolores, el cristo de las cruces y las dagas. ¿A qué vamos a los nuevos planetas? Qué Dios se impondrá. ¿Será Buda? O krishna. ¿Quién decidirá? Yo quiero ir a estas nuevas tierras. Iré sin mantel, sin uniforme, sin diabetes, sin cáncer, sin carnet del seguro social, sin certificado de votación ni cédula de identidad que limite mis pasos y me declare a mis dueños.

¿Llevaremos nuestras vergüenzas, pavores y culpas? Es esta democracia de los ricos y famosos la ideal para la extensión de la especie humana? Pero yo quiero ir. Que la NASA me inscriba en el primer vuelo. Que sea sin retorno. Con la posibilidad de llevarme a los míos y a los tuyos también. ¿Qué me llevaría de mí hacia ese más allá de lo conocido? Me iría con el miedo a morir. La muerte mí tan gran amiga, algún día te me presentarás vestida de azul y granate, con flores de mango y perfumes de orquídeas de selva, anunciando que me llegó la hora. ¿Quién me hará el funeral en la nueva vida?

Ha parado la lluvia y he encendido un fuego de sabiduría que me acompaña ante el frescor de la tarde que muere y nace la noche. ¿Por qué no puedo ver la música? ¿Por qué tenemos que nacer de mujer y engendrado por madre y padre? ¿Para qué ir más allá del sol? Y si el sol se resiente y se apaga antes del florecimiento de la uvas del vino de misa de semana santa.

Pero yo quiero ir…aunque también vayan: Trump, el socialismo del siglo 21, los asesinos de Estado Islámico, los carteles de la droga y los dueños de autos. CNN, NEFLIX Y HBO se han unido con canal 10 para retrasmitir la llegada de los primeros colonos hasta la tierra prometida. Llegamos y ahora lo estamos viendo.

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Adiós 2010 – Bienvenido 2011

Concluyo el 2010, y con el debieron quedar atrás todos los inconvenientes, los malestares y los dolores de cabeza. Ahora preparémonos para vivir intensamente el año que acaba de nacer. Bienvenido sea el 2011.

Todo lo malo, lo desagradable, las noticias que perturbaron nuestra mente y los momentos de triste recordación, espero que todos ellos los hayamos quemado en el acto simbólico de “quemar el año viejo”, para dar cabida a los deseos e ilusione del nuevo año, que nace con su identificación de 2011. Salud y bienestar para todos.

Lo malo y desagradable, lo borraremos de la mente para no recordarlo jamás, para darle cabida en nuestros pensamientos e ilusiones a los anhelos positivos. Limpiemos la mente para darle todo el espacio necesario y llenarnos de ilusiones y esperanzas. Ilusiones y esperanzas llenas de positivismo, de la ilusión necesaria para lograr la estabilidad emocional y creativa, que cada uno requiera para forjar un promisorio futuro familiar, que nos permita vivir mejor con `paz y tranquilidad junto a todos nuestros seres queridos, fundamentalmente que Dios nos conceda buena salud para todos, sin distingo alguno para nadie. Recordemos que es bueno perdonar para que nos perdonen.

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