Los perros

Sucedió un día que la gente simplemente se cansó de los perros y como sucede cuando la gente se cansa o se aburre de algo que creía le gustaba o le era indispensable, le sucedió con los perros. Los perros empezaron a ser destruidos, matados en masa, quemados vivos, eliminados a machete y cuchillo. Simplemente la gente; tú, yo, él, ellos, nosotros, vosotros, todos los humanos, los bien vivientes y mal queridos dejamos de creer que son necesarios, imprescindibles, nuestros buenos perritos. Nadie los quería ya, sus antiguos amos habían olvidado su servicio y decidieron declararlos obsoletos, animales inútiles. Nadie los amaba y comenzaron a asesinarlos,, perseguidos, matarlos a pedradas, a golpes, lincharlos, dejar que se mueran de hambre, lapidarlos, cortarlos a pedazos, soltarlos en ríos turbulentos, lanzarlos desde pisos altos, y también matarlos de pena.

Miles de años de historia destruidos, arrollados, negados con el sacrificio a los perros. El amor a los perritos inculcados desde tiempos inmemoriales ahora montañas de perros muertos, degollados, siniestrados, pasados por espadas y triturados con piedras y rocas de cerros y acantilados. Los perros amados, ahora perros odiados, exterminados por millones. La gente dijo, “nada de perros” y ningún perro sobrevivió. Tampoco nadie los escondió, porque la gente olvido el amor y cariño que les tenia a sus perros, a quien llamaban “mis mascotas”.

“Malditos perros, malditas perras”, decían sus amos y los arrojaban a las ollas de agua hirviendo. Los ataban de patas y manos y los echaban a los carros de basura. Los perros convertidos en animales inservibles, aborrecidos, abominados, detestados. Nadie recordaba que eran sus animales queridos, muy bien cuidados, que representaban el estatus, el pedigrí, que significaban compañía, alegría, buenos sentimientos. Dicen que todo empezó cuando una autoridad ordenó que todos los perros callejeros sean agarrados, atrapados y convertidos en abono para plantas y material de cascajo. La gente obedeció y así empezó la masacre.

Nadie salvo nada ni a perro alguno. La obediencia humana puede llegar a ser poderosamente demoledora, impresionantemente aniquiladora. Así paso con los perros: apareció el odio y nunca cesó. Los expertos señalaron que la gente empezó a ver a los perros como seres inferiores y lo inferior se destruye, se le construye muros, se los expulsa de los territorios. El inferior es imperfecto. El imperfecto es irregular. El irregular es anómalo. Son los expulsados del paraíso, contrarrevolucionarios, anti reformas,, anti nucleares, antiglobalización. Los perros pasaron a ser diferentes y fueron expulsados del servicio, colocados en depuración, declarados inservibles y entonces eliminados, linchados, acuchillados, cortados a pedazos y reventados a pedradas.

Los perros muertos por centenares apiñados en basureros donde echan la basura que no consumen, rocían gasolina y arde la pira en nombre del odio y de quien se declara tener la razón. Los perros seres irracionales, ahora muertos y olvidados. La ciudad luce desierta, libres de perros y perras. Hermana perra, hermano perro. Perro maligno, perversa perra. La paz de los justos quemando a los perros. La consagración de la primavera dedicada a quien odia porque me inspira odio. Descuartizados los perros no les encontraron alma. Él Sublime tiene cara de perro degollado por un niño con hambre de matar que odia a los perros porque ya no lo divierten. Nadie salvó a los perros. Cuando hay odio nadie se salva.

Hay calma en el fuego, arde la venganza de los perros muertos al azote. La venganza de los traicionados trae la guerra de los perdedores que se levantan. Los perros serán vengados, ahora los perros amenazan.