La dolarización es una real sobreviviente después de una de las peores crisis económicas por la que ha atravesado nuestro país. Está tan arraigado el sentimiento de estabilidad que nos ha proporcionado, que a pesar de que han soplado fuertes vientos contra ella, no ha habido forma por la que el Gobierno actual haya siquiera mencionado su posible desmantelamiento.
A pesar de los rumores que iban y venían sobre los posibles atentados contra esta, en ningún momento se confirmó de manera oficial que existiera la mínima intención de terminarla. Es que el Gobierno y cualquiera que sea el que vaya a asumir el próximo mandato saben que ese sería el día final de su administración. El país sencillamente convulsionaría. Si creen que los efectos y costos políticos de intentar un incremento en los precios de la gasolina o el gas son desastrosos, las reacciones y consecuencias de pretender eliminar la dolarización quedarían como niños de pecho frente a estos.
Se han buscado mil formas de levantar recursos para financiar el déficit del tremendo presupuesto general del Estado que manejan, pero a la maquinita de hacer billetes no se le ocurre ni siquiera mencionarla como opción para salir adelante. Claro que cada vez que sienten el peso de la crisis hablan de la posibilidad de devaluar que tienen nuestros vecinos, la pérdida de competitividad que nos ocasiona, pero de la nostalgia no pasan.
La dolarización nos ha permitido saber exactamente con qué contamos y cuánto vale lo que tenemos. Nos ha forzado a ser más eficientes para lograr mayor competitividad, sabiendo que el trabajar con una moneda fuerte nos quita flexibilidad frente a otros competidores internacionales.
Nos ha obligado a innovar e invertir. Nos ha dejado como lección la importancia de tener reservas y ahorros para momentos de crisis. Nos ha hecho mucho más ordenados. Todos mis aplausos para la dolarización que ha sobrevivido ante tanta vicisitud.
Espero nunca volvamos a los días donde nos acostábamos sin saber cuánto valía lo que ganábamos o sin conocer el valor real de lo que teníamos.
EN BUEA HORA ESTAMOS DOLARIZADOS.DE OTRA MANERA HUBIERAMOS NAUFRAGADO.IGUALMENTE DEBEMOS VIGILAR CADA INTENTO DEL GOBIERNO DE INTENTAR MEDIDAS CONTRA ELLA.DE POR SI YA HA TOMADO ALGUNAS DESDE EL INICIO LA LISTA ES INTERMINABLE PERO DE LAS ULTIMAS EL DINERO ELECTRONICO MANEJADO POR EL BANCO CENTRAL ES LA MAS PELIGROSA.COMO LO DICE UD EN SU ARRICULO EL TENER UNA MONEDA DURA NOS HA OBLIGADO A SER MAS COMPETITIVOS PERO NECESITAMOS COMERCIAR CON EL MUNDO Y ESTE GOBIERNO CON SU politica IMPUESTERA TANTO INTERNA COMO EXTERNA(SALVAGUARDAS)HA TRABADO EL COMERCIO Y POR ENDE EL CRECIMIENTO ECONOMICO QUE TANTO INCULPA A LA PERDIDA DEL PRECIO DEL PETROLEO Y DERIVADOS.DEBEMOS ESTAR ATENTOS ECUATORIANOS.
PARA MUCHAS PERSONAS,EL DINERO ELECTRONICO SERÍA UN INTENTO DEL GOBIERNO DE IMPRIMIR BILLETES. ESPEREMOS PARA VER LOS RESULTADOS.SUGIERO RESPETUOSAMENTE LEER EL ARTÍCULO SUSCRITO POR EL SEÑOR GUSTAVO ECHEVERRIA EL DÍA DE HOY,EN EL UNIVERSO,QUE ME PARECE UN APORTE, YA NO UNA CRITICA,PARA EL PROGRESO FUTURO DEL PAÍS.